Ricardo Casi y Waldemar Giordano le pidieron obras para Colón a Gabriel Katopodis
El máximo mandatario colonense y el intendente electo mantuvieron un encuentro con el Ministro de Obras Públicas de la Nación.
El intendente de Colón, Ricardo Casi, junto al intendente electo, Waldemar Giordano, mantuvieron una serie de reuniones gestionando obras para el distrito. En el caso de Giordano, ya sumado en la transición de cara al recambio institucional que ocurrirá en diciembre.
En ese sentido, con el Ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, conversaron sobre los lineamientos para la celebración de un convenio específico con vistas a la construcción de una planta depuradora nueva.
Además, estuvieron en La Plata con el Ministro de Hábitat y Desarrollo Urbano PBA, Agustín Simone, gestionando la continuidad de las 66 viviendas en construcción y la posibilidad de nuevos planes sociales para atender la demanda habitacional existente.
La importancia de tener una planta depuradora en funcionamiento
Es de público conocimiento que la planta depuradora de Colón está lejos de funcionar correctamente, lo cual perjudica seriamente el ambiente, en especial al rio que baja hacia Rojas, Salto y Arrecifes. Por eso es fundamental para el distrito contar con fondos para poder hacer una nueva planta y saldar esa deuda pendiente con el ambiente y la sociedad.
Para evitar la contaminación ambiental la planta depuradora se encarga de que el agua usada en actividades humanas sea sometida a un proceso en el cual, por medio de la combinación de varios tratamientos físicos, químicos y/o biológicos, se eliminen la materia en suspensión y algunas sustancias disueltas.
El agua obtenida no es bastante pura para beber, pero sí para devolver al medio sin malograrlo. Para preparar el agua por el consumo humano, nos hace falta una planta potabilizadora.
¿De qué se compone el agua residual?
Las aguas residuales domésticas contienen, principalmente, contaminantes orgánicos tanto disueltos como en suspensión. El aporte medido diario, por persona, para un consumo de 150 a 200 litros puede cuantificarse en 60 gramos de materia en suspensión, 60 gramos de DBO5 (demanda bioquímica de oxígeno en cinco días), 15 gramos de nitrógeno, 4 gramos de fósforo y 10 11 microorganismos de origen fecal. La DBO5 es, junto con la materia en suspensión (SS) y la demanda química de oxígeno (DQO), los tres parámetros más empleados para medir la composición de las aguas domésticas.
Las aguas residuales industriales, por su parte, varían de una instalación a otra. Pueden contener sustancias tóxicas de naturaleza orgánica e inorgánica, metales pesados e hidrocarburos. Pueden ser depuradas en plantas municipales, pero, en ocasiones, su composición obliga a un tratamiento previo en la propia instalación industrial antes de que puedan ser evacuadas al colector municipal. En cualquier caso, un importante porcentaje de instalaciones de media capacidad y la totalidad de las grandes instalaciones industriales depuran sus aguas residuales en sus propias instalaciones.
Las aguas de lluvia, finalmente, contienen sustancias disueltas y materiales en suspensión. Las sustancias disueltas son ácidos generados a partir de gases presentes en la atmósfera, compuestos orgánicos, tanto de origen atmosférico como presentes en los materiales con los que contactan en su arrastre (tejados, muros, pavimentos), metales pesados e hidrocarburos. En la mayoría de municipios, esta agua se recoge en redes unitarias junto con la que procede de los edificios y se trata en las plantas depuradoras municipales.