El filósofo y filólogo alemán Friedrich Nietzsche escribió alguna vez que "sin música la vida sería un error", dando cuenta de cómo enaltece la experiencia vital y espiritual de quienes aprecian su belleza.
Esa frase, postulada en el siglo XIX, parece definir el sentimiento del músico pergaminense Ricardo Brito, alias "Richard", de 52 años. Su vida estuvo atravesada por la compañía de los diferentes sonidos que fue descubriendo desde que era niño y que lo llevaron a tocar en distintos escenarios y que también le permitieron ser uno de los primeros músicos callejeros de la ciudad.
A través de la música, Richard no sólo conoció músicos y bandas que le cambiarían la vida sino que también descubrió a Valeria González, su compañera de vida y música. En diálogo exclusivo con diarionucleo.com, el músico contó cómo fue su historia de amor con la música y sobre cómo las canciones lo ayudaron a atravesar la prematura partida de Vale. "La música siempre fue un salvavidas", expresó.
Primeros acordes
La historia de Richard con la música se remonta a cuando iba al colegio. Allí tomó clases y luego ingresó a los coros y orquestas del colegio. A los 15 años tuvo su primera guitarra y comenzó a sacar las canciones que le gustaban. “De chico escuchaba la música que sonaba en mi casa que iba desde folklore hasta rock. Para mí siempre se trató de música, nunca la entendí por géneros. Luego, en mi juventud, me incliné hacia el lado del rock pero siempre mantuve esa apertura porque escuchaba rock de todo tipo, desde lo más pesado de esa época hasta lo más tranqui”.
Al término del colegio llegó la hora de viajar hacia Rosario para estudiar la carrera de Publicidad y Diseño Gráfico. Fue en ese momento en el que un amigo le pidió que toque el bajo para un show de su banda. “Nunca en mi vida había tocado el bajo pero le dije que sí. Cada vez que viajaba a Pergamino ensayaba con la banda y así fue como empecé a prender”, dice Richard.
La banda a la que hace referencia se trató de ‘Los Viejos Montana’, “el baterista era Martín Rizzo, recuerdo que en ese entonces tenía 14 años y ya pintaba muy bien”. Hoy Rizzo es uno de los bateristas más destacados de la escena musical de Pergamino.
Luego de esa formación llegarían otras como ‘Control’, con la que grabaron una canción que tuvo bastante difusión en su momento, ‘Yunque’, ‘Abismal’ y ‘Zona Urbana’, en la que conoció a Valeria González, su compañera de vida y de música.
Juntos a la par
Richard y Vale se conocieron hace 25 años gracias a la música. De su relación nacieron dos hijos, uno llamado Nicolás y el otro ‘Plan Fugaz’, un dúo acústico que los llevó a tocar por varios escenarios y también a interpretar canciones en la calle.
“Nació como un chiste. Al principio lo llamamos ‘Plan V’ porque ya habíamos agotado todas las otras palabras del abecedario en cuanto a formaciones musicales. La idea de tocar en la calle surgió en los viajes que hicimos juntos, decidimos tocar en plazas de las distintas ciudades que visitamos pero no por una cuestión económica sino más bien para divertirnos. Y cuando llegó la pandemia empezamos a salir a tocar a la calle, el primer lugar fue la Plazoleta de los Ferroviarios y luego nos mudamos a la peatonal. Recuerdo que en ese primer momento la gente no estaba acostumbrada a los músicos callejeros y la relación era más distante. Si bien siempre recibimos buena onda, costó romper el hielo”.
- Plan Fugaz: Richard, Vale y las canciones
Lamentablemente, los proyectos de vida y musicales de la pareja quedaron truncos en el año 2022. Valeria González tuvo una grave enfermedad y falleció a los 44 años. Richard perdió a su compañera de vida y, luego de momentos de profundo dolor y muchas dudas, decidió seguir adelante con el proyecto. “El plan sigue, ahora soy Richard de Plan Fugaz. Hoy hago lo mismo que hacía con Vale porque ella sigue estando. Lamentablemente el final que tuvo se podía prever y la decisión de que yo siga adelante fue algo que fue pactado entre ambos. Le prometí seguir adelante por nuestro hijo y por la música”’.
Música del alma
Luego del dolorosísimo golpe que transitó el músico, se hizo de fuerzas para volver a salir a la calle y regalarle su música a las personas que pasan diariamente por la peatonal. “Tocar en la calle es la experiencia más linda que he tenido, y eso que tuve la suerte de ser soporte de Abel Pintos cuando vino a Pergamino y también pude tocar en la Fiesta de la Estaca ante miles de personas, pero no se compara como tocar para la gente en la peatonal. Me encanta la respuesta que hemos tenido de la gente y de los chicos. En la calle no tenés que convocar a nadie, si le gustaste a alguien es porque le llegaste y nadie está obligado a ponerte el mango, de saludarte o sonreirte. Obtenés una respuesta que es natural, y eso es impagable’.
-¿En qué medida la música te ayudó a atravesar el doloroso momento que te tocó vivir con la partida de Vale?
- Uff (se emociona). Siempre fue un salvavidas en mi vida y hoy lo es más que nunca. Dentro de toda la situación de mierda que tuve que pasar con la enfermedad de Vale, gracias a la música pude seguir adelante y también me ayudó a cambiar una actitud de tristeza que tenía en ese momento. Hoy me apoyo en ella para salir al toque de los momentos de bajón anímico que me pueden agarrar. Es de lo que me agarro para tratar de estar mejor, a veces puedo estar tocando en la peatonal llorando al tocar una canción que me recuerde a Vale y al instante saco una sonrisa recordando un buen momento con ella gracias a la música.
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