noscript
Avenida Alsina: símbolo del crecimiento de Pergamino

Viaducto y Parque España tomados desde el "Puente de Hierro", tres emblemas de la avenida Alsina

POR LOS BARRIOS - EXCLUSIVO DIARIONUCLEO.COM

Avenida Alsina: símbolo del crecimiento de Pergamino

Históricamente marcó el límite entre el Centro y la zona Norte de la ciudad; de profunda impronta ferroviaria, vivió un período de decadencia entre la segunda mitad de la década del 90 y la primera mitad de la de 2000, la inauguración del Viaducto, la creación del Parque España y la apertura del paso a nivel en Pasteur revitalizaron la arteria, que hoy vive un período de renovación y pujanza.

Compartir

Una de las zonas urbanas donde mejor puede apreciarse el crecimiento que tuvo evidenció la ciudad de Pergamino en los últimos 20 años es la avenida Alsina; histórico límite entre el Centro y la zona Norte de la ciudad, especialmente el barrio Acevedo, desde la apertura del Viaducto Rocha-Vélez Sársfield y la creación del Parque España, la zona vive un período de constante renovación y crecimiento, con la instalación de nuevos comercios, locales gastronómicos y emprendimientos inmobiliarios. El tránsito es intenso a toda hora y la instalación de entidades como la Policía, el Museo de Bellas Artes, Auto Clásica o el Ferromuseo han convertido a la arteria en un lugar interesante a la hora de realizar inversiones o encarar emprendimientos. El hecho de contar con un "pulmón verde" a escasos minutos del microcentro, ha revalorizado y mejorado la aprecación que los pergaminenses tienen sobre la avenida Alsina.

Sector Sur del Parque España; hasta hace poco más de 20 años este espacio estaba oculto detrás de un paredón.

La avenida Alsina comienza exactamente en su intesección con el Viaducto y marca la continuación hacia el Oeste de Marcelino Ugarte; siendo además esa esquina el límite entre tres barrios, Centro, Desiderio de la Fuente y Acevedo y sigue hacia ese punto cardinal hasta llegar a la zona rural. Sin embargo, el presente artículo se centrará en el sector histórico de la avenida. Es decir, el comprendido entre el Viaducto y la intersección con las avenidas Colón y Ameghino. A su vez, el sector mencionado puede dividirse en dos tramos. El tramo Este, que va desde el Viaducto hasta la calle Sarmiento, muy marcado por lo ferroviario y el oeste, más vinculado con lo comercial. 

Históricamente, la avenida Alsina estuvo relacionada con el ex Ferrocarril Mitre, está emplazada a pocos metros de las vías férreas y su trazado servía como paso obligado para aquellos que se dirigían a los barrios Acevedo y Ameghino. El imponente edificio de la estación, constituía el punto central de la arteria. La avenida tuvo un período de esplendor que iba de la mano del tránsito ferroviario, en las proximidades de la Estación, sobre la vereda sur se instalaron hoteles y locales gastronómicos; como el legendario "Fachinat", hoy cerrado y en reformas, o el restaurante "La Tablita", desaparecido hace décadas, entre otros. Los viajeros que llegaban desde distintos puntos del país lo hacían invariablemente en tren, ya que ni las rutas ni los vehículos automotores existentes en las primeras décadas del siglo pasado garantizaban economía, confiabilidad, seguridad o comodidad, todo lo cual el ferrocarril ofrecía en prácticamente todos los servicios, por lo cual el tránsito de gente a toda hora hacía que la avenida tuviera un intenso ritmo que iba de la mano con la pujante actualidad de la Pergamino de esos tiempos.

Nuevos comercios abren permanentemente en la avenida Alsina. 

Además, la Unión Ferroviaria poseía distintos locales, entre los cuales se destacaba el cine-teatro, ubicado muy cerca de la intersección con Sarmiento, y los empleados del ferrocarril Mitre tenían sus viviendas en la zona, lo que convertía ese sector casi en un barrio aparte, con impronta propia.  

Sin embargo, junto con el progresivo deterioro del ferrocarril y las sucesivas crisis económicas que sufrió el país desde mediados de la década del 70 fueron haciendo que paulatinamente el ritmo y la actividad en la avenida Alsina fuera disminuyendo y toda la zona fue entrando poco a poco en decadencia. Mientras el resto de la ciudad cambiaba y se modernizaba, cambiaba el alumbrado público, crecían los edificios de altura y el Centro se transformaba por completo, la avenida Alsina iba cayendo poco a poco en el olvido, perduraban los edificios antiguos, cada vez más deteriorados, cerraban comercios, los hoteles iban bajando de categoría o cerraban y los pergaminenses encontraban pocos atractivos en ese lugar que para la mayoría era sólo de paso, sin ofrecer nada que "invitara" a quedarse. Sólo sobrevivían las casas de repuestos para automotores y algunos comercios puntuales, pero pasaron años sin que existieran grandes inversiones en la zona. 

El Ferromuseo y detrás la sede de Bellas Artes, este bello edificio antiguamente también estaba oculto detrás del paredón.

Para la segunda mitad de la década del 90 y la primera mitad de la primera década de este siglo, Alsina atravesaba un período de notable decadencia. El cino Unión había cerrado y su edificio se deterioraba, casi todo el tramo desde Rocha hasta Sarmiento estaba lleno de edificios antiguos; algunos de ellos con serios problemas de infraestructura, abandonados o usurpados como el viejo Hotel Mitre, en la esquina de Luzuriaga, en peligro de derrumbe y donde vivían varias familias. 

Además, el gigantesco paredón, de casi tres metros de altura y 45 centímetros de ancho ubicado en la vereda Norte de la calle Alsina, que separaba los predios ferroviarios de la vía pública, actuaba como barrera física y psicológica dividiendo la ciudad en dos.

Sede de la Policía de Seguridad, también instalada en un predio ferroviario. 

El tránsito y los comercios eran escasos y nadie quería invertir en la zona; tanto era así que inclusive las calles Luzuriaga, Alberdi o Dr, Alem, entre Alsina y Lagos parecían detenidas en el tiempo, llenas de edificaciones antiguas y en malas condiciones; en aquellos tiempos un vecino de la zona bautizó irónicamente al sector como "el Abasto Pergaminense" ya que según decía el lugar se parecía a esa zona de la ciudad de Buenos Aires (antes de las reformas y de la instalación del shopping) y que supo inmortalizar la canción "Mañana en el Abasto" de la banda de rock Sumo.

La vereda Norte, donde se ubicaba el paredón, se deterioró y se volvió muy difícil caminar por el lugar, además el paredón estaba invariablemente sucio, lleno de graffittis y propagandas políticas, lo cual afeaba notablemente el lugar. De hecho, por oscura y poco transitada, la zona se volvió insegura y muchos evitaban transitarla en horas de la noche y circulaban historias de asaltos y arrebatos; pocos se animaban a cruzar hacia el barrio Acevedo a través del "puente de hierro", ya que del lado de la calle España, que corre paralela a Alsina pero del lado Norte de las vías, el panorama era similar, con un paredón de iguales características. El propio puente estaba mal iluminado y nadie se aventuraba a pasar un mal rato atravesándolo. 

Moderno edificio en la esquina de Luzuriaga: las construcciones nuevas van reemplazando a edificios viejos y deteriorados. 

Esta situación era bien conocida para las administraciones municipales y años después de la suspensión de los servicios ferroviarios regulares se pensó en la posibilidad de generar una conexión más fluida entre los dos barrios, con la demolición del paredón como obra primordial.

Poco a poco, el panorama fue cambiando: a principios de 2000 se abrió un precario paso peatonal a la altura de calle Moreno, muy cerca de lo que hoy es el Museo Municipal de Bellas Artes (antiguo Galpón de Máquinas), mientras avanzaba la obra del Viaducto, que iba a cambiarle para siempre la cara a ese sector de la ciudad.

El histórico Hotel Fachinat, hoy cerrado y en reformas. 

La constucción del Viaducto, un paso bajo nivel de las vías, trajo aparejada la apertura del Parque España, con el derribo de una gran parte del Paredón y la gestación de espacios verdes. El impacto visual fue asombroso, generando la sensación de que el barrio Acevedo estaba entonces más cerca. El complejo se inauguró a finales de 2005 y de inmediato tuvo la aprobación de la inmensa mayoría de los pergaminenses, La obra contemplaba el mantenimiento de todas las obras ferroviarias a exepción del paredón, por eso se dejó el puente (aunque su funcionalidad es reducida, ya que para transitarlo obliga a subir por unas largas escaleras y las vías se pueden cruzar de manera rápida y cómoda por la senda peatonal del Viaducto) y los edificios permanecieron con su estructura intacta. Con el tiempo, la zona del tanque de agua se convirtió en la sede de Auto Clásica, el Galpón de Máquinas en la Escuela Municipal de Bellas Artes, la parte delantera del Galpón es la sede del Ferromuseo y algunas viejas casas de ferroviarios se utilizaron para instalar dependencias policiales. Además se reabrió el Teatro Unión, se restauró el edificio de la Estación (destruido por el incendio de 2009), se repavimentó por completo la traza de la avenida, se colocaron luminarias modernas y cámaras de seguridad en todo el complejo. Además, se abrió un paso a nivel en la calle Pasteur, mejorando aún más la conectividad.

El remozado teatro Unión Ferroviaria, hoy perteneciente a la Municipalidad.

Las obras tuvieron continuidad, se iniciaron durante la gestión de Héctor Gutiérrez (durante la cual se inauguraron el Viaducto y el Parque España), continuaron durante el interinato de Omar Pacini y prosiguieron durante la administración de Javier Martínez, que inauguró, entre otras dependencias, la sede de Bellas Artes. 

Toda la avenida vive un momento de reformas y crecimiento edilicio.

Todos esos cambios, gestados durante los últimos 20 años, cambiaron por completo la fisonomía de la zona; a punto tal que si se pudiera realizar el ejercicio de trasladar a un ciudadano pergaminense de 2001 o 2002 a un lugar de la avenida Alsina de 2025 le costaría un rato darse cuenta de que se halla en la misma arteria, ya que sin dudas es uno de los lugares del casco histórico de Pergamino que más cambió en los últimos tiempos.

Comisarías Primera y De la Mujer, en lo que antiguamente era la casa del jefe de estación. 

Los cambios, la mejor accesibilidad y seguridad y el hecho de haberse convertido en un lugar agradable para los pergaminenses atrajo a aquellos que decidieron realizar emprendimientos, en pocos años desaparecieron varios edificios que sencillamente "se caian a pedazos" y fueron reemplazados por modernas edificaciones como el caso de Luzuriaga y Alsina. Algunas de esas construcciones antiguas fueron remozadas y abrieron allí locales gastronómicos y comercios minoristas, Hasta se impulsó la actividad nocturna, hasta entonces inexistente, con la apertura de pizzerías y cervecerías; no faltan kioscos, almacenes, bares, bazares, farmacias, gran cantidad de negocios del rubro automotor, una estación de servicio, edificios residenciales y también entidades públicas como el PAMI, IOMA, IPS, el Ministerio de Educación, además de la Asociación Pergaminense de Básquet y los sindicatos La Fraternidad y Asociación Judicial Bonaerense, todos ellos con sede en la avenida Alsina. 

Monolito de Sarmiento y Alsina, donde cada 1º de mayo se realiza el acto por el Día del Trabajador.

El tránsito, en otra época escaso y fluido, es hoy intenso y en ciertos horarios complicado; el mayor problema radica en las calles con cruce hacia el barrio Acevedo como General Pico (continuación de Merced) o Río de Janeiro (continuación de Italia), ya que se trata de esquinas "desfasadas" que implican un cuidado especial a la hora de cruzar, especialmente en el segundo caso debido a que en esa esquina no existe semáforo. En cambio, en líneas generales las calles que tienen cruce en sentido inverso, es decir desde Acevedo hacia el Centro, no suelen presentar inconvenientes con el tránsito, salvo el caso de Siria, ya que la distancia entre el semáforo de esa esquina y el instalado en la intersección de Alsina y San Nicolás es muy corta y a veces no alcanza el espacio para que todos los autos puedan pasar; con la consecuencia de que se forman colas en la calle Siria y en ocasiones, con el semáforo en verde, los autos no pueden avanzar porque no hay lugar en la avenida. 

La cuadra entre Dr. Alem y San Nicolás muestra todavía varios edificios en estado de abandono.

El estacionamiento no suele representar un problema aunque, según algunos vecinos consultados por DiarioNucleo.com mencionaron que el sector más complicado es el comprendido entre las calles Dr. Alem e Italia. Fuera de ese tramo, normalmente se puede estacionar sin inconvenientes. 

En cuanto a la seguridad, lo cierto es que desde las mencionadas reformas ha mejorado mucho, sobre todo teniendo en cuenta la presencia de cámaras y el hecho de que en la zona se encuentren varias sedes policiales. Sin embargo, como ocurre en toda la ciudad, han ocurrido algunos robos, principalmente en automóviles estacionados, sobre todo en horario nocturno. 

La apertura del paso a nivel sobre calle Pasteur (continuación de San Nicolás) mejoró la accesibilidad y el tránsito. 

Junto a los modernos establecimientos comerciales, subsisten empresas históricas de la avenida Alsina como la panadería El Trigal, probablemente la más antigua de Pergamino que conserva su fisonomía tradicional. 

Las reformas implementadas en el sector Este de la avenida Alsina fueron tan existosas que inclusive revitalizaron dos arterias que padecían los mismos inconvenientes; la calle España, también paralela a las vías del ferrocarril Mitre pero en el sector sur, y la avenida Vélez Sársfield, continuación de Rocha y "corazón" del barrio Acevedo, donde la evolución fue rápida y muy notable.

Panadería "El Trigal", en la esquina de Alsina y Chiclana. 

El momento positivo que vive hoy la avenida Alsina, después de años de decadencia y abandono, constituyen una muestra de la importancia que tiene la obra pública cuando se ejecuta con un sentido de utilidad y pensando en el bienestar de los vecinos. 

 

Comentarios