Ricardo López Murphy visitó ayer Pergamino para promocionar su último libro titulado "Libertad, patria y vida" que fue presentado en la Biblioteca Menéndez. Durante su estadía en la ciudad mantuvo un encuentro partidario con militantes del espacio político que lidera y visitó la casa del ex presidente de la nación Arturo Illia.
El diputado nacional por Republicanos Unidos habló en exclusivo con Diario Núcleo sobre la situación política del país y acerca de cómo encontró a Pergamino en su visita.
- ¿Qué significa para usted estar en la casa natal de Illia?
- Un formidable recuerdo. Pude interactuar con él en numerosas oportunidades porque mi padre fue Jefe de Policía de la provincia de Buenos Aires cuando Don Arturo era presidente. Siempre me impresionó su austeridad, su mesura y su sentido de ejemplaridad en el poder. Eso se contrapone a lo que viví en otras épocas que significaron lo contrario, la desmesura y la falta de honestidad y equilibrio. En el momento de su presidencia se vivía en el país un clima de esperanza. La ejemplaridad y la integridad que tenía Illia me parecen decisivas para nuestro futuro.
- Recién mencionó dos palabras: desmesura y esperanza. ¿De cuál de esas dos palabras piensa que está más cerca Argentina hoy?
- Yo veo mucha desmesura en el poder pero creo que tenemos que ser voceros de la esperanza, y esa esperanza radica en que lo que estamos viviendo se va a terminar. Pienso que tenemos que estar a la altura de las circunstancias para hacer imposible su retorno.
- ¿Cómo encontró a la ciudad de Pergamino en esta visita?
- Ayer estuve en la ciudad de La Plata, donde yo estudié durante el secundario y la universidad, y ví una ciudad casi destruída respecto a la que yo conocí. Me encontré con una ciudad muy deteriorada por tener todas las características de Kicillof, cerca de la universidad está todo pintado con grafitis y dan la apariencia de un lugar de marginales. Creo que la estética hace a la ética y por eso el país debe revertir esa sensación de decadencia. Y en Pergamino me encontré con todo lo contrario, la veo con sueños y expectativas. Es una ciudad ordenada y con buen aspecto, por eso me siento más cómodo en Pergamino que en La Plata.
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