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Aumenta el trabajo de modistas y zapateros debido a la crisis
INFORME ESPECIAL

Aumenta el trabajo de modistas y zapateros debido a la crisis

La inflación imparable que vive la ciudad provoca que cada vez más gente opte por arreglar ropa y calzado. Las ferreterías también incrementaron sus ventas debido a que los clientes prefieren realizar ellos mismos los arreglos que antes tercerizaban.

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El país se halla nuevamente sumergido en una crisis económica que afecta a todos los sectores de la sociedad y que hace cada vez más cuesta arriba el día a día de las personas.

Con un dólar ingobernable que se traduce en el aumento constante de los servicios y productos, llegar a fin de mes resulta un privilegio para pocos y los niveles de ahorro son cada vez más bajos.

Frente a esta situación de agobio económico, muchas familias pergaminenses optan por recortar lo máximo posible en gastos que tengan una alternativa más económica. Esto se puede observar en los rubros de la indumentaria y del calzado los cuales cuestan cada vez más caros debido a la inflación y su reparación es considerablemente más barata.

DIarionucleo.com realizó un sondeo en locales de la ciudad que se dedican a la reparación de ropa y calzado, los cuales coinciden en que, en épocas de crisis, la demanda de sus trabajos crece.

Más arreglos de ropa y calzado

Durante el 2022, el sector de la indumentaria y el calzado fue el que más incrementó el precio de sus productos llegando al 120,8%. Durante el 2023 esta tendencia logró revertirse sino que todo lo contrario, cada vez cuesta más conseguir ropa a precios razonables.

Esta situación llevó a que cada vez más personas saquen de su presupuesto la compra de indumentaria y opten por arreglar prendas viejas. Nancy es una modista particular de Pergamino y el testimonio que le brindó a diarionucleo.com ejemplifica la situación que se está viviendo. "Hoy por hoy la gente llega a cambiar hasta los pitucones de los pantalones de jogging, y antes no era así, tiempo atrás, ante esta misma situación, la gente optaba por comprar un pantalón nuevo. Ahora la gente cambia parche por parche, a ese nivel hemos llegado".

Nancy aseguró que en este último tiempo la demanda de su trabajo aumentó de manera tal que tiene que rechazar algunos pedidos. "Hay muchos pedidos de arreglos. La gente se acerca con pantalones viejos y ropa que le queda grande para reformarla, cosa que antes no se veía".

La modista sostuvo que el arreglo de un jean desgastado puede llegar a valer 1.500 pesos, mientras que comprar uno nuevo de gama media cuesta a partir 7 mil. "Ninguno de los arreglos que hago superan los 5 mil", indicó.

José Luis Parra está al frente de la zapatería "Luzuriaga" desde hace 45 años y en diálogo con diarionucleo.com expresó: "En todos estos años de trabajo siempre sucedió lo mismo, cuando aparecen los tiempos malos la gente ahorra el mango y opta por reparar el calzado, carteras y mochilas en vez de comprar productos nuevos".

Parra explicó que para comienzos del ciclo lectivo, muchos clientes le llevaron las mochilas de sus hijos para realizarles determinados arreglos. "Es comprensible, cambiar un cierre te cuesta 2 mil pesos y comprar una nueva 25 mil. Y ni hablemos de las que tienen rueditas, esas llegan a valer 40 mil".

Lo mismo sucede con las zapatillas y zapatos de mujer, Parra sostuvo que "si bien los precios varían según el trabajo que hay que hacer, no llegan a costar más de 5 mil pesos". En tanto que comprar un par de zapatillas nuevas de gama media cuesta alrededor de 15 mil pesos. Mientras que en las marcas líderes superan los 30 mil.

Manos a la obra

En las ferreterías de la ciudad el fenómeno se repite de incremento en las ventas. Julio tiene su local ubicado en Dr. Alem y San Nicolás y sostiene que cada vez son más los clientes que le compran herramientas para realizar trabajos hogareños que antes tercerizaban. "Aquellos que antes contrataban a un pintor para pintar sus casas hoy me compran pinceles para hacer el trabajo ellos mismos. Me han tocado casos de chicas estudiantes que han venido a comprarme porque decidieron pintar el departamento para abaratar costos".

Y agregó: "Lo mismo sucede con la colocación de cortinas, antes era un trabajo que se delegaba a otra persona y ahora vienen a consultarme sobre cómo hacerlo, compran las herramientas y lo hacen ellos mismos".

 

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