En su sede de Avenida Monseñor Scalabrini 930; la Casa del Niño y la Familia Yümbrel atiende diariamente a 40 niños en situación de vulnerabilidad; con docentes especializados; brinda apoyo para la realización en las tareas escolares, desarrollo de actividades recreativas vinculadas a la educación; aprendizaje de computación, plástica y costura, entre otras actividades.
Además también brinda atención psicopedagógica y alimenticia mediante servicios de desayuno, almuerzo y merienda e busca una contención eficiente en un ambiente agradable, fomentando hábitos de higiene, armonía con la naturaleza y desarrollo intelectual.
El espacio funciona "a pulmón" con la ayuda de particulares y empresas que contribuyen al sostenimiento del espacio para que pueda seguir prestando servicios a la sociedad; actualmente existen 38 chicos en lista de espera para poder sumarse a Yümbrel.
Durante la última edición de EN VIVO: DiarioNucleo.com, que se emite los martes a las 19 por la señal de streaming Fana Digital, Graciela Prada, directora del establecimento y Sergio Tomás, miembro de la comisión, brindaron detalles acerca del funcionamiento de la entidad y señalaron los logros, objetivo y necesidades actuales de la institución.
Empecemos por explicar qué es la Casa del Niño y la Familia Yümbrel
(Graciela Prada) Podríamos dividir al trabajo que realizamos en dos partes y lo que me tocaría , porque la que me tocaría a mí es simplemente decir que Yümbrel cumple 20 años en octubre de este año, y que es una casa que recibe 40 chicos por día en situación de vulnerabilidad. Tiene un equipo formado por una comisión directiva y docentes, que trabajamos mancomunadamente.
(Sergio Tomás) Las docentes nos dicen lo que quieren hacer, y nosotros vemos cómo hacemos para seguirlas, porque seguir el proyecto que tienen es fortalecer a cada uno de los chicos que vienen con nosotros. Es un espacio que nació muy chiquito, muy de abajo, y que fue creciendo con el tiempo, atento a las necesidades que tiene hoy nuestra sociedad.
Fue creciendo mucho en cantidad de niños y hoy nos queda chica la casa, porque es mucha la demanda, y tenemos entre 40 y 45 chicos; de los cuales 25 vienen a la mañana y 20 a la tarde.
(Prada) Nos repartimos así porque no tenemos espacio y hay un número que nos duele más, que son los 35 chicos en lista de espera para poder ingresar, no damos abasto. Primero porque no tenemos ingresos para pagar sueldos a las compañeras que colaboran en la tarea diaria de reforzar los conocimientos pedagógicos de los chicos, y después porque somos una ONG sin fines de lucro, o sea que repartimos todo lo que gentilmente la gente nos apoya con su cuota y la Municipalidad, que nos aporta los alimentos. Los chicos comen en nuestra institución, los chicos se bañan en nuestra institución, no es meramente un servicio alimentario, el principal objetivo es la formación, la formación en valores sobre todo, y lo que más queremos y peleamos diariamente por esto es porque nosotros no queremos que nuestros chicos, por estar enclavados en una zona determinada de la comunidad de Pergamino, quede determinado su futuro; hay chicos que no tienen en su casa ni siquiera una mesita para apoyar su cuaderno pero son extremadamente inteligentes, respetuosos, comprenden, llevan las cosas a la escuela como las tienen que llevar y hacen su tarea. En Yümbrel se les enseña responsabilidad y respeto: practicamos diariamente las famosas palabras mágicas de permiso, por favor y gracias.
¿Qué edad tienen los chicos que asisten a la casa?
(Tomás) Tenemos nenes de 6 a 14 años en nuestro grupo, o sea los nenes empiezan primer grado y terminan con nosotros cuando están en tercer año de la secundaria. Creemos que ya están sentadas las bases de que podrían llegar a continuar solos. Sería nuestro deseo que pudieran terminar la secundaria juntos, pero bueno, tenemos ese límite.
¿Cómo se financia la casa?
(Tomás) A través de una cuota social que es la que queremos ahora incrementar, en realidad, la base de socios, porque eso nos va a permitir a nosotros poder financiarnos mejor. A veces una tarea monumental la que emprendemos y no contamos con los medios, tenemos problemas de edilicios y necesitamos aportarles material didáctico a los chicos. Además no podemos en este momento pagar sueldos dignos e incorporar más docentes y profesionales que nos acompañen. Si bien tenemos un grupo que acompaña a Graciela, un equipo maravilloso que porque realmente hace un trabajo que va mucho más allá; se trata de docentes y también hay trabajadoras sociales.
(Prada) En realidad más que trabajadoras sociales son mamás, porque realmente lo que prima es este tema de los valores, del amor, de acompañarlo en un montón de actividades por fuera de lo que es Yümbrel. A estos chicos se los acompaña a hacer el documento, la tarjeta SUBE, al hospital, a ver al dentista, se los acompaña en todas esas actividades. Ahí los estamos abrazando y por supuesto que esa tarea a veces se hace muy por arriba. Lo más importante para nosotros es que los chicos se dieron cuenta de que hay una vida diferente y una forma de vivir diferente a la que les ha tocado a ellos. Ellos ven que no da lo mismo ir a la escuela con la tarea hecha, con la carpeta prolija, con lápices y lapiceras como se exige para una escuela. Que es importnate bañarse, peinarse y arreglarse para ir a la escuela. Sabemos que no da lo mismo estar bien alimentado y no comer cualquier cosa.
Es decir que trabajan desde lo congnitivo pero también desde el aspecto social.
(Prada) Claro, en el caso de la alimentación trabajamos mucho por consejos de una nutricionista particular, porque hacemos todo a pulmón; así que consultando con mi nutricionista particular ella me remarcó que es necesaria mucha proteína, así que toda la semana estamos variando proteínas para nutrir.
Esa es una de las tantas cosas que conforman el trabajo de Yümbrel; para mí este es el quinto año en la institución. Ya los conocemos, ya sabemos la forma de mirar, la forma de entrar, cómo llegan, qué les pasó; si no durmieron porque no tenían cama, si tuvieron frío, si hubo un hubo un problema en la comunidad. Los chicos viven esa realidad dolorosa y nosotros queremos mostrarles que tienen la posibilidad de un futuro totalmente distinto y que es compromiso de ellos mismos. Son valiosos y nosotros se lo hacemos saber.
¿Qué proyectos tienen para crecer como entidad?
(Tomás) Tenemos un montón de proyectos y sueños y eso es lo que nos da el impulso. Pero bueno, como siempre digo; "si hay algo que nos sobra es la falta de plata" así que su concreción dependerá de esa circunstancia. De todas maneras tenemos mucha ayuda y mucho compromiso de varias empresas, comercios de la localidad que siempre están acompañando, pero todo es poco en esta empresa, todo es poco. En ese sentido siempre digo lo mismo, es un compromiso que como sociedad tenemos con estos chicos; el futuro de sociedad está en ellos. Porque de nada sirve dejarlos en ese lugar y que se siga fomentando la pobreza, el consumo problemático, la marginalidad. Eso se va ampliando si alguien no pone un freno, un coto diferente para que se pueda pensar de manera diferente. Ese es el aporte que nosotros queremos dar.
Debe existir un compromiso de parte de la sociedad.
(Prada) Desde luego todos tenemos que aportar; este proyecto de Yümbrel es como mi hijo porque la verdad que estoy muchas horas, le dedicamos mucho tiempo y queremos que avance. Es doloroso cuando te toca ver a una mamá que viene a anotar a un nene y pensás "¡Dios mío, no tengo lugar!", yo le tomo el teléfono sabiendo que tal vez en el transcurso de este año no la voy a poder llamar; y esa mamá necesita ese espacio hoy. Quizás para ella signifique la última esperanza, la última alternativa.
(Tomás) Cuando se nos van, a los 14, nosotros decimos "¿Y ahora? ¿Vamos a dejarlos solos? Entonces este año arrancamos por fuera de lo que es la ONG con un padrinazgo de pibes y ya hemos conseguido varios aportantes que nos dan un manguito por mes para entre todos poder continuar apoyando la secundaria fuera de Yümbrel a esos chicos que se nos van por edad; en útiles, en lo que vaya a necesitar, con profesor particular o en el uso de los instrumentos, porque la mayoría de los chicos no tienen computadoras o celulares para poder trabajar como la escuela les exige.
¿Cómo se da el contacto entre el niño y Yümbrel? ¿Los llevan sus padres o salen ustedes a buscarlos?
(Prada) No, no podemos salir a buscarlos: son las escuelas las que mucha veces recomiendan acercarse a nosotros porque nos conocen . Pero bueno, hoy no tenemos espacio ni físico ni humano, porque ya estamos distribuidos en grupos para trabajar, los chicos demandan y se nos va el tiempo, están de 8 a 12 los de la mañana y de 12 a 16 los de la tarde. Realmente no damos abasto con la demanda.
(Tomás) Para tomar verdadera dimensión de lo que es Yümbrel es necesario que nos conozcan, y para eso tienen que visitarnos. Somos una ONG de puertas abiertas y nos ponemos felices si alguien viene y nos conoce porque una vez que uno entra ahí, la realidad te cambia. Sugerimos que no nos traigan nada, simplemente que vengan y vean; que se sienten con uno de los chicos, que se queden a comer una tostada con nosotros, que participen un ratito y se van a dar cuenta que es esperanzador el trabajo que se hace.
¿Hay alguna anécdota que les interesaría destacar del trabajo en Yümbrel?
(Prada) La anécdota más fuerte se dio en la época del mundial; cuando los chicos dijeron, "Che, ¿dónde se hace el mundial?" y entonces nos pusimos a investigar para ubicar el lugar donde se hacía ese evento. Alguien nos donó un globo terráqueo y uno de los chicos preguntó "¿por qué gira?" y también investigamos eso y se dio una sucesión de preguntas: "¿Por qué hay otro país?, ¿Por qué ese otro país tiene otra hora?; ¿Por qué es de noche?; ¿Por qué es de día?" Eso fue una experiencia maravillosa que yo no me voy a olvidar mientras viva y que surgió solamente por haber preguntado dónde se hace el mundial.
Otra experiencia muy lindo está relacionada con el Cabildo; los chicos lo veían como una figurita y nosotros les aclaramos que no es así sino que existía y que estaba en Buenos Aires, y como insistían en que no era cierto, tuvimos la suerte del trabajo a pleno de toda la comisión y al final viajamos a CABA y visitamos el Cabildo. Nos llovió todo el viaje, pero fue una experiencia para derramar lágrimas, más que la lluvia que nos mojaba.
Quienes deseen colaborar con Yümbrel y sumarse a su propuesta puede hacerlo comunicándose al número 2477 66 40 40. La sede se encuentra en Avenida Monseñor Scalabrini (continuación de Vélez Sársfield) Nº 930.
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