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Renata Ayala: "Soy extremadamente perfeccionista"
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Renata Ayala: "Soy extremadamente perfeccionista"

Comenzó a cantar a los 13 años y es dueña de una de las voces más claras y poderosas del arte pergaminense, regresó a los escenarios con un repertorio de canciones románticas y se prepara para un show de tango que presentará en mayo.

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Renata Ayala es una de las figuras más conocidas y reconocidas del ambiente artístico pergaminense y lleva una larga y exitosa trayectoria con sus clásicos repertorios de tango, que se destacan por la cuidada selección de canciones y el formidable acompañamiento instrumental presentándose tanto en espectáculos públicos como eventos privados. 

Comenzó a cantar a los 13 años, en coros parroquiales, y estudió música con el recordado Arturo Zeballos, ese gran exégeta de la obra de Atahualpa Yupanqui: dueña de una voz potente y clara, además de un carisma particular; Renata se destacó de inmediato y llegó a presentarse en gran cantidad de festivales y convocatorias, donde siempre se destacó. 

El comienzo de 2025 encuentra a Renata Ayala en un período de mucha actividad, con una reciente presentación en Florentino de un repertorio compuesto por canciones románticas armado, especialemente para el Día de los Enamorados y preparando una versión completamente renovada de su espectáculo tanguero, que pondrá en escena en mayo.

Durante la última emisión de EN VIVO: DiarioNucleo.com, que se emite los martes a las 19 por Fana Digital, Renata habló de sus comienzos en la música, su carácter perfeccionista, el momento actual y las dificultades que implica pasar del tango al melódico romántico, un estilo muy diferente que le demandó aprender nuevas técnicas de canto.

¿Cómo surge la idea de armar un repertorio romántico?

Dueno, hacía un montón que no hacía un show público, ya que me estaba dedicando funtamentalmente a los eventos provados, y estoy muy contenta de volver. San Valentín es un día especial, y por eso se me ocurrió hacer otro repertorio, más orientado hacia el amor, con temas que en realidad nos gustan a todos, que todos tarareamos pero que no se escuchan habitualmente en un lugar determinado. De hecho me había costado en otros momentos que me acompañen con este estilo y por eso nunca lo había hecho porque era un poco difícil, después me di cuenta de que necesita mucha orquestación, muchos coros y es súper demandante también desde lo vocal porque es todo latino, no hay internacional, entonces pasa que el habla hispana exige mucho la voz.

Justamente hoy en día lo melódico parece pasado de moda

Es lo que yo siempre digo: vas a un lugar, me ha pasado con amigos, y cuando pasan esa música todos empiezan a cantar, pero nadie la interpreta en vivo, entonces se me ocurrió esta idea y de una los chicos me dijeron que sí. Así que quiero darles las gracias porque hacer esto no es nada fácil. Tengo un repertorio amplio pero a estos temas no los canté casi nunca y siempre tuve ganas. Así que me animé y después se copó mucha gente: hago temas de Cristián Castro, Ricky Martin, Shakira, Sin Bandera, temas que escucha y empezaba a cantar y a la gente le encanta.
Estoy en el mundo del tango desde muy chica y es como que una se maneja a sus anchas ahí, ya que cuando aprendés las cosas de chico te quedan. Esto en cambio es totalmente nuevo.  

Tenés una convivencia especial con el tango.

La verdad que sí, el otro día, me acuerdo que un profe con el que me estoy perfeccionando me hizo cantar el tango Uno, y yo me resistía porque es larguísimo y lo cantaba cuando tenía 14 años pero después no volví a interpretarlo, y entonces lo hice y salió lo más bien, recordé toda la letra. Yo vengo de ahí y creo que nunca voy a dejar el tango; de hecho tengo la intención de hacer un show para que al que no le gusta el tango, diga, "pucha, me gusta".

¿Es cierto eso de que el tango llega después de los treinta?

Es así; los tangos que yo cantaba cuando era chica que obviamente ponía lo mejor de mí, ahora tienen otro sentido. Lo que tiene que ver con las letras; las historias que cuentan, me conecté con eso también y me puse a escuchar otros temas, unos tangos viejos que no canta nadie porque quiero ir por ahí también, descubrir otras cosas. 

Conocés mucho porque empezaste desde muy joven.

Era muy chica. En esa epoca estaban los festivales barriales y a mi me encantaba ahí, recuerdo que la escuché a Evelina Rodríguez y quedé fascinada, así que dije "quiero estar ahí". Al año osiguiente yo cantaba en el coro de la Parroquia Merced y me empecé a animar un poco. Tenía 13 años y rersulta que en una peña de la Parroquia, a la que iban mis viejos, me copé ahí con el cura, que era muy copado, y me animé a cantar una canción folklórica o algo así. Mi mamá tenía los ojos tan grandes que no le cabían en la cara; porque sabía que yo era muy tímida y le llamaba la atención que me animara a cantar. Tiempo después estaba ya en los festivales barriales y así comenzaba con el canto (risas).
Siempre que la veo a Evelina le cuento la historia y le digo "yo canto tango por vos" y ella se ríe.
Cuando tanto yo como mis padres vieron que la cosa iba en serio, empecé a estudiar con Arturo Zeballos, que me guió en todo, un tipo magistral que tuvimos en Pergamino y que el COVID nos quitó, él me enseñó todo: cantar, frasear, el tango, tenía 15 años yo. Con él fui a los torneos bonaerenses, ganamos el premio de Tandil, fuimos a Baradero, aprendí un montón. También quedé finalista ern Cosquín, con 16 años, y volver es uno de mis temas pendientes. 

¿Qué particularidades tiene cantar tango?

No es como otros estilos, de hecho para cantarlo tenés que apartarte de algunas reglas básicas; es tan sentido que te lleva tan a contraer todos los músculos. Siempre vamos luchando con eso, te enseñan cómo debes cantar vocalmente, con lo que es el tango que te lleva a poner todo. No sé si vivirlo, diría mi terapeuta, (risas)  pero hay que sentirlo e interiorizarse en las letras, en las historias que son fascinantes. Yo hace un tiempo le presto más atención a la historia que tiene de esos autores que escribieron eso.

¿Escuchás tango?

Sí, claro, antes escuchaba lo que yo quería cantar; una intérprete, una cantante. Ahora en cambio me puse a escuchar las historias y estoy muy copada con eso. En la actualidad escucho a Tita Merello, algo de Adriana Varela, Edmundo Rivero; Goyeneche, Julio Sosa, así que a full con el tango. 

¿Estás preparando un repertorio nuevo?


Estoy en proceso de armar algo nuevo; siempre voy agregando cosas distintas pero llevo muchos años cantando los tangos populares, los que la gente te pide: Naranjo en Flor, La última curda, todo eso. Así que estoy armando como algo diferente también para renovarme y que escuchen otra cosa; y lo vamos a estrenar el 16 de mayo. Estoy muy entusiasmada con las historias y con todo lo que fui descubriendo. 

También cantas pop internacional.

Claro, he hecho mucho de eso también, rock nacional o internacional.  Amy Winehouse, toda esa onda así y también lo disfruto un montón. 

Se da en este caso el regreso al espectáculo público

Del último show que hice pasaron casi tres años fue; fue en un bar que armamos una banda y fueron dos temas internacionales, también un repertorio hermoso.Después no canté más y entonces Facu Bernal me invitó a cantar tango y ese fue como un click que me puso en la cabeza que tenía que volver. En ese sentido mi pareja me apoyó un montón y me dijo "Rena; esto es lo tuyo, no dejes de hacerlo", mi mamá también me apoyó un montón. Una por ahí tiene esos bajones en la vida y ayuda mucho que la gente que tenés al lado te acompañe.

¿Exige alguna técnica especial el hecho de pasar de cantar pop internacional a cantar tango, un estilo muy distinto?

Pasar de cantar en castellano a internacional en mucho más fácil que al revés; cuando cantás en inglés lo haces con la boca más cerrada. Es más difícil cantar en castellano. De todas maneras es algo muy mío porque siempre estoy intentando perfeccionarme. Siempre estoy tratando de mejorar la técnica; las cuerdas vocales son dos músculos y tenés que entrenarlas como en cualquier actividad física. En eso soy extremadamente perfeccionista y me gusta que todo salga bien.
 

¿Y ese perfeccionismo hace que la preparación del espectáculo sea más exigente?

Un poco sí, pero cuando estás haciendo algo que te gusta es algo que se va dando sólo porque vos querés que todo salga bien. A mí me mueve eso y a veces por cosas de la vida, de la familia o el trabajo dejás de hacer lo que te gusta; y al ser tan perfeccionista me doy cuenta de que tengo que relajar un poco; la verdad que es por ahí me dejé estar por él por el laburo también pero bueno; ahora estoy volviendo y nada menos que en Florentino, que es un lugar donde la gente te abraza. Donde se da eso de llegar al público, interactuar.
Mi problema es una vez más el perfeccionismo, porque quiero todo perfecto y si no es así me pongo mal, me cuesta un montón y lo hablo siempre con mi terapeuta, que me dice que lo importante es que uno ponga todo lo que tiene.

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