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Sergio Bocanera: “Cuando una gestión municipal perdura en el tiempo pierde sus controles”
NOTA POLÍTICA

Sergio Bocanera: “Cuando una gestión municipal perdura en el tiempo pierde sus controles”

Uno de los posibles precandidatos a intendente de Pergamino por la UCR habló con diarionucleo.com y aseguró que la gestión municipal necesita “oxigenación”. Además, cuestionó que “el gobierno de Martínez es espectador, se sienta a mirar los problemas y no es protagonista”.

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Seguramente Sergio Bocanera sea uno de los precandidatos a intendente representando a la Unión Cívica Radical de Pergamino o, al menos, sea parte de una lista de unidad, encabezando u ocupando el primer cargo de concejal. Pero para saberlo habrá que esperar a finales de junio, fecha en la cual se cierran las listas y se terminan las especulaciones.

El radical habló con diarionucleo.com y abordó temas como la impaciencia del electorado por la falta de soluciones a los problemas diarios, la gestión del actual gobierno y la necesidad de renovar la gestión municipal de Pergamino. También mencionó la falta de inversión en tecnología para la Seguridad y la escasez de efectivos policiales en la zona.

Del mismo modo, discutió la necesidad de priorizar problemas como la inseguridad y el agua sobre la construcción de un nuevo estadio en Pergamino, y planteó la importancia de un proyecto colectivo para resolver la situación.

-¿Nota que hay un electorado más impaciente que quiere que los problemas que tienen se les resuelvan ya?

- Lo que noto es un electorado que padece la no solución de los problemas y la persistencia. Si uno analiza desde el advenimiento de la democracia hasta acá, la mayoría de los índices, cualquiera sean, pobreza, marginación, violencia, delitos, todos se han agravado; excepto, tal vez, la calidad democrática que cada vez hay más.

Por fuera de la estructura formal democrática, la verdad es que los problemas se han profundizado. Entonces, la sociedad advierte que no se dan soluciones concretas, no pueden mejorar sus aspiraciones y no pueden resolver sus problemas diarios.

Entonces claro que sí, están enojadísimos con el sistema. Y, sobre todo, después de los cuatro años que estamos viviendo de este gobierno de Alberto Fernández, de Cristina Fernández de Kirchner, que fueron paupérrimos. No hay un solo índice que puede decir que este es un buen gobierno, porque ha profundizado el nivel de pobreza, 6 de cada 10 jóvenes son pobres y de esa misma franja etaria el 59.6% se alimenta en un comedor comunitario y no en su casa no con sus familias. Obviamente que la sociedad está muy enojada con los representantes políticos. Bueno, no sé si es ansiedad, pero sí es enojo y con toda razón. 

-¿Hoy con la democracia ya no se come, se cura ni se educa?

-No. O se come de una forma que no es la que imaginábamos, no se educa en colegios públicos y se accede a la escuela privada. Todos sabemos lo que hay en los hospitales públicos, hay algunas excepciones, por supuesto, y por eso hay que rescatar siempre los profesionales médicos de la salud que tuvieron un trabajo excelente en la pandemia y se los aplaudía de noche, pero después, pasada la pandemia, no se los recordó, porque no se les paga como corresponde y hay vacantes constantemente que no se cubren.

El sistema público de salud es muy malo, aunque los profesionales ponen todo. Las soluciones que los políticos o los gobiernos deberían abordar a la gente no están y por eso creo que la sociedad se enoja. 

-Estamos a un mes y monedas del cierre de las listas. ¿Cómo está la cuestión interna dentro del partido? 

-El año pasado propusimos dentro de las lecciones de autoridad del radicalismo que deberíamos tener un partido más vigoroso, más fuerte, con más protagonismo dentro de Juntos. Por eso abordamos la idea que el radicalismo debe estar en esta coalición en Juntos, porque es la que nos asegura alternancia y una constitución política más ágil. 

Los afiliados han confiado en eso y han votado por nosotros para la reconstrucción del partido con un grupo de gente muy joven y hay un montón de gente con mucha más experiencia que estamos apoyando ese cambio. El radicalismo va a competir y vamos a discutir con el intendente actual.

-Martínez irá por su tercer mandato, ¿qué opinión tiene al respecto?

-Sí, va a su tercera elección. Esta situación era indebida hasta hace un tiempo, pero habilitaron una ley que no está muy clara. De todos modos, irá por su tercer mandato. Y nosotros vamos a proponer una alternativa a ese tercer mandato del intendente, porque creemos que la gestión municipal se agota en el tiempo, por lo que es necesaria una oxigenación, porque cuando una gestión municipal perdura en el tiempo pierde sus controles.

Entonces por ahí puede haber hechos de corrupción que se pasan por alto y no se atienden, no hay desafío de los funcionarios como los nuevos que llegan con hambre de éxito. Esto no pasa en la actual gestión, han ganado ya dos y van por su tercera elección. Es decir, hay que oxigenar a la gestión municipal de Pergamino, hay que renovarla, porque a pesar de gobernar ocho años e ir por un tercer mandato, muchísimos problemas aún persisten.

Entonces, podemos aportar a esa discusión de los problemas en la ciudad, cómo resolverlos, abordar agendas distintas, tener prioridad en los problemas, reconocerlos, porque si no se reconocen no se puede solucionar. Este es un gobierno espectador, se sienta a mirar lo que pasa, no es un gobierno protagonista. No es un actor que toma los problemas, los enfrenta, los analiza y los resuelve. 

Esto pasa con la inseguridad, por ejemplo, pasó con la sequía, que ha sido terriblemente perjudicial para la ciudad, pero no sólo para el campo, sino también para el comercio. No hemos visto a la gestión municipal haciendo reuniones con el presidente del Banco de la provincia para generar créditos, el presidente del Banco de la Nación para generar financiamiento para el comercio, la industria y el campo. No hemos visto ningún arreglo en el gobernador por estas problemáticas, con los ministerios de Asuntos Agrarios o con los ministerios de la Producción.

Por eso digo que este es un gobierno municipal que, apoyado en sus éxitos, le ha otorgado a la ciudadanía dos veces su confianza; pero no es protagonista, no toma los problemas, es un espectador de la realidad. Me parece que eso hay que cambiarlo. 

-En materia de Seguridad, si bien tal vez el Municipio no tenga tanta injerencia, hubo hechos que han sucedido, como la repetición de fugas de las comisarias que, tal vez, se podrían evitar con la creación de una alcaldía…

-Como todos sabemos, la policía está en manos del comandante de la provincia de Buenos Aires. Ahora, desde el Municipio se puede aportar muchísimo a la problemática de la inseguridad. Primero, reconociéndolo. Segundo, se invierte mucho dinero en Pergamino en el tema de inseguridad. Este año menos que el pasado porque han derivado partidas para otro lado, pero igual se invierte un montón de dinero. 

-¿Qué le falta? 

Bueno, le falta coordinación con las fuerzas civiles, le falta inversión en tecnología. Se invierte, pero se lo hace en cosas que han quedado caducas. Uno empieza a estudiar la estructura de Seguridad de otras ciudades y se ve que la inversión en tecnología es fundamental. Hay herramientas actuales que hace un tiempo no había y hay que invertir paulatinamente en eso.  Tal vez no en el primer año, pero sí en un programa de Seguridad con un aporte de tecnología importantísimo. 

No hay policía en las calles, no hay efectivos. Y eso es lo que usted marca, la cantidad de presos, casi es inexistente en las comisarías. Hay una percepción que las comisarías están abarrotadas de presos. No es verdad. No hay más de 20 en todas las comisarías de Pergamino como mucho.

Entonces digo, no hay gestión para que haya más policías en Pergamino. Cualquiera de ustedes que están en el periodismo van a cualquier dependencia de la policía, pregunta cuántos efectivos disponibles hay y se va a dar cuenta que es insignificante, igual que los móviles y todo lo demás.

De nuevo, se sabe que es responsabilidad de la provincia de Buenos Aires. Ahora, el intendente tiene que sentarse con el Ministro de Seguridad de la provincia, con el gobernador, y decirle, “mira, mi ciudad necesita 80, 100 efectivos más, 8 móviles”. Pero bueno, por eso digo, y de nuevo marco que Pergamino necesita un cambio, aire fresco, necesita asumir el desafío que los pergaminenses necesitan para ir solucionando los problemas que aún persisten. 

-Usted se ha mostrado crítico a la construcción de un estadio en Pergamino…

-A todos los pergamenses nos gustaría tener un estadio modelo, un superestadio con sectores VIP, donde podamos ir a espectáculos deportivos y ver artistas. Por supuesto que nos encantaría tener un estadio. Ahora bien, como está anunciado, primero no sabemos cuánto va a salir, porque sólo la primera etapa costó 332 millones. Entonces no sé cuánto el contribuyente de Pergamino va a pagar por esa obra.

Segundo, el intendente está ante una elección y, por lo tanto, no se sabe quién va a ser la próxima persona que gobierne el distrito a partir del 10 de diciembre. Por eso, lo mínimo que tiene que hacer es consensuar si esa política, si esa obra es prioritaria o no en la ciudad. Porque tal vez puede pasar que haya otra conducción política y no vea en un megaestadio de esa cantidad de dinero como una obra prioritaria. 

Tenemos el ejemplo del cine San Martín. La anterior gestión municipal imaginó un centro cultural espectacular construido en el centro de la ciudad y la verdad que es un ámbito dejado, abandonado, no se ha hecho prácticamente nada, sólo alguna limpieza exterior y alguna obra en la fachada. Tenemos un elefante blanco en la mitad de la ciudad que no sabemos qué va a pasar. 

Tercero, hay muchísimos problemas que requieren inversiones en la ciudad. El agua, por ejemplo. Hoy estamos en mayo, ya pasó el período estival. No es un problema grave hoy, pero durante el verano muchísima gente abre la canilla y no puede ducharse.

La prioridad hoy es la inseguridad, el agua, bajar la presión tributaria en la gente. Me parece que estamos en una crisis económica profundísima del gobierno nacional que la ha instalado y, además, le pegó la sequía al norte de la provincia de Buenos Aires, que es una de las zonas más perjudicadas del país.

-¿Va a ser precandidato a intendente por la UCR?

-Nosotros lo que imaginamos en este momento no es un proyecto personalista. Y tampoco con la UCR alcanza. Lo que estamos haciendo desde hace un tiempo es generar un espacio político dentro de Juntos, donde hay distintas posiciones que tienen una observación crítica constructiva, como la que yo estoy haciendo.

Queremos plantear una idea de alternativa distinta de gobierno y me parece que ahí le estamos poniendo el esfuerzo. Debe ser un proyecto colectivo, mezclado con prioridades de inversión y solucionar los problemas que aún tiene la ciudad. Eso tiene que exceder a una persona.

En Argentina, lamentablemente, siempre pensamos en un líder, y a veces nos va bien y a veces nos va mal, porque esos líderes dicen lo que la gente quiere escuchar y termina siendo un gobierno personalista, quizás para cualquier lado. Entonces, creo mucho más en un proyecto colectivo que en algo personal. Por supuesto que cuando uno participa en política las aspiraciones están. Y siempre es un honor conducir la ciudad donde uno nació. Pero no debe ser un tema personalista. 

-Pero de llegar al momento más cerca del cierre de listas, si el partido o el espacio definiría que usted debe ser el candidato, ¿cómo lo tomaría?

-Lo tomaré con absoluto desafío, con mucha responsabilidad y daremos todo para que el proyecto colectivo se pueda llevar adelante. Es un desafío inmenso y repito, para toda la gente que ha militado en política es un honor inmenso conducir la ciudad donde uno nació. 

-Quien levantó la mano dentro del partido y dijo “yo quiero ser candidata” fue Agustina Bonardi…

-Está muy bien, creo que todo el que tenga aspiraciones genuinas para hacerlo, que se ponga a estudiar los temas de la ciudad, el que pueda construir un espacio amplio para que acompañe esa gestión debe hacerlo. Y seguramente Agostina haría una tarea muy buena. Hemos confiado en ella para darle la conducción del radicalismo, la hemos apoyado a pesar de que tiene 30 años, y nos encantó que la gente joven pueda conducir un partido centenario.

Nosotros estamos dispuestos a hablar con todos, porque creo que el movimiento nos obliga a no tener un proyecto personal, sino uno colectivo. Si logramos coincidir en las prioridades de los problemas y en las prioridades de solucionar los problemas que la ciudad tiene, eso es un proyecto fantástico. Y si ese proyecto está tomado por gente que está más fresca, que tiene experiencia política, pero tiene ansias de éxito en el desafío de resolver el problema, me parece que el camino va a ser distinto dentro de unos años.

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