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La Fe y Venezia: dos gustos de helados bien pergaminenses
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La Fe y Venezia: dos gustos de helados bien pergaminenses

Sin dudas son el superclásico de las heladerías de la ciudad debido a que sus productos son elaborados artesanalmente y de primera calidad. En esta nota la historia de cómo nacieron estas marcas

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Las dos heladerías más tradicionales de la ciudad de Pergamino dividen a los ciudadanos por sus gustos en helado artesanal. Ambas realizan un producto de excelente calidad y es por eso que a veces resulta difícil inclinarse por una o por otra.

Sus helados están hechos con materia prima de muy buena calidad. Las heladerías tienen una larga tradición en la ciudad y ofrecen una gran variedad de sabores, pero en sus comienzos no tenían más de 15 gustos. Diarionucleo.com te cuenta la historia de las dos heladerías más importantes de Pergamino.

La Fe

La historia de la heladería se remonta al año 1942. Su fundadora fue Doña Carmen de Defrieri quien le impuso a la fabricación de helados artesanales la impronta de la mejor materia prima para el mejor helado.

Desde su primer día de atención al público, La Fe siempre conservó la tradicional locación de la esquina de San Nicolás y Castelli.

Hoy la heladería cuenta con muchos gustos para que los clientes puedan elegir. Pero en su primer momento sólo ofrecía los sabores de limón, frutilla, americana, vainilla, chocolate, crema rusa y crema de la casa (con frutas abrillantadas). Y también ofrecían caramelos artesanales, que eran muy típicos de la época.

En el año 1971, la familia Mazza le compró la firma a Antonio Duzdevich, que fue quien se hizo cargo de la heladería luego de Carmen de Defrieri, su fundadora.

Desde entonces y hasta el día de hoy, los Mazza son los encargados de dirigir el rumbo de la empresa. En esta etapa se realizaron refacciones en la fachada original del negocio y fue tomado el aspecto que hoy conocemos.

En el año 1981, los dueños decidieron adquirir nueva tecnología para automatizar el proceso de elaboración y también en esta época, el lugar de fabricación de los helados fue separado del lugar de venta.

Con todos estos cambios y gracias a la apuesta de más tecnología, aparecieron nuevos productos como el alfajor helado y el cubanon y la lista de sabores de helados se amplía hasta los 60.

Entre las décadas de los 80' y 90', La Fe abrió nuevos puntos de ventas como el Auto Helado y el Buffet de Helados, La cueva de Pedro en la calle San Nicolás. El Auto Helado resultó ser toda una innovación para la ciudad y estuvo ubicado cerca del primer cruce de caminos.

Hoy en día cuenta con 7 sucursales distribuidas por distintos barrios de la ciudad y helados artesanales han llegado a las localidades de Acevedo, Alfonzo, Arroyo Dulce, Conesa General Rojo, Manuel Ocampo, Salto, Rancagua Rojas, Guerrico y Pinzón.

Venezia

La heladería abrió sus puertas en el año 1964 cuando Faustino Rodríguez junto a su esposa decidieron irse de Buenos Aires para radicarse en Pergamino y abrir el comercio en la parte de adelante de su hogar.

Se trataba de una heladería al paso, como todas las de aquella época, ya que no se usaba el servicio de atención en el local. Por lo que los clientes compraban el helado y lo llevaban hacia su casa. En aquel entonces el lugar en donde se fabricaban los helados se encontraba a la vista del público y contaba con una sola fabricadora vertical de la que se sacaban los helados con una paleta.

En sus primeros años, Venezia ofrecía al público 15 sabores. En ese momento todavía no existía la crema de leche ni ningún otro producto que le diera cuerpo al helado, por lo que se trabajaba con gustos al agua y que se debían consumir en el mismo día ya que con el paso del tiempo se endurecían.

En el año 1981, Daniel Giacopetti, quien estaba casado con la hija de Faustino Rodríguez, se hizo cargo de la empresa familiar y fue quien le dio a los helados el gusto que hoy le conocemos.

Invirtió en nuevas máquinas para la fabricación y en nuevos productos, y a partir de ahí cambió la fórmula para su elaboración. Llevó la oferta de sabores a 40 y también producía sabores con frutos de estación que es algo muy propio de los helados artesanales.

En el año 2007, Pablo Rodríguez, nieto del fundador, comenzó a hacerse cargo del negocio acompañado por su tío Giacopetti. En esta época más moderna de Venezia, el comercio incorporó nuevas cocinadoras para elaborar otros sabores que son más propios de estos tiempos.

Hoy en día, Venezia cuenta con 55 sabores de los que se destaca la "Crema Venezia", que es el favorito de los clientes. En el año 2019 la empresa familiar abrió su primera sucursal ubicada en el barrio Viajantes. Y dos años después, en el 2021, inauguraron otro local ubicado en el barrio Centenario. 

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