La construcción de la Presa de Regulación del Arroyo Pergamino fue un sueño perseguido durante mucho tiempo por aquellos pergaminenses que padecieron en carne propia las consecuencias de las inundaciones que ha sufrido la ciudad en los últimos 30 años. Este grupo de vecinos de la ciudad decidieron unirse en la Comisión de Seguimiento de Obras Pluviales de Pergamino (Cosopper) y a partir de entonces promovieron la obra.
Desde la Cosopper realizaron todas las gestiones necesarias para que el proyecto ingrese en la agenda política local y provincial pero las diversas gestiones fueron retrasando el comienzo de la obra por diferentes motivos. Hoy, a 30 años del inicio de su tratamiento a nivel provincial, y luego de la aprobación definitiva para su construcción en el año 2022, las obras no han comenzado.
El porqué de la obra
La ciudad de Pergamino fue asentada en un sector del territorio central en cuanto a las vías de comunicación, la abundancia del recurso hídrico y el clima. Con el tiempo devino en uno de los principales centros de producción y servicios rurales de la llanura pampeana. Este proceso trajo aparejado el crecimiento del área urbana y la consolidación de importantes grupos de población. La expansión territorial de la ciudad se realizó a expensas de la llanura de inundación del arroyo homónimo y a raíz de esto las inundaciones han representado un importante riesgo de origen natural para la ciudad.
Pergamino ha padecido 87 inundaciones, desde 1913 hasta el 2016. De éstas, 40 se pueden considerar de impacto leve (desbordes de los arroyos o inundación sin anegamiento de viviendas), 19 de impacto moderado (inundación con anegamiento de viviendas, sin evacuaciones), 25 de impacto alto (inundación con evacuaciones) y 3 de ellas (1995, 1984 y 1939), de impacto muy alto (debido a su extensión, duración, daños, etc.).
Este es el precendente que el proyecto Presa de Regulación del Arroyo Pergamino toma como punto de partida para justificar la necesidad de la obra.
La historia de la obra
La gran inundación que azotó a la ciudad de Pergamino el 7 de abril del año 1995 motivó por primera vez el planteamiento de la necesidad realizar gestiones para evitar futuras inundaciones.
Entre los años 2001 y 2004 el gobierno del entonces gobernador Felipe Solá le encargó al Instituto Nacional del Agua realizar el Estudio de Diagnóstico de la Cuenca del Arroyo Pergamino y Presentación de Alternativas. Dicho estudio determinó que la mejor opción para evitar inundaciones era la construcción de una presa.
En el año 2005 el gobierno de Solá llamó a licitación pública para el Proyecto Integral de Defensa y Desagües Pluviales de la ciudad que ganó una Unión Transitoria de Empresas conformada por IATASA -ABS, quienes se encargaron de realizar el proyecto integral de defensa y desagüe de la ciudad que consistió en la presa de regulación más una serie de colectores en el casco urbano. De esta manera. el proyecto quedó oficializado en el Ministerio de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires.
La inundación que volvió a golpear a la ciudad a finales del 2016 suscitó que la sociedad se movilizara en una asamblea a la que asistieron más de 2 mil personas. La misma terminó con la entrega de un petitorio que solicitaba la continuación de la obra de la presa al intendente Javier Martínez para que sea elevado a la gobernadora María Eugenia Vidal.
En el año 2017 el gobierno de Vidal le pidió al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) financiamiento para ejecutar un Programa de Control de Inundaciones para la Provincia de Buenos Aires. Dentro de dicho programa, estaba incluido el desarrollo del Proyecto de Obras de Defensa de la Ciudad de Pergamino, el cual involucra la construcción de una presa de regulación ubicada sobre el arroyo Pergamino, a unos 3,5 kilómetros aguas arriba de la ciudad.
En ese mismo año, el BID le otorgó al Gobierno de la provincia de Buenos Aires 70 millones de dólares para la compra del predio y construcción de la obra. En el año 2018 se llamó a licitación pública que ganó la empresa Decavial S.A.
Tres años después, y a raíz de un pedido de la Cosopper, la Dirección Hidraúlica se reunió con los dueños de las tierras para negociar la compra de los predios. En total eran 11 terrenos que se encontraban repartidos entre 9 propietarios distintos, y por los cuales se realizaron 4 juicios de expropiación debido a que sus dueños, por diferentes razones, no quisieron venderlos. Estas negociaciones finalizaron en octubre del 2022.
Finalmente, el 5 de octubre del año 2022 se dio de alta la construcción de la obra de la Presa de Regulación del Arroyo Pergamino en la zona oeste de la ciudad. El acto se desarrolló en el mismo lugar en donde se realizarán las tareas y el mismo estuvo encabezado por el director de Hidráulica de la provincia de Buenos Aires, el ingeniero Flavio Seiano
A partir de ese momento, la empresa Dacavial SA comenzó con el proyecto ejecutivo que culminó en marzo de este año.
La obra contempla su realización en 42 meses. La presa tendrá de 6 kilómetros de largo y comenzará en la Ruta Nº 8, cruzará el arroyo y alterará la Ruta Nº 178, a la altura del arroyo La Botija. En el sector del arroyo Pergamino, tendrá una altura de 16 metros. Para su construcción se deberá desviar al arroyo unos 200 metros en dirección a la Ruta Nº 178.
Su actualidad
A un año y medio del alta para su construcción la empresa Decavial S.A. aún no ha iniciado las tareas, lo que genera que la obra se siga postergando.
El año pasado, desde la Cosopper mostraron su preocupación por los retrasos en la construcción. "Decavial S.A. ya tiene resuelto el acceso a los campos, tienen el préstamo otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (DIB), tienen terminado el proyecto ejecutivo de la obra y también salieron favorecidos en la redeterminación de precios a marzo del 2023 que solicitaron porque la inflación elevó el costo de la obra. Entonces nos sorprende que, teniendo todo dado desde el mes de marzo, los trabajos no comiencen", expresaron en una entrevista con diarionucleo.com.
Y agregaron: "Nosotros como veeduría ciudadana tenemos el derecho de reclamar ante los organismos públicos y ante la empresa privada que está a cargo del proyecto. Nuestra preocupación se funda en que cuanto antes se termine la obra hay más posibilidades de prevenir una inundación".
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