El "Instituto de Apoyo al Síndrome de Down y Retardo Mental Leve" es una organización fundada en el año 1990 por un grupo de padres preocupados por la educación de sus hijos con Síndrome de Down y discapacidad intelectual, quienes, a partir de ese momento, comenzaron a gestar de manera paulatinamente un espacio destinado a brindar prestaciones terapéuticas con la visión de crear a futuro una escuela para niños y jóvenes con discapacidad intelectual.
Tras largos años de esfuerzo, trabajo y gestiones, nació en el año 2001 la Escuela Especial “Los Buenos Hijos”, escuela pública de gestión privada cuyo objetivo principal es que los estudiantes puedan nutrirse de herramientas y apoyos que promuevan la permanencia en el sistema educativo y la preparación para el mundo del trabajo.
En la actualidad, el establecimiento brinda prestaciones educativas a 72 estudiantes, parte de ellos concurren 8 horas diarias, de lunes a viernes, a la Sede y otros alumnos se encuentran transitando proyectos educativos de inclusión en escuelas comunes.
Diarionucleo.com dialogó con María Rosa León, cofundadora de la escuela, para conocer más de cerca el trabajo que realizan con mucha dedicación y total compromiso por los chicos desde hace 33 años.
El trabajo por la inclusión
"Nuestro objetivo desde el comienzo fue el de crear una escuela. En un principio éramos un grupo parroquial que trabajaba en apoyo escolar con un grupo de dos o tres chicos. A lo largo de 10 años fuimos juntando toda la documentación necesaria para lograr la habilitación de la escuela y finalmente lo conseguimos en el año 2001. Durante todo ese tiempo recibimos apoyo de los distintos gobiernos municipales y de empresarios, pero por sobre todas las cosas, fue la comunidad nuestro gran sostén para cumplir con el objetivo que nos planteamos ni bien comenzamos. Y es por eso que estamos muy agradecidos hacia los pergaminenses porque no nos han soltado nunca la mano", expresó.
Debido a que la matrícula de alumnos fue creciendo con el correr del tiempo, la escuela se mudó cuatro veces de locación para de esta manera poder recibir a la máxima cantidad de chicos posible. "Por suerte, todos los espacios nos fueron quedando chicos", recordó.
En cuanto a los objetivos pedagógicos que persigue la escuela, León explicó: "Nuestra idea fue siempre la de reunir todo lo que necesita un chico con discapacidad para desarrollarse en un mismo lugar. En nuestra escuela, los chicos están desde las 8:30 hasta las 16:30 horas en donde desayunan, almuerzan y toman la merienda. Por la mañana tiene la parte pedagógica y por la tarde los talleres".
Augusto Ferreyra, de 37 años, es el hijo de María Rosa y fue uno de los primeros egresados de la escuela. Su caso es la muestra palpable del buen funcionamiento de formación que tiene la escuela.
"Para mi hijo, la escuela es como su segunda casa. Vivió todas las etapas porque comenzó en el grupo de apoyo y luego egresó en el 2012. Actualmente se encuentra haciendo un trabajo voluntario en el establecimiento porque la verdad es que todo lo que adquirió lo aprendió en la escuela. Él es escritor de cuentos y poesía, y es un chico muy independiente. En lo que a mí respecta, no tengo más que palabras de agradecimiento por el trabajo que hicieron con mi hijo en la institución y esa es la razón por la que sigo formando parte del proyecto, quiero que el resto de los chicos tenga la posibilidad de recibir la atención que tuvo Augusto", comentó.
- En la actualidad, el establecimiento cuenta con 28 docentes, 3 auxiliares y 2 representantes legales
La necesidad de un nuevo espacio
Actualmente, la escuela cuenta con una matrícula de 72 alumnos, de los cuales hay 38 en sede y el resto está integrado en jardín, primaria y secundaria.
Afortunadamente, el establecimiento no ha dejado de crecer en demanda y ya es hora de encontrar un nuevo espacio para poder recibir a más chicos. "Tenemos muchos alumnos en lista de espera a quienes no podemos atender por no contar con más espacio", declaró.
La escuela se encuentra en proceso de mudanza hacia un nuevo edificio que tiene capacidad para recibir a 100 alumnos. "El nuevo edificio está muy avanzado y presenta una inversión de 150 millones de pesos. Para concluir las obras y poder iniciar el ciclo lectivo allí nos están faltando 35 millones, y es por eso que recientemente lanzamos una campaña solidaria de donaciones para poder llegar a ese monto. Tenemos muchas esperanzas en que una vez más la comunidad y las empresas nos ayuden para concretar el traspaso de edificio", explicó León.
Todas aquellas personas interesadas en realizar las donaciones pueden realizar una transferencia a una cuenta que se abrió especialmente para este propósito, al "escuela.buenos.hijos". También pueden acercarse a Ugarte 427 de lunes a viernes de 8:30 a 16:30 horas para hacerlo de manera personal.
Otra manera de ayudar para que "Los buenos hijos" se mude a un espacio más grande, es acercándose a la feria americana que se encuentra al lado del colegio y comprar prendas. Todo el dinero que ingresa al comercio está exclusivamente destinado al proyecto de mudanza.
"No hay un mínimo de donación y cualquier ayuda, por más que sean mil pesos, a nosotros nos sirve, pero por sobre todas las cosas, les sirve a los chicos que están esperando poder ingresar a la escuela", concluyó diciendo.
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