A pesar de la recesión, los pergaminenses continúan concurriendo a los espectáculos culturales
Así lo aseguró Neme Carenzo, uno de los socios de Habemus Theatrum, en diálogo con diarionucleo.com sobre cómo está afectando la crisis a la cultura de Pergamino.
La recesión económica se está manifestando con mucha crudez en la ciudad de Pergamino. La caída del poder adquisitivo conlleva a la baja del consumo, situación que afecta a todos los rubros del sector comercial.
En general, se estima que la caída en las ventas del sector ronda entre el 20% y el 30% en comparación con el año pasado y ya se está produciendo el fenómeno de migración de comercios de la zona céntrica hacia lugares en los que el alquiler es más barato. Lamentablemente, en otros casos, optan por cerrar sus puertas definitivamente.
Las consecuencias de la nueva crisis económica en la que se encuentra sumergido el país en general y la ciudad de Pergamino en particular también golpea al sector de la cultura, aunque de una manera menor a la que se podría llegar a suponer. Diarionucleo.com dialogó con Neme Carenzo, uno de los propietarios de Habemus Theatrum, quien narró las dificultades que atraviesan las salas.
"La cultura de Pergamino no escapa a la realidad económica de la Argentina y a esto hay que sumarle que estamos observando un embate histórico contra las manifestaciones culturales", expresó.
A pesar de esta realidad, Carenzo aseguró que los pergaminenses continuaron asistiendo al teatro y a otros espectáculos durante mayo y principios de junio. "Sinceramente, hemos tenido una buena concurrencia, por supuesto que no se compara con la de otros años, pero la gente sigue eligiendo al teatro como una alternativa en sus salidas. Considero que cuando las crisis son profundas, las personas optan por el esparcimiento como momento de distracción de los problemas diarios, es una manera de alimentar el espíritu", declaró.
En cuanto a las dificultades que existen en la actualidad, precisó que la recesión se observa en la poca rotación del público que asiste al teatro. "La gente hoy elige ver un espectáculo ya no lo hace todos los fines de semana como sucedía antes, ahora van a ver una obra y esperan 15 días o un mes para asistir a otra. Y esto genera que nosotros tengamos que remarla en dulce de leche para evitar que las funciones se caigan por falta de público, cosa que hasta ahora no ha sucedido por la respuesta de la gente".
La inflación provoca que las entradas de los espectáculos no mantengan un costo fijo por mucho tiempo. "Dos años atrás el valor de la entrada podía mantenerse de marzo hasta mitad de año, pero ahora tenemos que adecuarnos a los tiempos que corren. Desde abril hasta hoy hubo dos aumentos porque sino quedamos muy atrasados y encima tenemos que enfrentar los grandes incrementos del alquiler y de los servicios", sentenció Carenzo.