Murió uno de los tres pumas que permanecen en el ex zoológico de Colón
Los veterinarios confirmaron que la hembra falleció por una hemorragia. En pocos días, junto a los otros dos ejemplares, iba a ser trasladada a un santuario de Entre Ríos.
El sábado por la noche falleció una de los tres pumas que se encuentran en cautiverio en el ex zoo de Colón esperando un traslado desde hace diez años.
Se trata de una de las dos hembras y, según los veterinarios que atendieron al animal, determinaron la existencia de tejido tumoral por lo que no descartan que la presencia de algún tumor cerca de la aorta pudiera haber ablandando las paredes de la misma desencadenando así una hemorragia que hizo que la puma muriera muy rápidamente.
De todos modos, los resultados de las muestras extraídas no se tendrán hasta dentro de unos 40 días por lo que hasta entonces no hay certeza absoluta de la causa de muerte (aunque se descartaron parásitos, ataques externos o posible envenenamiento).
Desde el grupo @cerremoselzoo mostraron su dolor por lo sucedido y expresaron: “No terminábamos de creernos que finalmente, tras tantos años de esfuerzo habíamos conseguido lo que tanto merecían, un hogar digno para estos tres hermanos. Y hoy no hay palabras ni consuelo”.
Hay que recordar que la semana pasada, luego de una larga lucha, las autoridades municipales habían encontrado un lugar acorde para que los pumas vivan en un santuario en Entre Ríos. Inclusive, el Concejo Deliberante aprobó por unanimidad el traslado que costará unos 30 millones de pesos y se concretaría en unos 35 días.
Los tres ejemplares de pumas, ahora dos, permanecen en cautiverio desde hace largos años, durante muchísimo tiempo sin atención veterinaria adecuada ni buena buena alimentación y el estrés que les origina vivir en la ciudad. “Sabemos bien que vieron pasar su juventud dentro de diminutas jaulas. No podemos dejar de sentir que hoy les volvimos a fallar. Necesitábamos que los tres conozcan una realidad más afable, lo más parecido a la vida real”, expresaron desde el grupo.
El traslado a la Fundación Tekove Mymba
El HCD aprobó la semana pasada el traslado de los pumas a Entre Ríos, más precisamente a la Fundación Tekove Mymba, que es una Organización No Gubernamental privada, sin fines de lucro, conformada por personas que aman la vida en todas sus expresiones, con un fuerte compromiso por la preservación del medio ambiente, la flora y la fauna silvestre y exótica.
La mayor parte de los animales suelen provenir de capturas ilegales y tráfico de fauna. Después de las drogas y armas ilegales, el comercio exótico de animales es la tercera fuente de ganancias ilícitas en el mundo, y sin embargo las penas asociadas a estos crímenes son insignificantes.
Es por eso que la Fundación decidió crear un santuario para el rescate, albergue transitorio, destino final para animales no domésticos, que por razones legales, económicas o éticas no pueden ser mantenidos por sus propietarios en las condiciones adecuadas. Se trata del primer santuario animal de Argentina único de multiespecies de Latinoamérica.
El santuario cuenta con instalaciones hospitalarias, de manejo, de investigación y desarrollo, de hotelería y de destino final para las distintas especies de animales mantenidas en algún tipo de cautividad y/o que por razonas de salud, comportamiento, pérdida de hábitat, distribución, estatus legal y/o cultural no puedan ser reintroducidas en ambientes naturales.
Historia del ex zoo de Colón
El Jardín Zoológico y Museo natural Dr. Carlos A. Marelli está ubicado en la calle 44 y 24 en Colón. Creado el 17 de abril de 1952 llegó a ser uno de los más importantes de la provincia. Pero el cambio de mentalidad a favor de la liberación y el cuidado de los animales dejó en evidencia su estado y cerró hace una década.
“Hasta que la última jaula quede vacía” es el lema de los activistas que desde 2010 pelean para que cada uno de los 200 animales del ex zoológico de Colón recupere la libertad cerrado en 2013.
Los activistas, al ver la decadente situación en la cual se encontraban los animales del zoológico, decidieron darle visibilidad. Centenares de animales se hallaban encerrados en un espacio reducido, sucio y sin atención médica.
Así, comenzaron a ir al zoo una vez por semana e hicieron inventarios extraoficiales porque no había un control interno adecuado. Los animales estaban mal alimentados, muchos de ellos enfermos y heridos.
Al conocerse la realidad que vivían los animales dentro del zoológico de Colón, estalló el repudio social. Diferentes organizaciones por los derechos de los animales se unieron en un pedido: que se cierre el zoo. Recién tres años después, en 2013, sucedió la clausura.