La actividad comercial en la provincia de Buenos Aires continúa con su recuperación luego del desplome de ventas que se registraron durante la pandemia. Este repunte en la actividad se genera en un contexto de inflación y, particularmente en la ciudad de Pergamino, el 2023 será un año difícil debido a la consecuencia de la sequía histórica que sufrieron los cultivos de los campos.
La Sociedad Rural Pergamino (SRP) realizó una estimación del daño económico que esto representará y situó las pérdidas en 192 mill0nes de dólares en todo el Partido.
A nivel provincial, se pudo comprobar un ascenso en el número de comercios activos durante el 2022. Hacia finales del 2021 había 49.450 comercios, mientras que los datos del año pasado contabilizaron 51.625 negocios del rubro comercial. Lo que supone una mejora del 4,39%.
Un comienzo del 2023 alentador en el sector
Esta situación que se presenta a nivel provincial también es perceptible en Pergamino. Desde el área de Habilitaciones del municipio indicaron a diarionucleo.com que desde el 1 de enero del corriente año hasta el día de hoy se habilitaron 46 comercios nuevos en la ciudad.
Se trata de una cifra alentadora para uno de los sectores productivos más importantes con los que cuenta Pergamino. A pesar del difícil contexto económico, los emprendedores locales comenzaron el año con optimismo y empuje.
El área de Habilitaciones le indicó a diarionucleo.com que los rubros más comunes de estos nuevos emprendimientos fueron despensas, vinotecas, forrajerías, locales de ropa y verdulerías.
La situación del consumo en Pergamino
La presidenta de la Cámara de Comercio de Pergamino, Mariana García, le expresó a diarionucleo.com que “el sector la está pasando verdaderamente mal”, y que están preocupados porque “no se toma medidas”. “Cuando fue la famosa crisis del campo de La 125, sentimos el impacto en el consumo de forma muy fuerte. Y en esta oportunidad sabemos que se nos viene una muy difícil y complicada con algunos rubros comerciales”.
García destacó que “después de las Fiestas el consumo se frenó de una forma que nadie esperaba”. Y agregó: “Los comerciantes cada vez tienen menos rentabilidad. Se vende menos, más caro, pero la ganancia es chica. Con eso hay que afrontar los aumentos de paritarias que tienen impacto directo en las cargas sociales. El empleado se merece el aumento, eso no está en discusión, pero está muy difícil para el comerciante afrontar el pago. Inclusive, varios tienen mucha deuda impositiva y retraso en los pagos de los 931”.
Para finalizar, García sostuvo que sería totalmente diferente afrontar el impacto de la sequía en otro contexto económico. “Es un combo explosivo. Esta inflación nos consume y todo se duplica. Estamos muy complicados”, reveló.
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