Pergamino
INFORME ESPECIAL

Cada vez más pergaminenses eligen empezar una nueva vida en el Viejo Continente

Un gran número de jóvenes y adultos ya han emigrado y cientos esperan por finalizar el trámite de la ciudadanía. Guillermo Milano, abogado del Consulado de Italia en Pergamino, asegura: "Estamos viendo un éxodo".

Javier Ferreyra y Julia Etchebehere son un matrimonio pergaminense que hace dos años decidieron emigrar a España, más precisamente Barcelona, junto a sus dos hijos: Benicio de 11 y Lorenzo de 9 años. La familia vivió muchos años en Buenos Aires y luego, antes de la llegada de Lorenzo, volvieron a Pergamino para radicarse. Nuevamente en la ciudad, Javier continuó con su profesión de periodista y Julia ejerció como maestra jardinera y luego como educadora infantil durante siete años hasta que en ambos comenzó a tomar más fuerza la idea de irse a España.

"Siempre tuvimos la inquietud de vivir en otro país y fueron una sumatoria de cosas las que nos hizo tomar la decisión. Teníamos 38 años y nos pareció que era en ese momento o nunca, y además pasó lo de la pandemia y luego vimos ciertos comportamientos cíclicos del país que ya los habíamos vivido en nuestra infancia, adolescencia y adultez. Entonces, con esa mirada pesimista, debo reconocerlo, decidimos probar suerte afuera a ver qué pasaba", sostiene Javier.

  • Julia, Lorenzo, Benicio y Javier

A la hora de hablar sobre el momento de la decisión de emigrar, Julia dijo: "Principalmente nos vinimos a Barcelona pensando exclusivamente en el presente y en el futuro de nuestros hijos. La inseguridad y la inflación eran dos cosas que nos estresaba mucho tanto a Javier como a mi, ambos teníamos nuestros emprendimientos laborales y se hacía muy duro. Entonces decidimos emigrar a un país que tenga más seguridad para que los chicos tengan más libertad en la calle y más estabilidad económica para que esto no influya en nuestro estrés diario".

Hoy, tras dos años de estar radicados en Barcelona, Javier se encuentra trabajando "en blanco", lo que allá se llama contrato indefinido, en una empresa francesa de servicios y Julia ejerce como educadora infantil en una escuela de educación libre. En cuanto a lo positivo del cambio de vida que realizó la familia Ferreyra, Javier dice: "Si bien cuando estábamos en Pergaminos los dos teníamos buenos trabajos no podíamos hacer grandes despliegues, si por ejemplo de repente se te rompía la bañadera, ese gasto te generaba un gran desajuste en el presupuesto, y eso acá en Barcelona no nos pasa. Y eso está bueno, cualquier extra de dinero que te entre termina siendo ahorro para hacer viajes o lo que se te ocurra".

"Me gusta mucho vivir en una ciudad grande y tan cosmopolita como Barcelona, en cada lugar te encontrás con gente de otros países y nos encanta que nuestros hijos crezcan con esta diversidad cultural. En lo particular, me enloquece la arquitectura que tiene la ciudad y también el hecho de que tenga en su paisaje mar y montaña", dice Julia.

Si bien la familia se encuentra bien afianzada en Barcelona siempre hay un rato para la nostalgia por su tierra natal. Para Javier los momentos de añoranzas pasan más que nada por "los usos y costumbres que tenemos en Argentina". Para Benicio, el mayor de los chicos, los recuerdos más queridos de Pergamino pasan por "los amigos, la comida y las mascotas".

Un pergaminense en Valencia

Eugenio Ferrari, de 38 años, es otro ejemplo de los pergaminenses que se animaron a probar suerte en el extranjero. Decidió viajar hacia Valencia, España, en octubre del 2008 por tres meses y terminó quedándose hasta el día de hoy. "Decidí irme porque ya estaba un poco quemado de la situación política de Argentina. Esa fue la razón principal ya que no me encontraba en una mala situación laboral".

Previo al momento de su partida, Eugenio tuvo la posibilidad de ir a jugar al rugby a Italia pero finalmente no lo hizo debido a que era muy chico. Hoy, luego de 14 años de haber tomado la decisión de irse de Argentina, Eugenio afirma que "Valencia es la ciudad en la que quiero vivir".

"El primer año me costó un poco acomodarme, pero una vez que me estabilicé con el tema de los papeles y trabajo todo fue cambiando para bien. Lo que más rescato es que acá no tenés que estar siempre preocupado por llegar a fin de mes, ya que con un sueldo mínimo te alcanza, y si tenés un extra lo usas para ahorrar. Así tuve la fortuna de conocer otros países de Europa. Además en Valencia la vida es tranquila y segura, vos podés ir caminando a cualquier hora del día que no te va a pasar nada", dice Ferrari.

  • Luca, Gema y Eugenio

Hoy en día Eugenio trabaja como cocinero en un grupo hostelero valenciano y formó una familia. Conoció a Gema y tuvieron un hijo, Luca. Si bien se encuentra bien establecido, hay cosas de Pergamino que aún le siguen tirando. "Hay muchos momentos en los que me gustaría estar allá. Extraño un asado con mis amigos. Pasar tiempo con papá, mi hermana y mi sobrino. Yo solía andar mucho por Pergamino y de repente extraño esas cosas cotidianas, como ir a la panadería o pasar por el kiosco de Alem y Avenida de Mayo a tomar algo con los chicos".

"Existe una desesperación por irse del país"

Diario Núcleo habló con el abogado del Consulado de Italia en Pergamino, Guillermo Milano, para conocer de primera mano si la solicitud de trámites para obtener la ciudadanía se ha incrementado en estos últimos tiempos. 

"Desde hace mucho tiempo existe una media de muchas solicitudes debido a dos problemas simultáneos, uno es el atraso que existe en la base de gestión del Consulado de Rosario y el otro es la acumulación de expedientes que no se procesaron por la pandemia. Ahora que se normalizó al gestión, no veo que haya aumentado en cantidad pero lo que sí existe es una cantidad muy grande de solicitudes, la cual es permanente desde hace unos años", dice Milano.

La demanda de trámites para obtener la ciudadanía que recibe el Consulado de Italia en Pergamino no se circunscribe sólamente a esa ciudad, sino que también engloba solicitudes realizadas en otras localidades como San Nicolás, Colón y Rojas, entre otras. 

  • Consulado de Italia en Pergamino

Para el Dr. Milano lo llamativo no es la cantidad de trámites de ciudadanía sino cómo son usadas. "Antes la gente pedía la nacionalidad por las dudas y ahora esto ha cambiado. Hoy se acercan grupos familiares a gestionar los papeles directamente para irse. Esto es algo que me está llamando mucho la atención. Quienes están solicitando la nacionalidad para irse son personas de todas las edades y de todos los niveles económicos. Lo que percibo es una desesperación por irse del país"

Mónica Díaz es Traductora Pública de Italiano y es la encargada de traducir las carpetas que presentan las personas que quieren obtener la nacionalidad en el Consulado. Según Mónica, "Hace 8 años que trabajo como traductora y mi trabajo se ha ido incrementando de manera lenta en los últimos años. Y esto tiene que ver con que el Consulado de Rosario está poniendo al día todos los turnos para la presentación de los documentos, y algunos de estos turnos llegan a tener 10 años desde su solicitud".

Díaz trabaja diariamente con personas que pretenden obtener la ciudadanía para emigrar del país y en este sentido dice: "Tengo clientes que se van del país con proyectos de trabajo en el extranjero como profesionales. Las traducciones de la documentación concerniente a profesiones es lo se más se ha visto en este último tiempo, y por lo general tienen como destino España e italia principalmente y luego, en menor medida, a Dinamarca".

Así como algunos clientes de Díaz dejan el país por ofertas laborales de distintos países europeos, también existen aquellos que se van sin tener una promesa de trabajo. "Tengo casos de familias con hijos que deciden irse para probar una vida diferente. Si bien no soy de indagar acerca de los motivos por los cuales una familia decide dejar el país, creo que a lo mejor se encuentran disconformes. El hecho de irse sin ningún tipo de trabajo que los espere demuestra que están buscando algo que realmente les cambie la forma de vida".