Pergamino
INFORME ESPECIAL

Cannabis: De la penalización al uso medicinal

La ingeniera agrónoma del INTA Pergamino Jimena Introna y el empresario Sebastián Tedesco hablaron con Diario Núcleo sobre cómo se produce el cannabis para su uso medicinal.

El proyecto INTA Pergamino-Pampa Hemp nació en el año 2017 cuando en Argentina se promulgó la Ley 27.350 que tiene como objeto el establecimiento de un marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor de la planta de cannabis y sus derivados. 

En ese momento Pablo Fazio y Sebastián Tedesco, responsables de la pyme Pampa Hemp, comenzaron a estudiar el alcance de la ley y, cuando tuvieron en claro cómo llevar adelante el negocio, crearon la empresa. “La ley pone como requisito para los privados  realizar convenios con instituciones científicas gubernamentales para habilitar el cultivo. Fue así como comenzamos a relacionarnos con el INTA de Pergamino”, dice Tedesco.

  • Invernáculo del INTA en donde se estudia el cultivo de cannabis a gran escala

La ingeniera agrónoma del INTA Pergamino, Jimena Introna, es una de las coordinadoras del proyecto en investigación, desarrollo y producción de cannabis. La institución lleva adelante su investigación en un gran invernáculo donde se estudian los alcances de la planta a partir del cultivo intensivo, “La planta de cannabis tiene una alta demanda social para uso medicinal y en este sentido el INTA no puede estar ajeno a esta necesidad. Entonces se evaluó y luego se aceptó el proyecto de Pampa-Hemp. Desde aquí trabajamos en el manejo para la producción de materia prima del cannabis”.

- ¿Desde la institución tuvieron algún resguardo al tener que trabajar con una planta que despierta tanta polémica?

- Nosotros no hablamos de marihuana porque lo que utilizamos es el cannabis medicinal con alto contenido de CBD y bajo THC. Previo a la aprobación del INTA, el proyecto fue presentado ante el Ministerio de Salud con su correspondiente protocolo, ante el Instituto Nacional de Semillas (INASE) y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), entre otros. O sea que el INTA y todo el Estado está involucrado en aceptar el proyecto.

-¿Todas las plantas necesitan la autorización de tantos organismos para su cultivo?

- No, solamente el cannabis porque se trata de una planta muy especial. Nos llevó un año y medio lograr la aprobación y poder tener las plantas hoy acá para su investigación.

La Ley 27.350 tuvo una doble finalidad en el momento de su promulgación, la de estudio para la investigación y la de la producción del cultivo. Actualmente, hace un poco más de un mes, el Gobierno nacional aprobó la Ley 27.669 que viene a complementar a su antecesora ya que permite la producción de cannabis y cáñamo para uso industrial sin tener la necesidad de su investigación como requisito.

Una industria emergente

Los dueños de Pampa Hemp nunca dudaron en emprender su negocio basado en el cultivo de marihuana ya que, previo a la promulgación de la primera ley, habían habían realizado un estudio sobre los países en los que era legal la comercialización de productos medicinales a base de CDB y estaban esperando la oportunidad. “Como emprendedores siempre tenés miedo de todo, pero particularmente de comercializar un producto a base de cannabis, no. Este tipo de emprendimientos son la tendencia de una industria que está emergiendo y que tiene su fundamento en una demanda y aceptación creciente por parte de la sociedad. Durante los últimos años hubo una transformación en la opinión pública en relación a las propiedades de la planta. Hoy existe una mirada positiva frente al cannabis pero el Estado, como siempre, es el último en enterarse y en aceptar esa situación”.

Las formas de uso medicinal de los cannabinoides son muy variadas, quizás la más representativa y famosa es su ingesta como aceite pero también pueden ser consumidos en formatos de cremas, pastillas, supositorios y gomitas entre otros. El único modo de consumo que está prohibido por la ley es por medio de inyecciones. Para saciar esta gran demanda de consumidores y de la industria es necesaria la producción extensiva de la planta de cannabis, y es aquí donde la ingeniera del INTA, Jimena Introna, le cuenta a Diario Núcleo cómo se puede llegar a grandes niveles de cultivo.

- ¿Qué cuidados requieren estas plantas?

- Ninguno de los técnicos que participamos del proyecto producción estábamos familiarizados con este tipo de cultivos, por lo que tuvimos una etapa previa de estudio y capacitación. Al estar destinada para uso medicinal requieren de mucho cuidado y por lo tanto no se les puede aplicar ningún tipo de agroquímicos, entonces debemos realizar un control orgánico preventivo en cuanto a las plagas y a las enfermedades. Hay que tener mucho cuidado con respecto a las temperaturas y a la humedad ambiental, así como también con la parte nutricional de la planta. Al principio cometimos muchos errores pero ahora estamos encontrando el rumbo.

- ¿Cómo se llega a una producción a gran escala?

- Simplificando los procesos. Por ejemplo, el plan nutricional que tiene el cannabis es muy engorroso, la primera semana tenés que tratarlo de una manera, la segunda semana de otra y así las semanas sucesivas. Entonces nuestro trabajo es simplificar ese tipo de escollos que tiene la producción actual. En estos momentos trabajamos con las plantas dentro del invernáculo, pero la idea es llevarlas al exterior . Estamos tratando de volcar la información de nuestro estudio para que en el futuro las empresas tengan una guía sobre cómo producir cannabis a gran escala. Producción que, también hay que decirlo, es muy costosa.

La articulación entre el ente estatal y la pyme funciona de la siguiente manera: Pampa Hemp importa dos clases de semillas del exterior y se las brinda al  INTA de Pergamino para que se encargue de la siembra, cosecha y secado. Luego la pyme, a través de un convenio con otra empresa y con una universidad, se encarga de la extracción del aceite y de la evaluación del contenido de CBD.

Hacia una nueva realidad

La existencia de 29 proyectos formalizados en el Ministerio de Salud que están focalizados principalmente en el estudio de la planta,  junto a la promulgación de la Ley de Cannabis Productivo y Cáñamo Industrial parecen abrir un camino sin retorno hacia el desarrollo definitivo de la industria basada en una planta que por décadas contó con una connotación negativa por parte de la opinión pública. En este sentido, Sebastián Tedesco se muestra optimista de cara al futuro: “Cuando la reciente Ley 27.669 se reglamente vamos a ver avances muy importantes en el mercado ya que comenzarán a aparecer productos derivados del cannabis como suplementos dietarios y artículos de cosmética. También aparecerán productos derivados del cáñamo, que es una variedad de la planta de cannabis, en aceites vegetales comestibles que tienen propiedades increíbles para la salud y también pueden ser utilizados como fibra para bioplásticos por ejemplo. Y todo esto abrirá más adelante el debate para el consumo adulto responsable, la discusión sobre el uso recreacional del cannabis que en muchos países ya está aprobado”.