Nicolás Aller es un empresario turístico pergaminense, propietario de la agencia Cubata Viajes, que estaba iniciando un tour por Italia y cuando arribaba a Roma tomó conocimiento del fallecimiento del Papa Francisco; por lo cual su estadía en la capital italiana coincidió con la semana del último adiós a quien hasta marzo de 2013 fuera el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Mario Bergoglio.
Nicolás Aller: titular de Cubata Viajes.
La noticia conmocionó al mundo entero por tratarse de la principal figura de una de las religiones más extendidas en el mundo entero, de enorme gravitancia social y política. Tanto es así que tanto el fallecimiento de todos los papas como la elección de sus sucesores fueron siempre acontecimientos históricos mundiales. En este caso se sumó además que Francisco no fue un papa más sino que fue el primer pontífice no europeo de la historia, el primer jesuita y, por añadidura, argentino. A lo cual se agrega su enorme carisma y un pontificado que coincidió con una serie de cambios vertiginosos a nivel mundial que interpelaron una y otra vez a la institución que le tocó liderar.
En ese contexto, en diálogo con DiarioNucleo.com, Aller contó su experiencia en Roma durante la semana siguiente a la muerte de Francisco: "La verdad que con nosotros cuando estábamos llegando a Roma nos enteramos del fallecimiento del Papa. Realmente nos causó una sorpresa muy grande. Y bueno, nosotros al venir compartiendo un tour con el resto de turistas latinos, lo primero que nos llamó la atención fue cómo ellos se empezaron a acercar. Hablo de dominicanos, mexicanos, colombianos, peruanos, que se arrimaron a darnos la condolencia por el fallecimiento del Papa" relató Nicolás y agregó que "nosotros por ahí a lo mejor creo que no dimensionamos la magnitud del Papa, no solamente a nivel mundial, sino en cuanto a lo que ocurrió en Latinoamérica. En diferentes oportunidades, a medida que se iban acercando, ellos nos iban contando el significado del Papa, cómo sienten que había una voz que no era escuchada, a lo mejor que era la del latino, la del centroamericano, la de los pueblos indígenas y demás, y que sintieron que Francisco venía a aportar eso. Así como nosotros decimos que es nuestro Papa, el Papa argentino, el resto de la gente lo ve como el Papa latino, y eso la verdad no me lo esperaba, no me lo imaginaba" remarcó.
"Yo por ahí no soy una persona creyente ni practicante y me he encontrado con muchísimas sorpresas. Por ese lado, sentí un afecto muy grande por parte del ciudadano romano. Ayer, hablando con otro colega, le dije que noté una Roma más apagada, más triste, con otro ritmo, que Roma estaba triste y había dejado de 'hacer lío' por unos días para homenajearlo a Francisco, y realmente vi que fue así".
En cuanto al Museo del Vaticano, Nicolás relató que: "Estuvimos entre los últimos grupos que tenían entrada al Museo del Vaticano y luego no hubo ningún tipo de actividad turística en Roma, está todo abocado a la cuestión litúrgica y despedida del Papa. La ciudad se para completamente todos estos días, el Museo del Vaticano va a permanecer cerrado hasta que se elija el nuevo Papa y eso llevará aproximadamente un mes. Este año, por el tema del Jubileo, las visitas comenzaban en la entrada al Museo y finalizaban en esa misma entrada. Anteriormente terminaban en la Basílica y ya a partir de este año no" comentó y agregó que "vi una Roma triste, una Roma que le rinde homenaje al Papa, un pueblo católico muy acongojado y muy respetuoso, también para nosotros, para el argentino, siempre diciéndonos algunas de las cosas lindas que sentían por el Papa, por su obra, por luchar por las causas nobles. Eso es lo que se destaca a cada rato en cada uno de los lugares que anduvimos" contó.
"Por suerte, nosotros tuvimos la posibilidad de entrar ayer al Museo Vaticano" siguió relatando el guía turístico pergaminense y agregó que "En estos días hubo una andanada de peregrinos que no solamente por el Jubileo sino sobre todo por la muerte del Papa, que buscarn estar cerca para brindarle un homenaje. La verdad, nosotros intentamos acercarnos pero se hizo imposible. Hemos escuchado en algún lugar que solamente entraban un promedio de 15 a 20 personas por hora al Vaticano debido a la gran cantidad de gente que está instalada ahí" finalizó.
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