En anteriores ediciones de la sección "Por los barrios" de DiarioNucleo.com se mencionó que existen en Pergamino gran cantidad de barrios construidos bajo la modalidad de planes de viviendas, impulsados por entidades como sindicatos, gremios e instituciones de distinto tipo. Esos proyectos tenían como objetivo facilitar lo que durante muchos años fue el anhelo principal de la mayoría de las familias argentinas: contar con un techo propio.
La modalidad de realización de estos proyectos tenían un esquema similar en casi todos los casos; la entidad que impulsaba la construcción financiaba la obra o se constituía en garante ante alguna institución financiera que estuviera dispuesta a otorgar los fondos para la concreción del plan de viviendas y los adjudicatarios pagaban una cuota mensual de un crédito hipotecario a largo o muy largo plazo (los hubo de hasta 35 años). Normalmente la cuota equivalía al alquiler de una casa de características similares; lo cual resultaba beneficioso para los habitantes, ya que con cada pago iban capitalizando el valor de la vivienda, hasta que finalizado el plazo pasaban a ser propietarios del inmueble.
Durante varias décadas el sistema funcionó y es así como en Pergamino nacieron los barrios Smata, Uom, Municipal, UPCN y varios más que hoy constituyen una prueba de que cientos de familias pudieron convertirse en propietarias gracias a este sistema.
Sin embargo, algunos de esos proyectos se vieron complicados y peligraron en su concreción debido a una serie de circunstancias relacionadas con desaveniencias entre la financiera y la empresa constructora, vaivenes económicos nacionales como la hiperinflación de 1989 o la crisis de 2001, quiebras, complicaciones registrales y, en algunos casos, mala voluntad de alguna de las partes involucradas.
Barrio 148 viviendas "Jorge Abud"
Uno de los planes de viviendas que sufrió graves complicaciones y que podría haber fracasado de no mediar la lucha de los vecinos es el barrio 148 viviendas "Jorge Abud": ubicado en el extremo sur de Pergamino.
Limita al Norte con la calle Ernesto Torrent, que lo separa del berrio Luis Sandrini, al Sur con la calle Sebastián Elcano, delimitada por la zona rural, al Oeste con la calle Miguel Corallini, que lo separa del barrio Pro.Cre.Ar y al este con la calle Alberdi, también con la zona rural.
Financiado a través del sindicato de Luz y Fuerza, su edificación fue una sucesión de postergaciones, cambios de planes, complicaciones burocráticas y hasta judicialización en los ámbitos penal y civil; ya que las autoridades locales de dicha entidad sindical fueron denunciadas por los adjudicatarios luego de que pagaran cuotas durante ocho años sin ver ningún avance en las obras.
La historia del barrio 148 viviendas comienza en 2007, cuando el sindicato Luz y Fuerza decidió destinar un predio de cinco hectáreas para la construcción de viviendas; en un principio la financiación iba a ser por un lote con todos los servicios y luego la empresa Forjar; que pertenece a la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza, realizaría la obra general; bajo las directivas del Instituto de la Vivienda.
Dos años más tarde, casi todos los adjudicatarios habían pagado la totalidad del crédito y para ese momento no se había realizado ninguna obra en el predio y tampoco se habían instalado los servicios incluídos en el contrato firmado. A partir de ahí hubo toda una serie de reclamos, manifestaciones y enfrentamientos entre las partes, mientras el tiempo transcurría y el terreno presentaba siempre el mismo aspecto, una plataforma de hormigón desnuda y solitaria y una enorme cantidad de pastizales: "En esa época pasaba por ahí todos los fines de semana, pensaba que ese era el lugar donde soñaba vivir junto a mi familia, y cuando veía todos esos yuyos me daban muchas ganas de llorar", contó una vecina.
Aspecto del barrio en 2014.
Enumerar la serie de trámites, reclamos, reuniones y gestiones administrativas y judiciales que los adjudicatarios debieron realizar para poder contar con su vivienda resultaría extremadamente extenso y escapa al objetivo del presente artículo, pero basta con mencionar que la situación llegó a aparecer en algunos medios de comunicación de alcance nacional y que de no haber sido por la lucha y el esfuerzo de los vecinos, que insistieron permanentemente en mantener el reclamo vigente, probablemente el barrio nunca se hubiera construido.
Finalmente, en 2017, diez años después de la presentación del proyecto original, luego de que intervinieran en distintos estamentos Nación, Provincia y Municipio, las negociaciones se destrabaron y la construcción comenzó, para alivio de los propietarios y en poco tiempo más el barrio "Jorge Abud" se fue convirtiendo en una realidad: para que eso ocurriera hubo un par de hechos fundamentales; en primer lugar el apartamiento tanto del gremio como de las empresas que habían sido contratadas, y las gestiones ante el Instituto Provincial de la Vivienda , que impulsó un nuevo llamado a licitación por los trabajos, que fueron adjudicados a la firma a Chico Hermanos de la ciudad de Mercedes, por un monto superior a los 92 millones de pesos, fondos aportados desde la Subsecretaría de Vivienda de Nación en el marco del Programa Federal de Viviendas “Techo Digno”.
Cartel de reclamo en la esquina de Yrigoyen y Rocha, 2015.
En julio de 2018 se entregó el primer tercio de viviendas y pocos meses después se habilitó el resto del complejo, que finalmente quedó inaugurado y después de más de diez años de esfuerzo, lucha e incertidumbre, los adjudicatarios pudieron instalarse en sus casas.
El barrio se encuentra en una zona que experimenta un crecimento exponencial en los últimos diez años; ya que al barrio Jorge Abud se suman el complejo ProCreAr, con 400 lotes y el programa Solares, impulsado por el Municipio; totalizando alrededor de 700 inmuebles, lo cual es notable si se tiene en cuenta que hace poco más de 40 años toda la zona ubicada al sur de la Ruta 8 (hoy avenida Malvinas Argentinas) era prácticamente zona rural.
Cuenta con todos los servicios, pavimento, cloacas y agua potable, el aumento en la densidad poblacional del lugar trajo aparejada la llegada de comercios de todo tipo y en diez años la fisonomía de toda la región pasó de ser un descampado a un lugar muy activo.
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El barrio a punto de ser entregado, en 2018, hoy las calles cuentan con pavimento.
Actualidad
Para conocer detalles acerca de la vida diaria del barrio, DiarioNucleo.com dialogó con Cristian, uno de los adjudicatarios que estuvo involurado en todas las luchas y que trabajó de manera incansable para que la concreción del proyecto fuera una realidad: "fueron años de mucha batalla y muchas frustraciones, pero al final logramos tener nuestras casas" manifestó.
Al ser un barrio muy nuevo, no son demasiadas las diferencias a contar con relación a la época en la que las viviendas fueron entregadas y la actualidad, pero a pesar de ese detalle, Cristian destaca la llegada del pavimento, lo cual "representó un avance importante, ya que cuando nos mudamos las calles apenas tenían un mejorado; hoy hay una carpeta asfáltica que hasta el momento está bien y nos brinda comodidad".
Sin embargo, hay que señalar que la calle posterior del barrio, en el límite sur del mismo, todavía es de tierra.
Servicios
"El barrio obviamente tiene todos los servicios ya de origen" explicó Cristian ante la consulta de DiarioNucleo.com y agregó que "se entregó con cloacas y servicio eléctrico; además cuenta con el resto de los servicios como Internet y TV por cable, llegan casi todos los que la ciudad provee" señaló.
Las calles internas son poco transitadas.
Además, contamos con una salita de salud que está junto al barrio Pro.Cre.Ar, tenemos cerca el Colegio Santa Julia y comercios de distinto tipo; la cercanía con la ruta hace que tengamos buena accesibilidad así que en ese sentido estamos bien" explicó.
"Eso sí, estamos teniendo en los últimos tiempos inconvenientes con el suministro eléctrico, porquie casi todas las mañanas o mañana por medio se corta. Por lo general pasa durante unas dos horas después de las ocho de la mañana. Siempre viene esa falla. Es constante más cuando empieza a aproximarse el verano y durante toda esa época. En el invierno no es tanto pero apensa cambia la temperatura empezamos a sufrir el tema de cortes de electricidad" detalló Cristian.
La calle Sebastián Elcano no está pavimentada.
"El barrio creció mucho" siguió contando Cristian "Fue construido en serie y por eso todas las casas son iguales. Hoy está muy prolijo y la verdad es que da gusto verlo así, los vecinos son cuidadosos y mantienen sus vivendas en buen estado, cada uno aporta lo suyo para que el barrio esté bien" remarcó.
Seguridad
Consultado por DiarioNucleo.com sobre el tema de la seguridad en el barrio; Cristian manifestó que "Con el tema seguridad hoy por hoy estamos bien, hubo unos episodios al principio, bastante complicados por cierte, pero mejoró el alumbrado público e instalaron esa casilla del GDM (Grupop Departamental Motorizado), al lado de la plaza y se resolvió, más allá de que no hay constantemente gente ahí sino que es como que cubren un horario y salen, no hay constantemente, pero aún así con ese tema estamos tranquilos en el barrio.
A diferencia de otros barrios relevados por DiarioNucleo.com, en 148 viviendas no han considerado la instalación del sistema de alarma vecinal pero, según explicó Cristian, "La mayoría de los vecinos tienen cámaras y alarmas y estamos en contacto permanente por si pasa algo, nos conocemos todos y tratamos de cuidarnos entre todos también, siguió explicando Cristian.
Higiene
Respecto de este particular, consultado acerca del tema Cristian se manifestó conforme con el servicio de recolección de residuos y con el mantenimento del barrio en general "El barrio en todas sus cuadras cuenta con los contenedores verdes y el sistema funciona bien; el único lugar donde se observa un poco de descuido es en un baldío que quedó pegado a la casilla de guardia policial, donde al parecer no cortan el pasto, lo demás está bien" aclaró.
Originalmente las casas eran todas iguales, pero cada vecino le fue imponiendo su impronta.
Tránsito
Según manifestó Cristian a DiarioNucleo.com; el tránsito en el barrio no tiene complicación alguna "es un barrio muy tranquilo, el tránsito sólo se intensifica un momento a la mañana y a la tardecita, pero por lo general la gente se maneja con cuidado y no hay problemas. Hay una plaza muy grande y los chicos van ahí y andan solos por el barrio sin ningún inconveniente" remarcó.
Casilla del Grupo Departamental Motorizado (GDM).
Vida diaria
Consultado por DiarioNucleo.com, Cristian fue contundente al señalar que desea permanecer en el barrio y que se siente cómodo viviendo allí "el barrio está bien está en general está muy bien y no tengo la ide de mudarme, ni cambiar las casas ni nada de eso; hoy es un barrio tranquilo, no tiene problemas de inseguridad, está bien el lugar, cambió mucho con el pavimento y personalmente pienso quedarme acá y tratar de seguir mejorando mi casa" comentó.
Plaza compartida con los barrios Pro.Cre.Ar y parte de Luis Sandrini.
El problema del gas natural
En líneas generales, los vecinos manifestan estar conformes con la vida diaria en el barrio 148 viviendas y los parámetros típicos que hacen a la calidad de vida (tránsito, higiene, accesibilidad, servicios y seguridad) se muestran como satisfactorios, sin embargo, a la fecha el lugar no cuenta con el suministro de gas natural, a pesar de que los moradores pagaron la instalación y siguen esperando la obra.
"Pagamos primero al Sindicato, ya que el servicio estaba incluído en el contrato inicial, y después a la Provincia e hicimos todo lo que nos dijeron que teníamos que hacer pero a la fecha no tenemos la instalación, entiendo que es un tema que tiene que resolver la empresa prestadora del servicio porque nosotros ya hiciemos nuestra parte y cumplimos, la verdad es que contar con gas natural es lo único que nos falta y no es una comodidad sino una necesidad, espero que a la brevedad se resuelva el problema y nos conecten" remarcó el vecino.
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