Si bien en los planos oficiales figura inscripto como "San Vicente", los pergaminenses denominan de manera habitual al sector comprendido entre las avenidas De Mayo, Colón, Florencio Sánchez y el arroyo Pergamino como "Barrio Vicente López": un lugar con mucha historia; populoso, familiar, comercial y con enorme vitalidad; dentro de su perímetro se encuentran importantes establecimientos educativos, dependencias oficiales, comercios mayoristas y minoristas, estaciones de servicio y clubes.
Es un barrio de grandes dimensiones ubicado en un punto estratégico de la ciudad; limita al este con el Centro, al norte con el barrio Martín Illia, al oeste con los barrios 12 de Octubre y Guemes y al sur con el barrio Belgrano.
A diferencia de otros barrios relevados por DiarioNucleo.com como el Municipal https://diarionucleo.com/ciudad/pergamino/266452-barrio-municipal-35-anos-punto-estrategico-pergami/ o el San Martín https://diarionucleo.com/ciudad/pergamino/266958-barrio-gral-san-martin-historico-emblematico-verde/, que nacieron de una planificación urbanística determinada destinada a proveer una solución ante una necesidad concreta que era la falta de viviendas para un sector de la sociedad, el Barrio Vicente López se formó de manera aleatoria y resulta una consecuencia del crecimiento natural de la ciudad,, sobre terrenos que, antiguamente estaban destinados a la producción agropecuaria y de hecho todas las calles principales de Pergamino con sentido este-oeste (3 de Febrero, Castelli, Gral. Paz, 11 de Septiembre, Florida, San Martín, Belgrano, Mitre y Pueyrredón) continúan su recorrido en el Barrio Vicente López sin cambiar de denominación, resultando la zona una especie de "prolongación" del centro hacia el oeste.
La avenida Colón, que sirve como límite entre el Centro y el barrio, es una de las más importantes de la ciudad.
Quizás por ese motivo es un sector que durante el transcurso de su historia fue contando con servicios públicos como agua potable, cloacas o gas natural antes que otras zonas de la ciudad, su proximidad con el Centro le otorga varias ventajas y es una de las características que elogian sus vecinos.
El nacimiento y expansión inicial del Barrio Vicente López se dio sobre todo en la última década del siglo XIX, en coincidencia con el crecimiento de la población tanto de la ciudad como del país, como consecuencia de las corrientes inmigratorias que se sucedieron desde la década del 80 del siglo XIX hasta mediados del siglo pasado.
Precisamente, se trata de un barrio poblado originariamente por gran cantidad de inmigrantes, principalmente de origen árabe e italiano, que practicaron distintos oficios y fueron asentándose y creciendo al ritmo del desarrollo de Pergamino.
Vicente López tiene también una característica muy arraigada; el barrio se fue poblando con familias constituidas por hijos de los habitantes originarios, que con el tiempo fueron adquiriendo terrenos desocupados y construyendo allí sus viviendas: es muy común escuchar a un vecino del barrio decir que "acá a la vuelta vive mi abuelo y en la esquina están mis primos" o bien "mis padres vivían a dos cuadras y ahora mis nietos se están haciendo la casa acá a media cuadra".
Al no ser un barrio planificado, el aspecto edilicio es sumamente variopinto, ya que conviven construcciones de principios del siglo XX con modernos edificios actuales, además de gran cantidad de casas de las décadas del 50, 60, 70, 80 y 90, todas con estilos diferentes.
El edificio de la Escuela Normal, en la esquina de Belgrano y Avenida Colón.
El barrio alberga varias instituciones importantes como la Escuela Normal Superior "Joaquín V. González", cuyo edificio ocupa toda una manzana y que ofrece educación inicial, primaria y secundaria, además de los Institutos de Formación Docente Nº 121 y 122, que funcionan en el mismo lugar. La Escuela Primaria Nº 17, en calle Castelli, el Hogar de Ancianos San Vicente de Paul y la Parroquia San Vicente, además de dependencias de Obras Sanitarias, con el tanque principal de la ciudad y la Biblioteca Municipal "Dr. Joaquín Menéndez", inaugurada en octubre de 2017, entre otras.
Es una zona de permanentes cambios, que combina el vertiginoso ritmo laboral de lunes a viernes con la tranquilidad "de barrio" de los fines de semana.
Pasado y presente
DiarioNúcleo.com dialogó con cuatro vecinos del barrio Vicente López, que son propietarios de sus viviendas y lo habitan desde hace décadas; que recordaron sus primeras épocas en la zona y brindaron un panorama acerca del vida diaria en ese sector de Pergamino.
"Hace setenta años que vivo en el barrio, o sea desde que nací" contó Carlos Santapaola a DiarioNucleo.com y agregó que "a la casa donde hoy vivo la levantaron mis abuelos, era un rancho de adobe y paja que con el tiempo fuimos mejorando y agrandando. Era muy linda la infancia en el barrio porque prácticamente estabamos todo el día en la calle y eramos todos muy amigos, a veces casi no había diferencias entre tu casa y la del vecino. Las puertas estaban siempre abiertas" recordó y agregó que "cuando llovía íbamos a la esquina de lo que hoy es Florencio Sánchez, donde había una cuneta gigantesca, y cazábamos cualquier cantidad de ranas. En los baldíos jugábamos todo el día al fútbol y los mayores se sentaban en la vereda con una pava que recuerdo que era enorme, a tomar mate" señaló.
La calle Castelli es el "corazón" del barrio Vicente López
"Las calles eran todas de tierra, algunas con cunetas y otras no, cuando llovía era imposible andar en auto y se usaba mucho el caballo. Castelli tenía un empedrado y venía a ser la calle principal del barrio, ahí estaban los comercios importantes, las tiendas, el bar, una librería, ya en aquel entonces el comercio era muy importante en el barrio" relató.
Raúl Bordón y Gladys Carranza son el típíco ejemplo de familia de Vicente López, los padres de ambos vivían en el barrio, los dos asistieron a la Escuela Nº 17 y cuando se casaron, compraron un terreno en calle Florida y edificaron su casa, hace cincuenta años, a cuatro y seis cuadras de donde vivían sus respectivos padres. "Recuerdo mi infancia en el barrio con mucho cariño" señaló Gladys y agregó que "en ese entonces ya existía ya la Escuela Nº 17 pero no con el edificio de ahora, aunque estaba en el mismo lugar, también estaba el club Vicente López, donde los fines de semana se realizaban bailes y mi papá trabajaba de mozo" comentó.
"En ese entoces había algun servicio pero todavía el barrio no había tenido el desarrollo que tuvo después, como vivimos siempre acá pudimos ir viendo la evolución que tuvo y la verdad es que fue impresionante" dijo por su parte Raúl "por ejemplo, no había teléfono, así que cuando necesitabamos alguna cosa importante o comunicarnos para algo sí o sí había que ir al Centro" agregó.
El Hogar de Ancianos San Vicente de Paul, en la esquina de Francia y Florida.
"En 1979 me casé y me vine acá" contó Rubén Rivero, otro de los vecinos entrevistados por DiarioNucleo.com y añadió que "ya había pavimento pero todavía estaba lleno de terrenos baldíos y los chicos jugaban a la pelota" contó "me encariñé en seguida con el lugar y con los vecinos y acá criamos a nuestros hijos. Hoy mi hija vive en la esquina y mi hijo está en el Centro pero muy cerquita del barrio" comentó.
"Recuerdo que todos eran gente de laburo" señaló por su parte Carlos Santapaola "no sólo porque trabajaban mucho para vivir sino porque cuando tenían tiempo libre se ponían a trabajar en la casa, algunos levantaban paredes, otros acomodaban el tapial, otros hacían quinta y compartían los productos con los demás, era una vida de mucho trabajo pero muy linda" señaló.
"El barrio de la bronca"
Gladys Carranza recordó a su vez que "la esquina de Castelli y Vicente López era como el punto de encuentro del barrio, ahi había un baldío enorme y solían venir los circos y los parques de diversiones, entonces todos nos encontrábamos ahí y disfrutábamos en familia. Un evento muy lindo y esperado era el de las fogatas de San Pedro y San Juan: los chicos hacían muñecos y los quemaban en hogueras gigantescas, todas las familias colaboraban" recordó y agregó que "es una lástima que esas costumbres se hayan perdido, hoy los jóvenes tal vez ni siquiera sepan que existen esas celebraciones y que sus padres y abuelos quemaban muñecos para conmemorarlas".
"En esa misma esquina jugábamos al carnaval" intervino su esposo Raúl Bordón "mojábamos a todo el mundo, grandes y chicos, y nadie se enojaba porque todos sabían que en esa época se acostumbraba a jugar así, son recuerdos muy lindos todos ellos relacionados con el barrio" contó y agregó que "en calle Castelli había una cochería con vehículos de tracción a sangre, tipo mateos. Pertenecían a una empresa muy importante porque todavía se acostumbraba acompañar los cortejos fúnebres con esos coches. Es un recuerdo que conservo muy nítidamente y hoy, cuando escucho los cascos de algún caballo, recuerdo aquellos antiguos carruajes" señaló.
La Escuela Nº 17, cuyo edificio fue hecho a nuevo a principios de la década del 80.
"Esperaba los fines de semana para ir a bailar al Club Vicente López, donde se convocaba un montón de gente, era gracioso porque en calle Castelli había una tienda y todos comprábamos ahí, pero resulta que nos vendía a todos lo mismo, entonces íbas al baile y encontrabas a cuatro o cinco tipos vestidos igual que vos" relató Carlos Santapaola entre risas.
"A veces en los bailes había peleas" comentó Gladys en otro tramo de su charla con DiarioNucleo.com "no había robos como ahora pero sí se armaban algunas grescas y los hombres se enfrentaban cuchillo en mano" contó y agregó que "por eso en una época a Vicente López lo llamaban 'el barrio de la bronca'".
"Tenía ese nombre por las peleas que se armaban en los bailes y que eran bastante bravas" acotó Raúl "pero en lo que hace a los vecinos siempre la relación fue muy buena, muy familiar. Recuerdo que para fin de año se cortaban las calles y los vecinos ponían mesas y festejaban juntos el Año Nuevo, cada uno aportaba algo y se hacían unas celebraciones enormes, como una gran familia. Después el tiempo se llevó también esa costumbre" contó con nostalgia.
La llegada de los servicios
"La llegada de los servicios se da a mediados de la década del 60" contó Raúl Bordón durante su charla con DiarioNucleo.com, lo primero que llegó fue el agua corriente, que fue un gran avance, más tarde llegó el pavimento, luego las cloacas y finalmente el gas. Tenemos todos esos servicios desde hace más de 30 años" explicó.
Parroquia y Jardín de Infantes San Vicente. Francia entre Florida y 11 de Septiembre.
"Todo se dio muy rápido" señaló Gladys "de golpe, después de décadas acostumbrados a las calles de tierra en muy poco tiempo pasamos a tener asfalto, se instalaron las farolas de iluminación en las esquinas y el panorama cambió por completo".
"La pavimentación de las avenidas Colón primero y Florencio Sánchez despúes significó un cambio gigantesco para la zona pero también generó nuevos problemas porque el tránsito pasó a ser más intenso y los vehículos empezaron a circular a mayor velocidad, por lo que aumentó el riesgo de accidentes, pero de todas formas fue un cambio muy positivo" comentó Carlos Santapaola.
"Después del Centro, Vicente López fue la primera zona de Pergamino que tuvo gas natural, eso fue en 1987" detalló Rubén RIvero y agregó que "el cambio fue notable, ya que es una comodidad a la que nos acostumbramos enseguida; hay que tener en cuenta lo que es calefaccionarse con una estuva a kerosene y tener que estar calculando los días para que no se agoten los tubos de gas envasado. Sin dudas el avance fue enorme" remarcó.
"La llegada de los servicios le cambió por completo la cara al barrio" señaló Raúl Bordón "se instalaron más comercios, las avenidas y Florencio Sánchez se llenaron de almacenes, kioscos y locales de otros rubros, hasta convertirse en lo que son hoy; lugares donde podés conseguir lo que quieras" agregó.
Actualidad
En lo que hace a la vida cotidiana en el barrio, los vecinos de Vicente López consultados por DiarioNúcleo.com coincidieron en que se trata de una zona cómoda, con buena accesibilidad, con tres avenidas importantes cerca y con servicios que funcionan correctamente.
Gladys Carranza y Raúl Bordón en la puerta de su casa, los padres de ambos también vivían en el barrio.
"Los vecinos podemos conseguir prácticamente todo caminando apenas un par de cuadras: hay escuelas, supermercados, comercios de indumentaria, panaderías, rotiserías, mercería y desde hace unos años también tenemos la biblioteca" comentó Gladys Carranza durante su charla con DiarioNucleo.com "así que es una zona en la que se puede adquirir lo que uno necesita sin la necesidad de tener auto o moto para movilizarse porque todo queda a mano"subrayó.
"También hay ferreterías, varias farmacias, veterinaria, forrajerías, dos estaciones de servicio, casas de electricidad, talleres mecánicos, el barrio es casi como una ciudad en miniatura" intervino Raúl Bordón "claro que ayuda mucho estar rodeados por tres de las avenidas más importantes de Pergamino, como hay un intenso movimiento de gente muy importante, no es difícil que un negocio funcione" explicó.
"Yo me dedico a hacer fletes y por eso me muevo mucho y conozco toda la ciudad: puedo asegurar que a Vicente López no le falta nada" remarcó Carlos Santapaola.
"Soy jubilado y sólo salgo del barrio cuando tengo que retirar dinero en efectivo de algún cajero, ya que una sucursal bancaria es una de las pocas cosas que le faltan" comentó Rubén Rivero "todo lo demás lo consigo sin alejarme más de cinco cuadras de mi casa" añadió.
Seguridad e iluminación
En relación con el tema del delito, que según las encuestas sigue encabezando la lista de preocupaciones de la población pergaminense, consultados por DiarioNucleo.com; los vecinos de Vicente López comentaron que si bien en los últimos tiempos no han existido hechos graves, sí ocurrieron en la zona algunos episodios de hurtos y arrebatos.
Carlos Santapaola frente a su casa, que evolucionó desde "un rancho de adobe y paja" hecho por su abuelo.
"Tuvimos algunos casos de robos, por ejemplo a mí me sacaron una caja de herramientas de la caja de mi camioneta" contó Carlos Santapaola y agregó que "lo curioso es que días después fui a una casa de compraventa de la zona y encontré algunas de las cosas, así que pude recuperar algo" relató y agregó que "hubo algunos arrebatos, se han llevado cosas de algún garaje, bicicletas, electródomésticos, cosas así. Pero no podría decir que Vicente López es más inseguro que otras partes de la ciudad; sí sería importante que hubiera más cámaras, ya que las que hay pertenecen a los vecinos, son particulares" explicó y añadió que "de todas maneras, como nos conocemos todos ante cualquier inconveniente pegamos unos gritos o nos avisamos y estamos alertas a cualquier cosa que pueda pasar".
"Algunas cuadras pusieron alarmas vecinales, cosa que me parece una excelente idea porque con un gasto mínimo los vecinos cuentan con un recurso muy bueno para protegerse, aunque no todas las calles lo tienen" señaló por su parte Raúl Bordón.
"En los últimos tiempos no tengo recuerdo de que haya pasado algo grave" remarcó Gladys Carranza "hace más de diez años unos delincuentes quisieron entrar a casa para robarnos, pero desde entonces no ha pasado nada más. Vemos con frecuencia los móviles de la Patrulla Urbana y también de la Policía, así que al menos yo me siento segura".
Tanque de agua principal de Pergamino, instalado en la esquina de Francia y Mitre, en 1929.
"Tengo rejas en mi casa y en la cuadra instalamos alarma vecinal" explicó a DiarioNucleo.com Rubén Rivero y agregó que "nunca nos pasó nada, la Patrulla está, la Policía pasa y los vecinos nos conocemos entre todos y nos alertamos en caso de ver algo sospechoso" señaló.
Según pudo averiguar DiarioNucleo.com, varios de los vecinos de Vicente López se han adherido al sistema "Ojos en Alerta" implementado por el área de Seguridad del Municipio y la mayoría de ellos se muestra conforme con el servicio.
En cuanto a la iluminación, Carlos Santapaola contó que "hubo tres grandes cambios, al principio, cuando llegaba la noche la calle sólo se iluminaba con el reflejo de la luz de las casas, después llegaron las farolas en las esquinas, que fueron un cambio importantísimo, en los años 90 llegaron las columnas de alumbrado con gas de sodio, que mejoraron por completo la vida nocturna en el barrio y por último, hace un par de años, instalaron las luces led con todas sus ventajas. Creo que aportan a la seguridad y mejoran mucho la calidad de vida" señaló.
Tránsito
"El tránsito en el barrio es complicado y en algunos casos peligroso" manifestó sin rodeos Gladys Carranza ante la pregunta de DiarioNucleo.com "las avenidas son muy concurridas y en el interior las calles Castelli, Gral Paz, 11 de Septiembre y Florida tienen mucho tránsito y a toda hora".
"El problema en mi opinión son las motos" agregó su esposo Raúl Bordón "si en el resto de la ciudad no respetan nada, acá es todavía peor: transitan en contramano, van muy rápido, cargados hasta con cuatro personas, no frenan en las esquinas, no respetan la prioridad de paso, doblan al límite, es muy complicado. Hubo varios accidentes, atropellos, choques, es todo un tema".
La "cortada" de Florida y México, una zona que los vecinos consideran peligrosa.
"El tránsito fue siempre caótico y hay zonas que son directamente peligrosas, como la avenida Florencio Sanchez entre Castelli y el arroyo, especialmente a la mañana temprano, al mediodía y entre las cuatro y media y las seis de la tarde. Otro lugar problemático es la cortada de Florida y México, porque nadie respeta el tema de la mano. Como vienen por Florida y la calle se corta, se meten de contramano en México y hacen esos diez o quince metros con el tránsito de frente para poder retormar la calle por la que venían. Es muy peligroso y es una esquina donde hubo accidentes" detalló Rubén Rivero. Debería haber más controles, especialmente a la hora de entrada y salida de los colegios."
Higiene
Con relación al tema de la higiene, todos los vecinos consultados por DiarioNucleo.com se mostraron conformes con el sistema: desde hace seis años el barrio se incorporó al sistema de contenedores, aunque algunas cuadras siguen implemetando el antiguo sistema de recolección casa por casa: "estamos conformes con los contenedores" comentó Gladys Carranza "si se usa como corresponde es un servicio excelente y muy cómodo, claro que a veces algunos vecinos no respetan a los demás y hacen cosas como llenarlos con ramas o encontrarlo lleno y dejar las bolsas al costado. Si se usara como corresponde, no habría ningún problema" señaló,
"Hay que andar pidiéndoles a los vecinos que no llenen los contenedores con ramas o escombros" comentó por su parte Carlos Santapaola "el problema no es el servicio sino la actitude de algunas personas" subrayó.
"El servicio es muy bueno, además tres veces por semana las cooperativas pasan barriendo la calle y eso contribuye a la higiene en general, no es un tema que sea un problema en el barrio, el sistema funciona bien" remarcó Raúl Bordón.
Agua potable
Para analizar el tema del agua potable en el barrio Vicente López es necesario explicar que el mismo tiene una orografía particular: el perímetro comprendido entre las calles Colón, San Martín, Perú y Avenida de Mayo es una de las zonas más altas de la ciudad. Es por eso que en 1929 las autoridades municipales decidieron instalar el tanque de agua principal en la esquina de Mitre y Francia. A partir de allí, en dirección oeste hacia Florencio Sánchez y sur hacia el arroyo Pergamino las calles tienen una pendiente considerable y la altura desciende rápidamente hacia cotas mucho más bajas. Esta característica se pudo apreciar en las inundaciones de 1995 y 2016, cuando todo el sector próximo al arroyo quedó bajo el agua mientras que el resto del barrio no sufrió ningun inconveniente.
Esa circunstancia particular hace que las zonas bajas prácticamente no acusen inconvenientes con el suministro de agua: "No tenemos problemas de ningún tipo" señaló categóricamente Carlos Santapaola "en verano a veces baja un poco la presión, pero nada más que eso".
Rubén Rivero junto a su familia en el jardín de su casa: "es una zona donde podés sentarte en el frente de tu casa, tomar mate y conversar" asegura.
"Nosotros no tenemos problemas" respondió Gladys Carranza a la pregunta de DiarioNucleo.com "pero tengo familiares en la zona de Pueyrredón y Mexico y en verano a veces se quedan sin agua" explicó y agregó que "también este tema depende mucho de la conciencia de la gente porque hay que cuidar. Vemos a algunos vecinos que dejan la manguera abierta para lavar la vereda y lo hacen varias veces al día, otros llenan piletas privadas con agua de la red y otros lavan el auto a cualquier hora, eso perjudica el suministro" señaló.
Vida cotidiana
"Estoy cómodo y contento acá en el barrio, con vecinos de toda la vida, con mis hijos cerca y con las cosas que necesito. Pienso quedarme acá y seguir disfrutando del lugar; es una zona donde podés sentarte en el frente de tu casa, tomar mate en familia y conversar" señaló de manera contundente Rubén Rivero ante la consulta de DiarioNucleo.com.
"No me iría del barrio, acá tengo a mi familia, mis amigos, mis cosas, mi casa, mi vida entera, creo que hasta me molestaría mudarme a una cuadra, pienso quedarme acá" manifestó Carlos Santapaola ante la misma pregunta.
Sector posterior del edificio de la Biblioteca Pública Municipal "Dr. Joaquín Menéndez", inaugurado en 2017.
"Nos costó mucho construir nuestra casa y tratamos de mantenerla lo mejor posible, para nosotros es muy importante, nos gusta vivir acá y acá nos quedamos" dijo por su parte Raúl Bordón.
"El barrio ha crecido mucho y ha mejorado un montón. Desde 2017, por ejemplo, tenemos la biblioteca, que es un edificio hermoso y que además cuenta con una plaza muy cómoda" señaló Gladys Carranza "la biblioteca se contruyó en lo que antes era un predio de Inspección General, viejo y deteriorado, que en una época estaba lleno de autos secuestrados y de mugre, hoy es un lugar cómodo y aprovechable. El barrio ha crecido y ha mejorado pero al mismo tiempo el contacto entre vecinos y el ritmo de vida siguen siendo los de antes. Es lindo vivir acá" finalizó.
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