Se confirma el temor de los empresarios textiles: el Gobierno redujo los aranceles de importación
La baja quedó confirmada a través del Decreto 236/2025, publicado en el Boletín Oficial. En Pergamino el sector emplea a 5000 personas de manera directa. Según el Ejecutivo nacional la intención es mejorar el poder adquisitivo de los consumidores y fomentar la competencia.
Tal como adelantara DiarioNucleo.com, finalmente el Gobierno Nacional redujo los aranceles de importación de ropa, calzado y las telas, como una forma de intentar reducir los precios de la indumentaria.
Ya en anteriores oportunidades los empresarios del sector habían manifestado su preocupación por esta posibilidad, señalando a través de los medios de comunicación e inclusive mediante la publicación de solicitadas que esa medida pondría en riesgo a toda la industra textil, y planteaban la necesidad de reducir impuestos no a la importación sino a la producción.
Según dijeron en su momento, en Pergamino el sector de la indumentaria emplea a alrededor de 5000 personas de manera directa y a una cantidad similar de manera indirecta; por lo que según manifestaron los empresarios la reducción arancelaria a los productos importados podría afectar severamente las empresas al punto de provocar despidos y cierres.
Finalmente, los temores de los empresarios textiles se hicieron realidad y quedaron plamsmados a través del decreto presidencial 236/2025, publicado el lunes en el Boletín Oficial, e implica una baja significativa de los aranceles de importación establecidos por el Mercado Común del Sur (Mercosur) hace 18 años.
En concreto, el arancel para la indumentaria y el calzado se reducirá del 35% al 20%; el de las telas pasará del 26% al 18%; y los aranceles sobre los distintos tipos de hilados se ajustarán de un 18% a un 12%, 14% y 16%. De esta manera, los nuevos aranceles son similares a los que existían antes de 2007, corrigiendo una medida adoptada en ese entonces que nunca fue revisada, pese a que se había previsto un análisis posterior.
En términos prácticos, la reducción de estos aranceles tiene un impacto directo en los precios de los productos importados, lo que permitiría una eventual baja de los precios locales.
Según cifras oficiales, un relevamiento sobre productos de marcas internacionales muestra que una remera cuesta en el país un 310% más que en España (41 dólares frente a 10 dólares en el país europeo) y 95% más que en Brasil, mientras que una campera es 174% más cara que en España y 90% más que en Brasil.
La medida se enmarca en la estrategia del oficialismo de reducir impuestos y barreras comerciales para alentar la competencia y presionar a la baja sobre los precios locales. Desde el Gobierno sostienen que esta política permitirá mejorar el poder adquisitivo de los consumidores y aliviar el impacto de la inflación.
Como contrapartida, la Unión Industrial Argentina (UIA) expresó que “es preocupante que la agenda de integración comercial no esté acompañada de una agenda de competitividad del país”. La entidad empresaria, que a principios de febrero recibió en su sede al ministro de Economía, volvió a enfatizar sobre la idea de “nivelar la cancha” frente a las desigualdades generadas por el costo argentino, entre ellas la presión fiscal.
Pergamino
Días pasados, en diálogo con DiarioNucleo.com Alberto Risodé, empresario del sector textil con más de 40 años de experiencia en el rubro, manifestaba su preocupación ante la posibilidad (hoy confirmada) de la baja en los aranceles.
"Es muy lamentable pero se habla de despidos, de una cifra que sería de 55.000 personas en todo el país, según un congreso de la Cámara de Confeccionistas que se hizo en Mar del Plata. Habrá que ver qué ocurre en Pergamino, donde todavía se viene trabajando y lo poco que queda es la temporada de invierno. Están cumpliendo con ropa que ya vendieron pero no sé qué va a pasar con el tema verano" detalló y añadió que "aunque no traigan nada de afuera, aunque no abran la importación, la situación es brava, es complicada. Porque aunque tengamos trabajo estamos a perdida; yo fabrico un pantalón y lo vendo a 3900 pesos, que son dos alfajores, y ahí van también todos los impuestos provinciales, municipales, cargas sociales de trabajadores, va todo. Desde los impuestos nacionales hasta las tasas municipales, que aumentaron un montón" señaló Risodé en diálogo con DiarioNucleo.com.
Según los empleados textiles, el problema es la carga impositiva que representa producir ropa en el país, ya que tanto los impuestos como las cargas sociales son extremadamente elevadas "las empresas de la Argentina están pagando tasas de interés altas e impuestos muy altos y hoy por hoy se está trabajando a pérdida. Tal vez de momento no se note tanto porque la temporada de invierno ya está hecha para los mostradores, pero la que verano, que ya tendría que haber empezado, está en veremos porque hay muchas marcas que todavía no han decidido si comenzar la producción o la van a traer directamente de afuera" manifestó el empresario textil y advirtió sobre la posibilidad de cierre "saben que el que quiere comprar ropa, bueno, la va a comprar más barata porque la va a tener en importación. Pero aclaro que a esta historia ya la vivimos y acá no hay vuelta de hoja. La apertura indiscriminada de la importación va a traer una baja en los precios a mostrador pero termina en desempleo y cierre de empresas. Aparte en la Argentina la empresa textil no es tan fuerte como a lo mejor la automotriz y se resiente enseguida. Por ahí ganás en un mes ganás todo lo que perdiste en un año, pero también en 15 días podés perder lo que te costó toda la vida" remarcó.