Durante el fin de semana se realizó en el Aeroclub Pergamino el Primer Festival de Acroyoga. La experiencia convivencial duró tres días (de viernes a domingo), en donde los participantes compartieron e intercambiaron diferentes posturas. empieza el día viernes 23 y termina el domingo 25 por la tarde.
La actividad empezó con juegos de acroyoga entre dos o más personas que sirvió para romper el hielo y para que los participantes comiencen a interactuar. Entre las diferentes propuestas se dictaron clases de Whips icarianos flows y troup. Por la noche, más distendidos, hubos fogón y varíete.
EN la actividad se dictaron clases multinivel,por lo que no se necesitó tener experiencia en la práctica ni en otras. Josefina Carricart, una de las organizadoras, explicó que el staff contó con profesores locales y también de otras localidades como Mar del Plata, Rosario, San Nicolás y Santa Fe.
La visión de Josefina Carricart
En líneas generales el Acroyoga es la combinación de tres disciplinas; el Yoga, el masaje tailandés y las acrobacias. Mediante esta práctica, que se realiza en pareja, trío o grupo, se cultiva la confianza y el empoderamiento, la empatía y muchos otros aspectos físicos, psíquicos y emocionales.
Pero, en realidad, es mucho más que eso. Es un estilo de vida en diversos aspectos y casos. Y uno de ellos es el de Josefina Carricart, una joven de 25 años de Pergamino que, no sólo lo practica, sino que, además, lo enseña.
Josefina se dedica a esto y ha viajado por diferentes lugares, impartiendo clases y participando en eventos. Para ella no hay edad y aconsejó animarse y a estar abiertos a realizarlo. Con la práctica, se va ganando fuerza y flexibilidad, pero también confianza en sí mismo y en los compañeros.
Tras terminar la secundaria Josefina se mudó a Rosario, donde estudió Profesorado de Educación Física y fue allí donde conoció el Acroyoga. “Cuando empecé esta disciplina eran más transiciones de posturas”, recordó.
La joven pergaminense contó que en los ejercicios “siempre hay tres roles”. Una persona que vuela, otro que está abajo, de base, y un tercer rol, que es muy importante, que es el cuidador. “Ahora es mucho más acrobática, así que yo me dedico más a lo que son vicarianos, whip ups y mano a mano”, explicó.
Los vicarianos son lanzamientos en el aire. La persona que está volando realiza una acción en el aire, como un mortal adelante, un mortal atrás, distintos trucos, giros, 360, 540 grados. Y los whips son movimientos de látigo, que es donde pasan entre las piernas de una persona y sale un lanzamiento y se cambia otra postura.
Carricart compartió que 2016 fue el año en que se encontró con el Acroyoga. “Es un estilo de vida. Primero empecé a tomar clases, también se hacían jams, que es donde te juntan la gente en un parque a jugar más libre. En el 2019 me recibí de profesora y ahí empecé a dar clases”, anexó.
En Pergamino hay gente que se anima a hacerlo, pero “van y vienen”. Josefina contó que por suerte pudieron lograr un grupo el cual se mantiene y crece. “Tengo amigos también que están dando clases regulares en el año, otros que se mueven haciendo eventos, porque en Argentina se hacen muchos”, dijo.
En el país hay eventos casi todos los meses. La profesora de Acroyoga contó que “de a poco la comunidad de Pergamino está creciendo”. “Esta actividad te invito mucho a moverte. Por ejemplo, acá en Argentina conocí muchos lugares, Catamarca hace poco, Córdoba, Tucumán, Salta. Muchos lugares donde hay gente que lo hace y te invita a ir a dar clases u organizar algún taller. Entonces me voy moviendo”, incorporó.
Esta actividad también tiene mucho que ver con la energía, porque es una práctica acrobática que tiene mucho que ver con lo vincular. “Lo que le aconsejo es que hay que animarse a acercarse a la práctica. Por ahí lo que veo es que me han escrito muchas personas que quieren empezar y me dicen no, porque no tengo fuerza, o porque no tengo flexibilidad. Esas son preguntas que aparecen mucho en las personas. Y realmente, sí, obviamente necesitamos fuerza y flexibilidad, como en cualquier práctica, pero lo vas ganando también con el tiempo”, explicó.
Lo importante es animarse, estar dispuesto a subir de niveles y recordar que no es necesario tener una experiencia previa o ser fuerte para hacer esta práctica. “Hoy sí siento que mi cuerpo me pide un entrenamiento específico, personalizado para poder seguir avanzando en la práctica y sin lesionarme”, contó. Otro punto importante es la confianza en los compañeros. “Lleva tiempo y hay que aprender a calibrar los tiempos para que puedas confiar en esa persona y sentirte segura.
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