En el mes de agosto del 2023, los padres de seis alumnos que en ese momento concurrían a Sala de 4 del Colegio San Jorge de Pergamino denunciaron violencia física y verbal por parte de una maestra hacia sus hijos.
En concreto, uno de los niños le comentó a sus padres haber padecido junto a otros compañeros "ahorcamiento" en más de una oportunidad, patadas y haber sido encerrados en el baño de la institución. Además, también remarcó haber sufrido violencia verbal a partir de gritos del tenor de "me tenés podrida" y "sos insoportable".
Los padres de los niños recurrieron a las autoridades del colegio y luego fueron llamados a prestar declaratorias en fiscalía del Ministerio Público Fiscal de Pergamino.
Desde la institución emitieron un comunicado cuando el hecho tomó conocimiento público en el que expresaron: “Hemos requerido los servicios profesionales de una psicóloga y una psicopedagoga, quienes elaborarán un plan de contención para los niños y niñas y trabajarán con nosotros durante el período que sea necesario con el fin de evaluar el funcionamiento de las distintas salas, observar el desempeño de los docentes, directivos y niños y proponer –de considerarlo necesario- aquellas medidas que fueran conducentes para optimizar la labor educativa en nuestro Jardín y el acompañamiento fundamentalmente a los alumnos”.
Asimismo, los padres acudieron a la Dirección General de Educación Privada para que se investigue el caso e imponga las sanciones correspondientes y, tiempo más tarde, el establecimiento tomó la medida de mover la sala de lugar hacia un aula cercana a la dirección, manteniendo la presencia de la docente.
Ante el reclamo insistente de los padres para que la maestra no continúe ejerciendo su rol, el colegio procedió a desafectarla de su plantilla al mismo tiempo que le otorgaron licencia a la directora.
A un año y medio de haberse producido esta grave denuncia que involucra a menores de edad, padres y madres de los alumnos se comunicaron con Diarionucleo.com y mostraron su preocupación por la falta de resolución por parte de la Dirección General de Educación Privada respecto del caso denunciado y cuyas eventuales sanciones recaerían sobre la maestra y las autoridades de la institución.
A su vez, también expresaron su indignación dado el hecho de que la maestra acusada de ejercer violencia física y verbal contra los menores continúa ejerciendo docencia en un jardín de infantes público de la ciudad.
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