El trabajo invisible de los choferes de ambulancias del Hospital
Juan Romero, el encargado del área, contó cómo es la labor que realiza el equipo de lunes a lunes, las 24 horas del día y sobre los cuidados a tener en el traslado de pacientes.
Los ambulancieros del Hospital San José cumplen un rol clave a la hora de trasladar pacientes convalecientes. Cuando se trata de traslados urgencia, cada minuto que pasa es muy importante y un segundo más o un segundo menos pueden salvar la vida de una persona. Y no se trata sólo de conducir, sino que también deben estar alerta para evitar cualquier movimiento brusco del vehículo que puedan provocar dolores en los pacientes.
Juan Romero es el encargado de esta área en el Hospital y cuenta cómo es el trabajo: "La ambulancia y el ambulanciero están hechos el uno para el otro. Nuestra función son los traslados de media y larga distancia, por ejemplo las altas del PAMI, las personas que tienen que tienen que realizarse diálisis, traslados de urgencia y viajes programados. También brindamos asistencia cuando realizamos vuelos sanitarios".
Además de Romero, el equipo de ambulancieros está conformado por Claudio Olivera, Cristian Abdo, Pedro Clapier y Martín Neme.
"Nosotros trabajamos un día cada uno de 24 horas, de lunes a viernes. En caso de que un chofer esté de viaje con la ambulancia se asigna otro. Estamos a disposición para cuando el Hospital y algunas de sus áreas nos requieran", dice Romero.
"El Hospital no hace calle. Es decir, los accidentes diarios que hay en la ciudad los cubre el SAME o, en todo caso, el SIES, además de la empresa privada conocida aquí en Pergamino"
Con respecto al oficio de ser ambulanciero Juan comenta: "Ser ambulanciero es una gran responsabilidad, te tiene que gustar sino uno no podría estar al mando de un vehículo oficial, tenés que estar preparado. Acá no hay sábados, domingos, feriados ni cumpleaños porque tenés que estar preparado".
Consultado sobre qué es lo que le gusta del trabajo de ser chofer de ambulancia, Romero dice, "Lo gratificante de ser ambulanciero es que la gente agradece cuando llegamos por un buen camino, por no tener saltos y por no hacer maniobras bruscas. Hay que llegar a destino en tiempo y forma. Si bien hay adrenalina, también hay que tener empatía porque llevamos un paciente que está sufriendo y viaja en camilla. Además del paciente, el médico y la enfermera tienen que estar activos y trabajando con estabilidad dentro del vehículo. Realizamos esta tarea con mucha calidad humana y prestancia, siempre pensando en lo mejor para el paciente".