El 12 de octubre del año 1963 se produjo la asunción como Presidente de la Nación del pergaminense Arturo Umberto Illia en un contexto complejo, donde el poder económico, el peronismo proscripto y las Fuerzas Armadas buscaron desde el primer momento condicionar su mandato.
Illia, de 63 años, juró como nuevo presidente del país luego de triunfar en las elecciones realizadas el 7 de julio de ese año, encabezando la lista de una de las dos fracciones en las que por entonces estaba dividido el radicalismo, la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP).
El sábado 12 de octubre se cumplieron 61 años de aquella jornada histórica y por este motivo en el día de ayer se realizó un acto en el Museo Casa Natal Illia para conmemorar la fecha.
El evento convocó a los familiares del expresidente, afiliados radicales, así como también ciudadanos que se acercaron para rememorar la asunción del médico pergaminense como presidente de los argentinos. El mismo contó con diferentes discursos que resaltaron la figura e importancia de Illia.
En diálogo con diarionucleo.com, Enrique Illia, nieto de Don Arturo, habló sobre esta fecha tan especial y sobre la figura del expresidente.
"Cuando se habla de Arturo Illia, mucha gente menciona la honestidad y la austeridad, y pienso que eso es un reduccionismo. Asumió la presidencia de la Nación tras el derrocamiento de Arturo Fondizi, veníamos del conflicto militar entre Azules y Colorados, el peronismo estaba proscripto y, a nivel internacional, la Guerra Fría estaba en su etapa más álgida que en el año 1962 se produjo la Crisis de los Misiles. Entonces, hay que marcar que el contexto era difícil y para colmo Argentina venía de dos años de recesión", expresó.
Y agregó: "En su primer acto de gobierno, dió de baja un decreto que existía de la época de Aramburu que impedía la participación política del peronismo. Esto habla de un hombre de Estado que entendía que se gobernaba para todos los argentinos y no para un sector determinado".
En esta misma línea, Enrique Illia destacó que, precisamente esa visión de unidad que tenía Arturo, es lo que está faltando hoy a la política en general. "Falta una idea de nación, de sociedad, y esto tiene que ver con una concepción del Estado. Recordemos que no existe ningún país del mundo que se haya desarrollado sin Estado. Ahora, hemos entrado en una dialéctica de la confrontación y de pelea que es producto de una fragmentación social y que se expresa en las localidades, en las organizaciones políticas y sociales. Entonces, ¿qué es lo que le falta a la política de hoy? Yo creo que hay que tomar la ejemplaridad de Illia, quien tuvo un plan nacional de desarrollo a partir del cual favoreció a todos los sectores como el campo y la industria, bajó el desempleo, aumentó el salario mínimo vital y móvil, estimuló la compra de aquellas empresas relacionadas con la mano de obra intensiva, puso la Superintendencia de Bancos y también sindicaturas en las empresas del Estado. Con esto quiero decir que lo que hoy está faltando es un plan de crecimiento y de distribución de la producción".
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