Pergamino: cómo eran los festejos de Carnaval en el pasado
Carrozas, corsos, murgas, disfraces temáticos y mucho color eran algunos de los condimentos que tenía una tradición que se perdió.
La fiesta del carnaval se celebra en muchos países de influencia católica desde hace miles de años. Según la Enciclopedia Británica, el origen de la fiesta se encuentra en las costumbres católicas del antiguo Imperio Romano.
Esta tradición procede de las fiestas finales que celebraban los romanos católicos en los días previos a la Cuaresma, un periodo que tiene lugar antes de la Pascua cristiana y en el que los devotos se abstenían de comer carne, entre otras prácticas religiosas.
La plataforma inglesa también indica que la propia palabra "carnaval" procede del latín carnelevarium, que significa quitar o retirar la carne.
En la actualidad, la fecha del carnaval sigue dependiendo de los 40 días anteriores a la Pascua, por lo que se celebra en días diferentes cada año, pero siempre entre los meses de febrero y marzo.
En Pergamino, los carnavales se celebran desde antes de su declaración como ciudad y eran llamados como sociedades de música según precisó el historiador Raúl Villalba. La sociedad "Juventud Unida" y "Unión Pergaminenses" son algunas de las bandas musicales que se conformaban para participar de los festejos y competían por cuál era la mejor.
Hacia finales del siglo XIX y comienzos del XX, comenzó a instaurarse el uso de máscaras y disfraces en los carnavales urbanos.
En 1924, se dictó la "Ordenanza para Fiestas Públicas" a partir de la cual se designaban Comisiones Vecinales que serían las encargadas de organizar la Fiesta de Carnaval y los Corsos. Estas comisiones también fijaban el precio de la entrada para los vehículos y designaban el personal especial. La recaudación de la Fiesta de Carnaval era destinada a obras de beneficencia o instituciones como el Hospital.
Tras la declaración como ciudad, los carnavales estaban reglamentados mediante ordenanzas y muchas veces se intentó prohibir su celebración pero sin éxito. En el año 1910 una ordenanza municipal prohibió el uso de agua durante los festejos y en su lugar avaló los juegos con flores, papel picado y serpentinas.
Cuando se impuso la tradición del desfile de carrozas durante los carnavales, estas eran tiradas por caballos que paseaban por las calles de Pergamino a mediados del siglo XX.
El historiador Villalba sostuvo que los festejos de los carnavales alcanzaron su plenitud de convocatoria y entretenimiento en las décadas del 60' y el 70', épocas en las que alrededor de 10 carrozas desfilaban sobre la calle San Nicolás y los participantes vestían disfraces temáticos. Cada carroza era acompañada por grupos de percusión, al estilo de las murgas, y miles de pergaminenses se acercaban hasta la peatonal a participar de los festejos con bombas de agua y las clásicas espumas que comenzaron a aparecer en esos tiempos. Por lo general, los festejos comenzaban a partir de las 20 horas y se extendían hasta la medianoche, horario en el que todos regresaban a sus casas.
Durante esas décadas era muy común que para la fecha de los carnavales los distintos clubes de la ciudad organizaran fiestas en sus respectivas sedes. El epicentro de los festejos eran el Club Argentino, conocido como "Blue Moon", Club Gimnasia, Club Social, Club Centenario y el Club Viajantes entre otros.
Los jóvenes de entonces asistían vestidos formalmente para disfrutar de las distintas orquestas que llevaban los clubes, entre los músicos conocidos de la época se encontraban las orquestas de Pepe Mota, Mario Berrondo, René Torre, Tito Comitte, Los Intocables, The Viking's, The Denis, Los Demonios y Quinta Dimensión entre otros conjuntos.
Luego de la década de los 80' los grandes festejos de carnaval se fueron trasladando hacia los pueblos del Partido entre los que se destacaban los de la localidad de Alfonso por la gran cantidad de carrozas que participaban y por el color que tenía.
A partir de aquel entonces los carnavales de la ciudad de Pergamino comenzaron a decaer en su nivel de producción y propuestas de entretenimiento hasta llegar nuestros días, en los que ya no se festejan ni en las calles ni en los clubes, como se hacía antes.