La recesión está golpeando fuertemente en todos los sectores productivos de la ciudad de Pergamino y uno de los más perjudicados son los comercios de todos los rubros.
La caída del poder adquisitivo de los ciudadanos provocó un descenso en el consumo que comenzó a reflejarse a partir del mes de enero y en esta primera mitad del año se está agudizando cada vez más.
Muchos comerciantes de la ciudad comparan la situación actual con el período que se vivió durante la pandemia en términos de baja en las ventas. A esta caída del consumo que parece agudizarse cada vez más, hay que sumarle el aumento de los servicios como la luz y el gas, y el aumento de los alquileres, lo que representa el peor escenario posible para muchos comercios.
En las zonas comerciales de la ciudad, es decir, en el microcentro y en el paseo comercial Juan B. Justo, la recesión está generando que haya cada vez locales vacíos. Y esto responde a que los propietarios deciden mudar sus comercios de estas zonas hacia lugares en donde el alquiler es más barato o bien cerrar sus puertas definitivamente.
Otro aspecto negativo que está ocurriendo en la ciudad, es que aquellos locales vacíos no se están ocupando por otros comercios. Tiempo atrás, cuando un local quedaba vació en las zonas comerciales era ocupado con relativa rapidez. Mientras que ahora, debido al costo de los alquileres y a la falta de dinero para abrir un comercio, esto no está sucediendo.
Los comercios pergaminenses registran caídas de ventas que rondan entre el 20 y el 30 por ciento, mientras que en los rubros que no comercializan bienes imprescindibles, como zapaterías, marroquinerías, joyerías y jugueterías, la baja es aún mayor.
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