El viaje de Federico Cereseto en el aeromodelismo comenzó como un simple juego infantil, pero pronto se transformó en una pasión que, a sus 22 años, lo ha llevado a ser uno de los máximos exponentes del país.
Su nombre resuena como sinónimo de excelencia, creatividad y dedicación en esta disciplina que combina deporte, ciencia y arte. Federico se ha destacado especialmente en el freestyle, una modalidad que mezcla maniobras extremas y ritmo musical. Cada presentación suya cautiva al público con movimientos que desafían los principios aeronáuticos, demostrando su capacidad para innovar y asombrar.
Sin embargo, su búsqueda de nuevos retos lo llevó a debutar este año en el IMAC (International Miniature Aerobatic Club), una exigente disciplina que simula con precisión las maniobras de aeronaves tripuladas.
En su debut en el IMAC argentino, Federico alcanzó el podio en la categoría Unlimited, una de las más complejas, obteniendo un meritorio tercer lugar en Alta Gracia, Córdoba, entre 46 pilotos de cinco categorías. Este resultado no solo consolidó su talento, sino que marcó el inicio de una nueva etapa en su carrera. Además, ha logrado reconocimiento mundial en el pilotaje de jets radiocontrolados, una especialidad que le otorgó el prestigioso premio “Top Gun” en el evento Jets Over Kentucky, el más grande del mundo en esta categoría.
Su experiencia también lo posicionó como juez en competencias nacionales, destacándose en eventos como el realizado en la Agrupación Aeromodelista Pucará, en Buenos Aires. “Practico entre 15 y 20 horas semanales en el simulador y, dos fines de semana al mes, entreno en el Aeroclub Pergamino. Hoy debo tener más de 5,000 horas en simulador y más de 3,500 vuelos desde que comencé a los 4 años”, comenta Federico, evidenciando la disciplina y dedicación que hay detrás de cada logro.
De cara a un 2025 cargado de desafíos, Federico se prepara para competir en eventos de gran relevancia, como Joe Nall, Jets Over Kentucky y Miami Jets en Estados Unidos, además de Fesbraer en Brasil, Vuela Termas en Uruguay y el Latinoamericano IMAC en Córdoba. "Estoy trabajando para dar lo mejor en cada competencia", afirma con entusiasmo.
Pero el amor de Federico por la aviación no se limita al aeromodelismo. También es piloto de planeadores y aviones tripulados. “Llevo 230 horas de vuelo y estoy por rendir la licencia de Piloto Comercial de Avión (PCA). Estas horas las he logrado gracias a remolques y navegaciones realizadas con amigos y colegas del Aeroclub Pergamino”, comparte con orgullo. Federico Cereseto es más que un piloto: es un soñador incansable que ha transformado su pasión en un arte. Su historia es un ejemplo de cómo, con dedicación y perseverancia, se pueden conquistar los cielos. Desde Pergamino al mundo, Federico nos recuerda que los límites no existen para quienes se atreven a imaginar, crear y volar.
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