El comercio local continúa enfrentando un contexto adverso a partir de los altos índices de inflación, que se traducen en incrementos en los costos mensuales, al mismo tiempo que se retrae el consumo, por la suba de los precios.
En los últimos tiempos, las firmas locales agregaron otra problemática a la agenda de debate sobre la realidad actual y es la de la creciente pérdida de rentabilidad por el mecanismo de ventas con financiación a través de tarjetas de crédito.
La preocupación se origina en el hecho de que en el lapso de tiempo que transcurre entre que se concretan las transacciones y se acredita el dinero de las compras, las subas de la estructura de costos termina achicando el margen de ganancia, en un escenario de una inflación promedio del 7% mensual. Diferentes comerciantes explicaron que "es un problema importante", pero que estuvo siempre, con la particularidad de que se vuelve más visible en el contexto actual.
Ocurre que al costo habitual que deben afrontar las firmas para comercializar a través del crédito, se suma el hecho de que el dinero de las ventas se acreditan a los 18 días hábiles -por ejemplo, a través del programa Ahora 12-, por lo que los referentes del mercado doméstico comienzan a mirar con distancia al sistema.
No obstante, la práctica de la compra en cuotas en uno de los principales mecanismos de consumo en el mercado de la Argentina, particularmente en bienes que habitualmente se adquieren de forma financiada, como indumentaria, muebles o electrodomésticos.
Con la inflación actual este problema queda un poco más a la vista. "Está complicado, porque los costos para las firmas comerciales siguen aumentando, pero las ventas continúan cayendo, por la pérdida del poder adquisitivo del dinero", explicaron.
Asimismo, aseguraron que "es un tema que se planteó a través del consejero que la institución tiene en el Banco Provincia", aunque que no es un conflicto que atañe exclusivamente a dicha entidad bancaria, sino que "es algo general".
Lo que sucede es que, con los planes de financiación, como puede ser el Ahora 12, el consumidor aprovecha las cuotas, pero para el adelanto del dinero al comercio, en todo lo que sea promoción, son 18 días hábiles. Si en ese camino hay algún feriado, el plazo se extiende, por lo que estamos hablando prácticamente de un mes.
Con una inflación del 7% u 8% mensual, así es casi imposible. Es decir, los comerciantes necesitan un mes para el cobro y a eso hay que sumarle la inflación. La marcación de precios en un negocio ya es tomado como normal, pero en una economía que funciona de manera anormal.
Desde el punto de vista del consumidor, es una herramienta muy favorable . Y está claro que las promociones traccionan ventas, pero con la realidad económica del país, los comerciantes terminan quedando fuera del sistema.
Compartir