Emanuel Antúnez Clerc se define como un apasionado de los viajes. A sus 42 años ha recorrido todo el país y casi la totalidad de América del Sur, el Caribe, Estados Unidos y algunas regiones de Europa.
En cada lugar que visitó siempre prefirió realizar un turismo no convencional basado en recorrer los sitios poco tradicionales, hablar con la gente del lugar para conocer más de cerca su cultura y probar la gastronomía autóctona de cada región.
En el año 2019 emprendió junto a su madre un viaje muy especial que los llevó a pisar el suelo de las islas Malvinas. “Realicé el viaje por dos razones muy puntuales. La primera, las islas fueron el último lugar de la Argentina que me faltaba conocer. Y la segunda, rendir homenaje en el Cementerio de Darwin al soldado pergaminense caído durante la guerra, Aldo Patrone. Durante el conflicto bélico también hubo otro caído de Pergamino, el conscripto Eduardo Tomás Silva, quien falleció durante el hundimiento ilegal del ARA Belgrano”, explicó.
También refirió que en su casa de la infancia siempre hubo un “fuerte sentimiento malvinero” y que sus padres siempre les inculcaron a él y a sus hermanos el significado tan especial que tienen las Malvinas para Argentina.
El extranjero
Emanuel emprendió el viaje en septiembre del 2019 desde Río Gallegos hacia Mount Pleasant (Monte Agradable). “Al comienzo del viaje se dio una situación muy particular. Al salir desde nuestro país hacia las islas no tenés que presentar pasaporte, porque para nosotros estamos yendo a un lugar que pertenece a nuestro país, pero cuando pisas suelo malvinense te sellan el pasaporte, como si llegaras desde otro país, eso fue muy loco”.
El pergaminense explicó que actualmente existen en las islas dos museos temáticos acerca de la Guerra de Malvinas. “En ambos museos hablan de la invasión argentina, claro que nosotros tenemos una visión completamente diferente. De hecho cuando llegamos a Malvinas nos dieron un papel en el que decía que no podíamos usar escarapelas, banderas ni camisetas de fútbol de Argentina. O sea, no podíamos usar nada que nos identifique con nuestro propio país porque de lo contrario corríamos riesgo de ser sancionados”.
Antúnez Clerc describió el clima de Malvinas como “inhóspito” para aquellas personas que no están acostumbradas al frío, a los fuertes vientos y a la nieve.
En cuanto a la percepción sobre la población que vive en las islas, dijo: “En todas las islas viven aproximadamente 3.500 personas, sin contar a los militares que también radican allí porque después de la guerra las islas están totalmente militarizadas. Fuí con expectativas de cierta distancia por parte de los kelpers hacia los argentinos pero la verdad es que no fue tan así. Si bien son muy cerrados, fueron amables en el trato. Solamente existe un solo lugar al que te recomiendan no ir si sos argentino, entre las muchas tabernas inglesas que hay existe una en particular en la que está todo mal con los argentinos”.
Acerca del estilo de vida de los isleños, Antúnez Clerc sostuvo que llevan una rutina que consiste en ir desde la casa al trabajo y desde el trabajo a la casa y los domingos ir a misa, sobre todo a la iglesia protestante y no tanto a la católica. “Para los adolescentes es terrible porque no tienen ofertas de esparcimiento, y a eso hay que sumarle que a las cinco de la tarde ya no hay luz y hace un frío tremendo. Tampoco tienen universidades, una vez que terminan el colegio secundario, el Estado británico les paga los estudios en el Reino Unido a aquellos que quieran seguir estudiando”, expresó.
Y agregó: “Después de la guerra las islas cambiaron mucho ya que obtuvieron bastante autonomía. Pudieron elegir a sus representantes, hicieron mucha infraestructura y lograron tener más recursos pero no dejaron de ser una colonia”.
Monte Londres
El pergaminense expresó que las excursiones turísticas que se realizan en la islas poco tienen que ver con la guerra y que se basan específicamente en mostrar la flora y fauna del lugar.
Nada interesado en este tipo de recorridos, alquiló una camioneta y junto a su madre viajaron hacia Monte Londres, el escenario de la batalla más dura e importante que se dio durante la guerra de 1982. La misma se desarrolló desde la noche del 11 hasta la madrugada del día 12 de junio de 1982 y se saldó con la victoria de las tropas británicas.
“Decí hacer el trayecto hacia el lugar de la batalla caminando, para saber qué sintieron los soldados argentinos mientras iban al combate. Con una salvedad, yo fuí bien abrigado, bien comido, sabiendo que iba a regresar a mi casa y sin estar esquivando disparos”, explicó.
Y añadió: “Me llevó dos horas a pie llegar hasta el lugar en medio de un frío terrible. Y cuando llegué me sorprendí al ver que el escenario del combate estaba intacto. Ves los agujeros de las bombas en el suelo, los cañones oxidados por el paso del tiempo, balas, las trincheras, las tasas en las que tomaban el té, zapatillas, ropa y las cocinas de campaña. Todo está conservado tal cual quedó y te advierten de que no te podés llevar nada. De hecho, un excombatiente argentino se quiso llevar un poco de tierra del lugar en el que estaba su trinchera y cuando lo detectaron con los escáneres del aeropuerto se lo hicieron dejar”.
El Cementerio de Darwin
Antúnez Clerc llegó a las islas Malvinas en septiembre del 2019 con un objetivo claro, rendir homenaje a los soldados argentinos caídos y en particular al soldado pergaminense Patrone y cumplió con su compromiso.
“El Cementerio de Darwin está ubicado a unos 300 metros hacia adentro de una ruta, más precisamente en un bajo que queda entre dos montes y fue ubicado en ese lugar para que esté a la vista. De hecho, entre las tumbas de los soldados caídos hay una gran cruz, la cual, en el proyecto original, era más alta pero la hicieron bajar para que no se vea desde la ruta”.
“Recuerdo que no había absolutamente nadie en el cementerio y lo primero que hice, por más que estuviera prohibido, fue desplegar una bandera argentina a la que luego la dejé atada en la tumba de Patrone. Fue una experiencia muy fuerte, estar ahí en el lugar al que siempre quise visitar fue impactante. Me puse a recorrer las tumbas y a mirar los nombres y las fotos de los héroes caídos en combate. Noté que aún hay muchas que todavía dicen “Soldado argentino sólo conocido por Dios”porque no se pudieron identificar. Habré estado una hora y media recorriendo el lugar y rezando”.
Y recordó: “Días después leí en el periódico local, llamado “Penguin News”, un artículo que decía que un argentino había dejado una bandera argentina en el cementerio y que por el hecho iban a incrementar los controles”.
- ¿Te gustaría regresar a las islas Malvinas?
- Sí. Y esta vez me gustaría ir con mi hijo.
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