Pergamino
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Ex Comisaría Primera de Pergamino: un largo recorrido por el horror hacia la esperanza

La recuperación del edificio y su transformación en un Espacio para la Memoria demuestra cómo la sociedad fue capaz de resignificar el lugar que fue escenario de detenciones ilegales durante la dictadura militar y de la masacre de "Los 7".

El año pasado, el Museo Sitio de Memoria ESMA, inaugurado el 19 de mayo de 2015, fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. El lugar donde funcionaba la Escuela de Mecánica de la Armada fue el escenario de violaciones contundentes contra los derechos humanos de las personas que fueron detenidas durante la última Dictadura Militar del año 1976.

Torturas físicas, emocionales y psicológicas, aislamiento, malos tratos, escasa alimentación, robo de bebés y violaciones son algunas de las atrocidades que tuvieron que experimentar miles de detenidos.

Los espacios para la memoria son sitios vinculados al terrorismo de Estado que, desafectados del uso que tuvieron durante ese período, fueron reconvertidos bajo esa denominación.

En la actualidad, existen en el país más de cuarenta de estas experiencias en las que se llevan adelante de modo permanente actividades educativas, culturales, artísticas y de investigación destinadas a la trasmisión de la memoria y la promoción de los derechos humanos. Y uno de ellos se encuentra en la ciudad de Pergamino, en el edificio donde funcionaba la ex Comisaría Primera.

El rol de la comisaría durante el proceso militar

Durante la última dictadura la ex Comisaría Primera funcionó como Centro Clandestino de Detención (CCD). Estaba bajo el área militar 132 correspondiente a San Nicolás, Ramallo, Pergamino, Baradero y San Pedro, con asiento en el Batallón de Ingenieros de Combate 101, cuyos jefes eran el teniente coronel Manuel Fernando Saint Amant (1975-1977) y el coronel Norberto Ferrero (1977-1979). 

Las operaciones fueron llevadas a cabo por fuerzas pertenecientes a la sección San Nicolás del Destacamento de Inteligencia 101 del Ejército, con jefatura en La Plata, personal de la Delegación local de DIPPBA, personal de la Unidad Regional San Nicolás e integrantes del Batallón de Ingenieros de Combate 101, ambas con asiento en San Nicolás.

La comisaría era paso previo al traslado de los habitantes de Pergamino secuestrados, que luego eran llevados a los centros clandestinos que funcionaron en la Brigada de Investigaciones y la Unidad Penal 3 de San Nicolás, entre otros.

El regreso de la tan ansiada y necesaria democracia, el 30 de octubre de 1983, terminó con la Dictadura Militar. Durante los siete años que duró el proceso, los desaparecidos en la ciudad de Pergamino fueron 31.

El 22 de febrero del corriente año dio comienzo la cuarta parcialidad de la megacausa comúnmente conocida como “Saint Amant”, en la cual se juzgan delitos cometidos durante el período del terrorismo de estado en la jurisdicción del Área Militar 132, que abarcaba gran parte del noroeste de la provincia de Buenos Aires. Gran parte del proceso, se llevará a cabo en las ciudades de San Nicolás, San Pedro y Pergamino.

Resultan imputados en este debate tanto los responsables del Área Militar 132 como integrantes de las delegaciones locales de la Policía Federal y de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la provincia de Buenos Aires, llegando a un total de 11 imputados.

Se espera que los más de 150 testigos (entre vecinos, víctimas y familiares) declaren en relación a los casos de 59 víctimas oriundas de las localidades de San Nicolás, Pergamino, Colón, Baradero, San Pedro y Ramallo. Se estima que la duración total del debate será superior a un año, sin perjuicio de la posible ampliación del número de casos.

La Masacre de Pergamino

La historia trágica de la comisaría continuó escribiéndose tras la dictadura, siguió funcionando como tal hasta que fue trasladada a otra locación tras el incendio ocurrido el 2 de marzo de 2017

Sergio Filiberto, Federico Perrota, Alan Córdoba, Franco Pizarro, John Mario Claros, Juan José Cabrera y Fernando Latorre estaban detenidos bajo custodia del Estado cuando se desató un incendio en uno de los calabozos.

El incendio de la comisaría ubicada en Dorrego 654 comenzó cuando dos de los 19 hombres que se encontraban detenidos comenzaron a discutir y luego se trenzaron a golpes de puño.

  • "La Matera", el lugar donde se originó la pelea entre los detenidos y que provocó que fueran encerrados en los calabozos

Según lo que se pudo comprobar durante el juicio, el conflicto terminó con un apretón de manos entre ambos. Esta disputa generó que tres oficiales entraran a la zona de calabozos y encerraran a los detenidos en las celdas 1, 2, 3 y 6.

Esto provocó el enojo de las personas quienes comenzaron a gritarles a los uniformados que aún no era horario de entrar a las celdas y pidieron que les abrieran las puertas.

Al no obtener la respuesta que esperaban por parte de los policías, comenzaron a prender fuego uno de los colchones de los calabozos. Inmediatamente después, las llamas fueron propagándose al entrar en contacto con una cortina que se encontraba en el lugar.

  • La celda en la que murieron los 7 se mantiene casi intacta desde aquel fatídico día

Al observar esta situación, los efectivos decidieron evacuar el lugar a través del patio trasero de la comisaría. Mientras tanto, las llamas ya habían provocado el incendio.

En medio de la desesperación, las 19 personas que se encontraban en el sector que estaba en llamas, realizaron llamados a sus familiares pidiendo ayuda.

"Ana venite ya pa la comisaría que me van a matar se armó kilombo", decía textualmente el mensaje que envió uno de los detenidos desde la celda 1.

Los policías presentes en la comisaría no regresaron para socorrer a los detenidos y hasta incluso dejaron cerrada con llave la puerta de rejas que separaba el sector de imaginaria con el de los calabozos.

  • El calabozo en donde se encontraban los detenidos que sobrevivieron a la tragedia

Esto quedó comprobado durante el juicio, debido a que los dos primeros bomberos que llegaron al edificio manifestaron que efectivamente se encontraba cerrada y que los policías demoraron 20 minutos en abrirla.

Los responsables de la tragedia que pudo ser evitada, los policías Sergio Rodas, Alexis Eva, Matías Giulietti, Brian Carrizo y Carolina Guevara y el comisario Alberto Donza, fueron condenados por los jueces Burrone, Gaspari y Cuestas por el delito de "abandono de persona agravado por resultado de muerte".

La recuperación y resignificación del espacio

Tras la masacre de 2017 el colectivo “Justicia por los 7”, la Asociación por la memoria y los derechos humanos de Pergamino, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) y otros representantes de la comunidad pergaminense impulsaron la desafectación del lugar y la creación del espacio. Un año más tarde, el Concejo Deliberante aprobó de manera unánime la ordenanza que crea el sitio para la memoria.

El edificio fue entregado a la CPM para su resguardo y se decidió crear en la zona más sensible, es decir, el lugar donde fallecieron las siete personas, el espacio dedicado a la memoria. La celda en la que se provocó la tragedia fue conservada casi tal cual como quedó después de aquella fatídica jornada. A su lado, se encuentra el calabozo donde fueron alojados aquellos que lograron sobrevivir, y a unos metros, la puerta que fue cerrada por los policías y que causó las muertes.

 Cada rincón del sector frío, oscuro y silencioso de los calabozos pretende que, por un momento, los visitantes traten de imaginar las pavorosas situaciones que allí tuvieron lugar.

Esta semana, se llevó a cabo la inauguración del Auditorio del espacio que estará destinado a albergar eventos sociales, culturales y artísticos con el objetivo de resignificar el pasado infernal que allí se vivió y ponerlo a disposición de todos los pergaminenses para fines que permitan el crecimiento de la comunidad en su totalidad.

A fin de cuentas, los progresos de una sociedad se realizan a partir del trabajo en conjunto de los hombres y mujeres que la integran. Cada sociedad tiene un momento único e irrepetible dentro de  la historia y serán sus acciones las que determinen los aportes para el futuro. La responsabilidad, y el desafío, descansa en generar cada vez más caminos virtuosos y anegar aquellos que conducen al horror y al espanto, porque hubo hechos en nuestra historia que no deben de volver a repetirse NUNCA MÁS.