La semana comenzó con un calor inusual para los días de inviernos y llevó a que el termómetro se situara en los 26 grados en pleno mes de julio en la ciudad de Pergamino.
Esta anomalía en las temperaturas se experimentó en el mundo entero, tal es así que la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos confirmó que el martes 4 fue el día más cálido en todo el mundo alcanzando los 17,18 grados promedio, rompiendo así el récord histórico por segundo día consecutivo.
La explicación que otorgaron los científicos ante esta situación está relacionada con la con el fenómeno de El Niño. Desde la Organización Meteorológica Mundial (OMM) aseguraron que este fenómeno "aumentará de forma considerable la probabilidad de batir récords de temperatura y de activar un calor más extremo en numerosas regiones del mundo y en los océanos".
En este contexto, diarionucleo.com realizó un sondeo en diferentes heladerías de la ciudad para consultar si las ventas se dispararon durante los pasados días de calor.
Los heladeros aseguraron que, como muy pocas veces han visto, las ventas durante esta semana fueron un 30% mayores a las registradas años anteriores en la misma época.
Como factor principal para explicar este repunte argumentaron que con temperaturas altas la gente sale más y buscan hacer planes fuera de sus hogares. "El calor ayuda mucho a nuestro negocio porque cuando hace frío las personas suelen quedarse en sus casas o hacer planes adentro", expresaron.
Otro punto que remarcaron los heladeros es que, además de las temperaturas atípicas que se registraron esta semana, las ventas no habían caído mucho previamente porque el otoño fue cálido y, hasta el momento, el invierno no está siendo tan frío como estamos acostumbrados.
Desde el rubro, se mostraron agradecidos por este "veranito" que pasó por la ciudad y que permitió generar más ventas en un contexto en el que la inflación sigue golpeando al sector ya que los precios de la materia prima necesaria para producir los helados no dejan de aumentar. Y esta situación, tarde o temprano, terminará repercutiendo en su valor de mostrador y afectará a los consumidores.
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