Cómo se trabaja en las huertas agroecológicas del Partido de Pergamino
Joaquín Barcelona es un joven huertero que comenzó con su emprendimiento hace 8 años en su campo de Guerrico. En diálogo exclusivo con diarionucleo.com habló acerca de la pasión y el empeño que conlleva su trabajo y de las dificultades que se presentan a la hora de producir alimentos saludables.
Suele decirse, y con bastante razón, que en el campo siempre hay tareas para hacer desde que sale el sol y hasta que llega la luna, y el trabajo que llevan a cabo los quinteros en las huertas agroecológicas del Partido de Pergamino es un claro ejemplo de ese dicho popular.
La aparición de este tipo de huertas que tienen como estandarte una conciencia ecológica en torno a la producción de alimentos se ha incrementado en los últimos años en función a cómo ha ido cambiando el pensamiento de la sociedad en cuanto a una alimentación más sana y natural.
Las huertas ecológicas se caracterizan por ofrecer productos inocuos y saludables para una sociedad que cada día demanda alimentos con características orgánicas, naturales y con baja carga de pesticidas.
Huertas orgánicas en Pergamino
Joaquín Barcelona tiene 37 años y decidió irse a vivir a su campo de Guerrico hace 8 años atrás. Allí se reencontró con una vida más emparentada con la naturaleza y comenzó a hacer huertas, en principio, para consumo propio y familiar.
"Por una cuestión de sentido común, comencé a no fumigar los alimentos que iba a consumir, y así, casi sin quererlo, me fui metiendo en el mundo de la agroecología. Desde el principio opté por usar preparados naturales y rotación de cultivo para el cuidado de mi producción. Y así, de a poquito, fuí aprendiendo a base de prueba y error", le dijo a diarionucleo.com.
Joaquín comenzó teniendo una huerta de 10 metros y con el correr del tiempo empezó a regalarle sus alimentos a familiares y amigos, y fue así como pensó en comercializar su trabajo.
"Cuando mis allegados se interesaron por el sabor y por lo sano que eran los alimentos que producía fue cuando empecé con la comercialización. Con el tiempo me fui juntando con otros huerteros y con gente del programa Pro Huerta del Inta, y allí comenzamos a tener un espacio común junto a otros feriantes que al principio era una vez por mes y luego se transformó en la Feria Agroecológica que hoy funciona los sábados por la mañana en el Parque España. Por suerte la gente respondió y va entendiendo la importancia que tiene la agroecología en los alimentos que consumen", explicó.
El joven quintero que comenzó 8 años atrás con una huerta de 10 metros, hoy produce dos hectáreas y cuenta con un invernadero de 300 metros cuadrados y su proyecto fue bautizado como Huerta Agroecológica Pergamino.
Consultado acerca de cómo es el trabajo que realiza, Barcelona explicó: "La huerta te demanda un trabajo constante, cotidiano y tenés que estar siempre encima. Durante el verano las tareas se intensifican porque se trata de una época que, desde lo climático, es más impredecible. A diferencia del año pasado, las lluvias se estabilizaron y esto trae aparejado la aparición de bichos y plagas y el trabajo se complejiza. A pesar de que lo hago con gusto y que no siento que estoy trabajando, las tareas se tornan cansadoras".
Las huertas agroecológicas suelen perder entre un 40% y 50% de su producción, en este sentido Barcelona explicó. "Una huerta es como un oasis entre toda la producción sojera que se da en la provincia de Buenos Aires. En estos campos se fumiga y esto trae aparejado que los bichos que no pueden alimentarse de ese cultivo caigan en nuestra producción. Esto, sumado a las condiciones climatológicas adversas del verano y a la falta de inversión para hacer invernaderos hace que tengamos más pérdidas de lo normal", explicó.
Más problemas para la producción
La sequía que castigó al Partido de Pergamino y gran parte de la zona núcleo del país no sólo implicó complicaciones en los campos que producen trigo, maíz y soja, entre otros cultivos. La ausencia prolongada de lluvias también le pegó fuerte a los huerteros: "Directamente fue imposible producir. En mi caso personal, en el mes de diciembre me percaté de cómo se venía comportando el clima decidí frenar la producción y recién retomé en el mes de marzo. Recuerdo que tenía un montón de producción en campo y en el invernadero y lamentablemente no resistieron".
Tras la salida de la sequía, los quinteros del Partido de Pergamino se enfrentan a otro inconveniente que nada tiene que ver con lo climatológico, la incontrolable inflación de la economía argentina. "Estamos atravesando una situación sumamente compleja porque los insumos que usamos para producir están asociados al dólar. Una media sombra que usamos para renovar los invernaderos aumentaron un 100% en seis meses y ni me quiero imaginar lo que costarán las semillas para la próxima temporada. Los productores de Pergamino estamos algo solos y es por eso que nos asociamos con huerteros de otras localidades porque sino se haría muy difícil producir".