Hace poco más de una semana comenzó un año que seguramente será muy movido en lo político. Como siempre ocurre en los años impares, todo el sistema se pone en marcha para definir espacios de poder y la lucha por acaparar el mayor porcentaje posible de una cada vez más volátil voluntad electoral se torna encarnizada, desgastante y por momentos agotadora.
En ese sentido, 2025 tiene la particularidad de ser un año electoral "de medio término" o "legislativo", es decir, un año en el cual no se eligen autoridades ejecutivas (presidente, gobernador o intendente) sino sólo diputados, senadores y obviamente concejales.
Cabe aclarar que en las elecciones "ejecutivas" o de "fin de mandato", por oposición a las de "medio término", también se eligen senadores, diputados y concejales, pero en ese caso estas circunstancias quedan opacadas por el dramatismo del cambio de gobierno.
Desde el regreso de la democracia, Pergamino vivió once elecciones ejecutivas (1983, 1987, 1989, 1991, 1995, 1999, 2003, 2007, 2011, 2015, 2019 y 2023, con la particularidad de que en 1987 y 1991 sólo se eligieron intendente y gobernador y en 1989 sólo se eligió presidente, ya que en esa época el presidente se elegía cada seis años, mientras que intendente y gobernador renovaban cada cuatro) y nueve elecciones puramente legislativas (1985, 1993, 1997, 2001, 2005, 2009, 2013, 2017 y 2021)
De acuerdo con el sistema republicano que rige en el país en todas las juridsicciones de administración (nacional, provincial y municipal); a nivel local el poder legislativo está representado por el Concejo Deliberante, que es la entidad que básicamente tiene la tarea de sancionar ordenanzas municipales, que son normas aplicables sólo en el ámbito del Partido: este cuerpo deliberativo está conformado por veinte concejales y se renueva por mitades cada dos años, por elección directa. Cada concejal dura en su mandato cuatro años.
Esto quiere decir que en cada elección se eligen diez concejales, que reemplazan a los elegidos cuatro años antes. Por lo tanto en 2025 será necesario elegir a diez ediles que reemplazarán a los que asumieron en 2021, mientras que los diez restantes (elegidos en 2023) tendrán mandato hasta 2027.
Las elecciones legislativas son un desafío para cualquier oficialismo; en primer lugar porque resultan una especie de sondeo sobre la conformidad de la ciudadanía con su gestión; se entiende que si la mayoría la aprueba, el oficialismo ganará las elecciones, mientras que si hay disconformidad con la administración y la oposición configura una propuesta atractiva, entonces el oficialismo perderá. Esto no ocurre de manera tan lineal pero sirve en trazos gruesos para graficar el comportamiento del sistema.
Por otra parte, la organización republicana exige que las acciones de gobierno más importantes tengan que contar con la aprobación del Concejo, de manera tal que cuantos más concejales oficialistas haya, mayor margen de maniobra tendrá el Ejecutivo. De ahí que, aunque no ponga en juego su mandato, un buen resultado electoral en las elecciones de medio término es de particular interés para el intendente de turno.
En este tipo de elecciones, quien más pone en juego es el ganador de las elecciones celebradas cuatro años antes. En este caso las de 2021, lo cual significa un nuevo desafío para el intendente municipal, teniendo en cuenta de que en esas elecciones la lista oficialista triunfó de manera contundente.
En otras oportunidades hubo en Pergamino elecciones legislativas determinantes; como aquellas de 1997, en las que se impuso la Alianza (UCR - Frepaso), que servirían como inicio para inpulsar el cambio de intendente que se daría dos años más tarde, o las de 2009 (antes de la implementación de las PASO) en las que hubo gran cantidad de listas, lo que determinó que Unión-PRO obtuviera siete bancas de concejales (el 70 por ciento de las que había en juego) a pesar de haber obtenido sólo el 29,5% de los votos.
Todo esto permite asegurar que las elecciones legislativas resultan de gran importancia, ya que dependiendo del resultado de las mismas el panorama político puede cambiar o consolidarse según el caso.
Las elecciones 2025 en Pergamino conllevarán, por lo tanto, la necesidad para el oficialismo municipal de retener nada menos que siete bancas, que fue las que obtuvo en la elección de 2021; un desafío enorme, teniendo en cuenta sobre todo que en esta oportunidad deberá enfrentar a La Libertad Avanza, que disputa el mismo espectro electoral y que cuenta con la ventaja de ser oficialismo a nivel nacional y que ya en 2023 representó un rival de fuste para el intendente Martínez.
Por su parte, el peronismo/kirchnerismo buscará incrementar su magra participación, ya que tanto en 2021 como en 2023 sólo logró obtener tres bancas y corre el riesgo, si su resultado es muy pobre, de quedar como espacio minoritario dentro del HCD, sitio que hoy ocupa LLA, con tres concejales.
En ese contexto, se enumeran los concejales que finalizan mandato en 2025:
- Aurelia Furnari (JUNTOS)
- Fabián Albuerne (JUNTOS)
- Antonia Caldentey (JUNTOS)
- Christian Iglesias (JUNTOS)
- Mariana de Sautu (JUNTOS)
- Francisco Illia (JUNTOS)
- Nora Paladino (JUNTOS)
- Leticia Conti (UxP)
- Alvaro Reynoso (UxP)
- Marcela Conti (UxP - Frente Renovador)
Teniendo en cuenta que la legislación vigente permite sólo una reelección Leticia Conti, Alvaro Reynoso, Antonia Caldentey y Fabián Albuerne no podrán ser candidatos este año.
Por su parte, los concejales con mandato hasta 2027 son:
- Ignacio Maiztegui (JUNTOS)
- Gabriela Taruselli (JUNTOS)
- Ramiro Llan de Rosos (JUNTOS)
- Giuliana Rueda (JUNTOS)
- Jorge Dib (LLA)
- Ivana Tribouley (LLA)
- Gabriel Figueroa (LLA)
- Nicolás Cabrera (UxP)
- Silvia Viera (UxP)
- Bernardo Fiore (UxP - Frente Renovador)
Del análisis realizado se desprende que el espacio político que más poder pone en juego es el oficialismo local, una conformación que viene ganando todas las elecciones desde 2015 a la fecha y que gobernó prácticamente todo su mandato con mayoría automática en el Concejo, algo que cambió recién a finales de 2023, cuando perdió la posibilidad de lograr quórum propio y le generó algunas complicaciones durante 2024.
Sin embargo, en el comienzo del año legislativo habrá que seguir de cerca lo que ocurra con la concejal Ivana Tribouley, que desde las polémicas sesiones por la sanción de la Reforma Municipal está distanciada de sus dos compañeros de banca debido a diferencias políticas que ambas partes consideran irreconciliables y que de hecho se manifiestan en la forma en que votaron durante aquellas jornadas.
En ese contexto, La Libertad Avanza tiene muy poco para perder (sólo la posibilidad de que Tribouley abandone el bloque) y mucho para ganar, ya que mínimamente repitiendo la performance de 2023 podrá contar con tres concejales más y de esa manera empatar al espacio peronista o inclusive desplazarlo si LLA supera lo logrado en 2023.
Por el lado del peronismo, la situación es compleja porque esa fuerza política irá a una elección en un ambiente político plagado de hostilidades entre sus referentes tanto locales como nacionales, con una disputa sin resolver entre La Cámpora y el gobernador bonaerense Axel Kicillof; en una ciudad cuyo electorado le resulta esquivo desde hace 12 años.
De todas formas, habrá que esperar hasta el momento del cierre de listas para tener un panorama más preciso, ya que lo que pase en Pergamino dependerá de la coyuntura nacional, dado que un eventual acuerdo entre el PRO y LLA sería muy beneficioso para el oficialismo local, a la vez que perjudicial para quienes construyeron el espacio libertario en 2023; una ruptura definitiva entre las distinas facciones peronistas también tendría repercusiones a nivel Pergamino. Resulta muy prematuro analizarlo pero las últimas escaramuzas verbales entre el presidente de la Nación y Mauricio Macri ponen un manto de duda sobre la efectivización del acuerdo, aunque gran parte de los dirigentes del PRO ya manifestaron claramente su apoyo a Javier Milei.
También habrá que seguir de cerca los movimientos de la Unión Cívica Radical y de la Coalición Cívica, que hasta el momento forman parte de esa gigantesca coalición que nació como Cambiemos en 2015, luego pasó a llamarse Juntos por el Cambio y finalmente Juntos; teniendo en cuenta que existen también profundas diferencias dentro del radicalismo y que la propia Elisa Carrió, líder de CC, es una dirigente extremadamente crítica del gobierno nacional.
Además, en las últimas horas, suena cada vez más fuerte la posibilidad de la eliminación de las PASO yde concretarse esa alternativa, el análisis se tornaría aún más difícil porque podrían aparecer gran cantidad de listas disputando por un mismo segmento electoral que, en lugar de depurarse en las PASO, irían directamente a la disputa general; donde habría muchas incógnitas.
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