Conocé “Risopatía”, los payasos comunitarios que visitan el hospital para llevarle alegría a los chicos
Seguidores de la corriente creada por el reconocido médico Patch Adams, son los responsables de sacarle una sonrisa a los niños que se encuentran en las salas pediátricas.
Hace más de 10 años que funciona en la ciudad de Pergamino “Risopatía”, un espacio artístico conformado por 10 payasas y payasos comunitarios que nació de la idea de su directora, Natalia Sachero. Quien a su vez también es la creadora de la primera escuela de clowns de la ciudad llamada Espacio Cíclico Rojo.
““Risopatía” surgió de la idea principal de que el clown, tomado como una técnica teatral y actoral, puede intervenir en las salas pediátricas de las diferentes clínicas y hospitales de la provincia de Buenos Aires”, explicó Sachero a diarionucleo.com.
Desde que se conformó el espacio, los clowns pergaminenses realizan intervenciones en el Hospital San José y en diferentes nosocomios de la zona con el fin de poder sacarle una sonrisa a los niños y niñas que se encuentran atravesando una enfermedad.
“Nosotros creemos firmemente en que la risa, el juego y la mirada es una forma de transformar diferentes espacios en donde la propuesta lúdica permite desestructurar y descontextualizar las diferentes situaciones que ocurren”, precisó.
Los integrantes de “Risopatía” cuentan con formación local, provincial e incluso participaron de los encuentros que realizó Patch Adams en la ciudad de Buenos Aires para los payasos comunitarios del país.
Hunter Doherty "Patch" Adams es reconocido a nivel mundial como el médico de la risoterapia pero también es activista social, diplomático y escritor, quien en el año 1972 fundó el Instituto Gesundheit. Anualmente organiza un grupo de voluntarios de todo el mundo para viajar a distintos países, vestidos de payasos, en un esfuerzo por llevar el humor a los huérfanos, pacientes y otras personas. Adams alcanzó la fama mundial en el año 1998 cuando el aclamado actor cómico Robbin Williams encarnó su papel en la biopic estadounidense “Patch Adams”.
“En total fueron dos encuentros que tuvimos con Adams, el primero de ellos fue una charla de formación específica y luego fueron diferentes intervenciones en barrios periféricos y comedores de Capital Federal”, recordó Sachero.
Reír sana
Sabrina Del Valle es una de las artistas que forma parte de “Risopatía” y, en diálogo con diarionucleo.com, explicó que el objetivo que persiguen con las visitas a las salas pediátricas es descontextualizar ese espacio.
“En los espacios sanitarios que visitamos se viven momentos de preocupación por parte de los padres de los chicos y lo que tratamos de hacer nosotros en esos minutitos en los que estamos dentro de la habitación es transformarlos y convertirlos en juego”, sostuvo.
El grupo de clowns de Pergamino visita a chicos de todas las edades, desde bebés hasta adolescentes, y también incluyen a los familiares adultos en las propuestas lúdicas que crean para lograr un momento de felicidad y distracción. “Hasta llegamos a armar un desfile de moda y un partido de fútbol dentro de la habitación. Todo va surgiendo en el momento porque nosotros no tenemos un guión a seguir como lo tiene un actor de teatro. Todo se da a partir de la improvisación y de la experiencia de tener la técnica de clown”.
Del Valle destacó la participación de los chicos y sus padres en las propuestas que generan en cada visita. Precisó que prefiere trabajar con adolescentes y que, a partir de juegos musicales y de redes sociales, logran sacarles una sonrisa a pesar del contexto en el que se encuentran.
“La verdad es que de estas experiencias nosotros aprendemos un montón y, personalmente, siempre me llevo una sensación muy gratificante. Siempre pienso que con algo tan cortito de tiempo, porque no podemos estar más de cinco minutos en las salas, los chicos se quedan con algo para muchos días. Cada vez que pasamos nosotros o el otro grupo llamado “Payamédicos” los niños después le comentan lo sucedido a sus familiares e incluso a las enfermeras porque no tienen otra actividad que no sea el celular o los dibujitos en la tele. Puede parecer algo mínimo, pero para ellos es un montón”, concluyó explicando.