Durante la última edición de EN VIVO: DiarioNucleo.com, que se emite los martes a las 19, Javier Ferretti: ingeniero mecánico, empresario, perito judicial, ex presidente de la Cámara de Comercio, actor y dramaturgo visitó los estudios de Fana Digital y habló sobre su vida y sus pasiones, la diversidad de su trabajo diario, las dificultades y los desafíos de ser industrial en la Argentina. Cómo se sobrepuso a la crisis de 2001-2002 cuando, según sus propias palabras "estaba endeudado con seis entidades diferentes" y cómo en los últimos años abrazó una nueva pasión: el teatro; donde luego de actuar en varias obras representando distintos papeles pasó en la actualidad a escribir y producir "Hotel Chalata"; que se estrena hoy, a las 21, en la sala del GAE (Siria y Guido).
Vamos a empezar hablando de tu actividad principal, la ingeniería. ¿Cómo te surgió la idea de estudiarla? ¿Es algo que siempre te gustó?
Arranco con la ingeniería porque prácticamente nací dentro de una fábrica metalúrgica; mi viejo era uno de los dueños de Ropaco, ahí trabajaba mucho con hidráulica porque hacían graseras, bombas, todo ese tipo de productos. Iba de chiquito ahí, y me crié ahí adentro, después seguí el colegio Industrial, y los fierros siempre me apasionaron.
Sabemos que has diseñado máquinas y que también creaste algunos inventos.
Sí, decir inventos queda un poco grande, pero bueno, diseños. Mi viejo era un gran diseñador de ese tipo de productos y me enseñó todo eso. Es más, me enseñó a manejar las máquinas y me puso a trabajar siempre con los mejores colaboradores que tenía; yo ayudaba al matricero, fui dibujante de la fábrica siendo ya adolescente, y, bueno, eso me atrajo. Una vez que terminé el Industrial empecé la carrera de Ingeniería en Rosario y la verdad es que no fue fácil. Es una carrera difícil y además a todo eso se sumó tener que aprender a vivir solo, con 18 años, así que entre la Facultad y el aprendizaje de independizarse fue un desafío importante.
Pero la carrera te terminó entusiasmando.
Sí, sí, sí, de movida. Por supuesto te agarran los primeros años, con todo ese tema de las funciones matemáticas y todo eso que la verdad no quisiera volver a ver pero bueno, cuando uno ya va avanzando y llega al tercer año, es otra cosa. Ahí comienza la parte práctica; empezás a ver más y entonces el entusiasmo es otro.
¿A qué edad te recibiste?
A los 24 años y para ese momento ya estaba casado. Volví de inmediato a Pergamino e inspirado por mi viejo empecé a perseguir el sueño de tener mi propia fábrica.
Un ingeniero tiene los conocimientos para diseñar y calcular. Pero, ¿cómo fue para vos, siendo ingeniero, encarar una empresa propia y manejar las cuestiones económicas y la competencia del mercado?
Yo siempre había tenido esa ilusión, el sueño de pibe era ver a mi viejo empresario y yo quería hacer lo mismo, como le pasa a cualquiera cuando admira tanto a su padre. Terminé de rendir todas las materias, me quedaba presentar el proyecto final y ya estaba casado, así que me volví a Pergamino y lo hice desde acá, viajaba simplemente para las correcciones un par de veces al mes, pero también empecé a armar mi propia empresa antes de recibirme. Una vez obtenido el título empecé a fabricar graseras y bombas y de a poco fuimos creciendo. Recuerdo que en 1995, cuando los bancos eran bancos y vos ibas a pedir un torno y te daban el dinero para comprarlo, logré financiar y equiparme con todas las máquinas que necesitaba. En 1998 tenía la empresa instalada, con todas las máquinas y gran capacidad para producir... pero no entraba trabajo. Estaba endeudado con seis entidades diferentes y pensaba todo el tiempo qué era lo que iba a hacer; yo ya tenía a mis tres hijos y quiero resaltar en esos momentos la ayuda de mi viejo; que nos asitió en todo.
La verdad es que fue una época muy difícil pero entonces surgió la posibilidad a través de un semillero de diseñar maquinaria experimental para ese rubro.
¿Crees que la versatilidad es clave para el empresario argentino?
Si el empresario argentino debe tener para sobrevivir una gran habilidad, somos una laucha. Tenemos un viraje sobre la marcha impresionante. Si vos te enclavás que "yo decido ir para allá y ese es mi sueño" no llegás. Porque vos empezás de una manera, y en el camino quizás surge algún imprevisto o se presenta alguna oportunidad. Eso te hace versátil también a tener que ir cambiando de acuerdo con lo que se te va presentando. Quizás lo que vos te parecía que era una oportunidad, no la es, y en el camino encontraste otra.
¿Cómo fue tu experiencia como presidente de la Cámara de Comercio? ¿Qué aprendiste?
Representó un aprendizaje enorme. Puedo calcular que debo haber sido el primer presidente donde la institución era más grande que mi propia empresa. Llegué humildemente invitado por Carlos Genoud y estuve seis años en distintos cargos y me encontré con una institución que tiene 22 directivos y además 10 o 12 empleados. Que era algo que no lo tenía ni por casualidad en mi empresa; el aprendizaje que fue para mí como empresario, me generó una formación increíble. Una formación de vida muy buena.
Otra de tus actividades destacadas es tu rol como perito en el Poder Judicial: ¿Cómo empezaste en ese ámbito?
La asesoría pericial me dio un orden que yo no tenía; quiero explicar que la Asesoría Pericial de Pergamino somos la parte técnica de la actividad jurídica. O sea, nosotros resolvemos lo técnico; es decir. los abogados se dedican a los los grises y nosotros determinamos el blanco y negro. El juez conoce las leyes y el derecho; nosotros la parte fáctica.
Para responder a la pregunta, ocurrió que un abogado; Matías Morales, me pidió que hiciera una pericia para un caso que él tenía; Matías ganó ese juicio y poco tiempo después el que había sido abogado de la contraparte me pidió que hiciera una pericia para una causa suya, así terminé haciendo muchas pericias de parte hasta que finalmente en 2009 o 2010 pude empezar a formar parte de la Asesoría Pericial Departamental.
Además de ingeniero, empresario y perito, sos actor, director y dramaturgo. ¿Cómo surgió tu interés por el teatro?
Tengo un gran amigo desde los cinco años que es Luis Furlano; es un gran amigo de la vida y con él jugamos al basket varios años y siempre me decía que tenía que hacer teatro; hasta que en marzo 2015 le dije; bueno, voy. "No puede ser" me dijo y le confirmé "Sí, voy" Así empecé y me gustó. Ahora hace 10 años que hago teatro.
Y no solo actuás sino que ahora también sos dramaturgo y escribiste "Hotel Chalata", que estrenan el domingo (por hoy) en el GAE
Así es; Hotel Chalata es una obra que escribimos junto con Luciana Cruz; se me ocurrió esta historia y en este caso le dije a Lorena Capriotti, que somos los dos que actuamos y a Lucía Tiseyra, que es la asistente de dirección y estamos trabajando con ellas: Hotel Chalata cuenta la historia de un viajante de lencería, que es mi personaje, que recorre la zona hace muchos años y siempre para en el Hotel Chalata. Y hay una mujer que se pierde una noche de tormentas y va al mismo hotel, pero el hotel está en refacción, para lo cual hay una sola habitación que tienen que compartir los desconocidos. Hasta acá la cuento, si quieren saber más tendrán que ver la obra (risas).
Seguramente concretar el proyecto fue un esfuerzo muy grande.
Hemos hecho un gran esfuerzo para lograr ponerla en escena; lo que ya de por sí para nosotros es un éxito.
¿Cómo hacés para realizar tantas actividades diferentes? ¿Tenés distintas personalidades?
Para nada. ¿Qué diferencia hay entre sentarme a dialogar con un cliente, sentarme en el directorio de la Cámara, sentarme a declarar en un juicio o subirme a un escenario? Ninguna. Soy siempre yo, soy la misma persona.
"Hotel Chalata" se estrenará hoy, a las 21 en Espacio GAE, ubicado en Siria y Guido.
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